martes, 19 de junio de 2012

COTTOLENGOS EN ARGENTINA


Por el año 1915, moría la condesa italiana Teresa Agazzini , dejando a Don Orione su casa para que hiciese en ella un asilo de caridad destinado a ancianos pobres. A partir de allí, y tomando como modelo la gran obra que fundara San José Benito Cottolengo en Turín  Don Orione iniciaba un nuevo campo de apostolado de caridad para alivio de pobres y enfermos de toda clase.Casi sin darse cuenta, Don Orione fue abriendo sus casas de caridad, una tras otra. La gente notardó en llamarlas "Cottolengos", por identificarlas con la magnífica obra del santo. De esta manera, los Pequeños Cottolengos se propagaron en Italia y en otros países, llegando a América Latina.El Pequeño Cottolengo Argentino fue abierto por el mismo Don Orione. Durante su segunda estadía en nuestro país, colocó en Claypole (al sur del gran Buenos Aires) la piedra fundamental de su construcción el 28 de abril de 1935. Y a pesar de lo limitado de los medios con que comenzó, había previsto que aquello se convertiría en algo grande: “Buenos Aires puede tener la ciudad de las diversiones, puede tener la ciudad de los estudios; pero el Cottolengo será la Ciudad de la Caridad”.Al mismo tiempo, aceptó la donación de una propiedad en la calle Carlos Pellegrini, en pleno centro de Buenos Aires, para que fuera allí la sede central. Ese lugar fue bendecido el 27 de junio de 1935, y a los pocos días recibió allí a las primeras personas necesitadas de atención.

Sólo en cuestión de escasos días, las Damas de San Vicente le ofrecieron una casa en la localidad de Avellaneda, que inauguró el 2 de julio del mismo año, como Cottolengo, poniéndolo bajo el cuidado de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.

Aún hoy, impacta recorrer aquellos días inolvidables de la presencia de Don Orione en Argentina, cómo en tan poco tiempo pudo llevar adelante un proyecto tan grande. Sin dudas, la Providencia de Dios obró a través de la persona del santo, y de muchos corazones dispuestos que encontraron reflejado en él, sus propios anhelos de solidaridad-Así definía Don Orione el sentido del Pequeño Cottolengo:

"Es una obra que toma vida y espíritu de la caridad de Cristo, y su nombre de San José Benito Cottolengo, que fue apóstol y padre de los pobres más desdichados... Es una familia edificada sobre la fe que vive del fruto de un amor inextinguible. En el Pequeño Cottolengo se vive alegremente; se reza, se trabaja en la medida que lo permiten las fuerzas; se ama a Dios, se ama y se sirve a los pobres. En los abandonados se ve y se sirve a Cristo en santa alegría. ¿Quién puede ser más feliz que nosotros?"
 2DA PARTE                                                                                   A QUIEN SE RECIBE EN EL PEQUEÑO COTTOLENGO ARGENTINO

El Pequeño Cottolengo tendrá siempre abierta su puerta a toda clase de miseria moral y material. A los afligidos y desengañados proporcionará nuevos alientos y lumbres de fe.

Separados luego en tantas otras familias, acogerá en su seno como hermanos a los ciegos, a los sordomudos, a los retardados, a los incapaces: cojos, epilépticos, ancianos y obreros inhábiles para el trabajo, niños escrofulosos, enfermos crónicos, niños y niñas de cortos años en adelante; jovencitas en la edad de peligros morales; a todos aquellos, en una palabra, que por una u otra causa necesitan de asistencia, de auxilio, con el agregado de que no pueden ser recibidos en hospitales y asilos, y que verdaderamente sean abandonados: sean de cualquier nacionalidad, sean de cualquier religión, sean también sin religión alguna: ¡Dios es Padre de todos!

Es evidente que todo esto se llevará a cabo gradualmente, mientras se vaya edificando y se disponga del lugar conveniente, confiando en Dios y en el concurso de los corazones misericordiosos, desconfiando tan sólo de nosotros mismos.

En el Cottolengo no deberá quedar sitio vacío.

Nuestra felicidad no nos asusta: la consideramos como el trofeo de la bondad y de la gloria de Jesucristo.

COMO SE REGIRÁ Y GOBERNARA EL COTTOLENGO ARGENTINO

Nada es más agradable al Señor que la confianza en El.

Y nosotros querríamos poseer una fe, un coraje, una confianza tan grande cuán grande es el Corazón de Jesús, el cual es su fundamento.

El Pequeño Cottolengo Argentino se rige in Domino: sobre el fundamento de la fe, vive in Domino, de la Divina Providencia y de vuestra generosidad; se gobierna in Domino, esto es, con la caridad de Cristo: todo y sólo por amor, hasta el holocausto de nuestra vida, con el divino auxilio.

Todo depende de la Divina Providencia; quien todo lo hace es la Divina Providencia y la caridad de los corazones misericordiosos, movidos del deseo de hacer el bien, tal como el evangelio lo enseña, a aquellos que más lo necesitan.

 Comenzamos una semana especial en la cual recordaremos el 75 Aniversario de la colocación de la piedra fundamental del Pequeño Cottolengo de Claypole (28 de abril de 1935) y celebraremos la fiesta del Ápostol de la caridad San José Benito Cottolengo (30 de Abril) de quien esta obra de caridad toma su nombre…por ello les quiero ir compartiendo la carta escrita por San Luis Orione en la cual  habla sobre la identidad de ésta Obra….
El Pequeño Cottolengo Argentino - Buenos Aires, 13 de abril de 1936 - calle Victoria 2084
DEO GRATIAS! –Confiada a la Divina Providencia, al magnánimo corazón de los Argentinos y de toda persona de buena voluntad, se ha dado comienzo en Buenos Aires, en el Nombre de Dios y con la bendición de la Iglesia, a una humildísima obra de fe y de caridad, que tiene por objeto dar asilo, pan y un poco de bienestar a los “desamparados” que no han podido encontrar ayuda en otras instituciones de beneficencia.
Trae esta obra su vida y su espíritu de la caridad de Cristo, y su nombre de José Benito Cottolengo, que fue Apóstol y Padre de los pobres más infelices.

La puerta del Pequeño Cottolengo Argentino no preguntará a quien la cruce si tiene un nombre, sino solamente si tiene algún dolor.

“CHARITAS CHRISTI URGET NOS” (II COR. IV)”  “La caridad de Cristo es la que nos empuja”

Cuántas bendiciones recibirán de Dios y de nuestros queridos pobres aquellas almas generosas, que concurran a remediar tanta miseria, a endulzar tanto dolor de los que son como “el desecho de la sociedad”.

DE COMO ES EL PEQUEÑO COTTOLENGO ARGENTINO

El es, por ahora, como un pequeño grano de mostaza al cual bastará la bendición del Señor para llegar a ser un día un árbol corpulento, sobre cuyas ramas se posarán tranquilos los pajarillos (Math. cap. 13).

Los pajarillos, en este caso, son los pobres más abandonados, nuestros hermanos y nuestros amos.

EL OJO DE LA PROVIDENCIA

El Señor ama a todas las criaturas sin excepción; su Providencia, empero, no pudo dejar de distinguir con amor de predilección a los miserables, a los afligidos, a los huérfanos, a los enfermos, a los que sufren tribulación de alguna manera, después que Jesús se presentó como un modelo y Capitán, sometiéndose El mismo a la pobreza, al abandono, al dolor y hasta el martirio de la Cruz.

Por lo cual el ojo de la Divina Providencia está, en modo especial, fijo en las criaturas, más desventuradas y en aquellas que se hallan sumidas en mayor abandono.


Xº Aniversario
En Argentina he hallado para siempre mi segunda patria,  y Dios mediante volveré a ella vivo o muerto, pues quiero que mis cenizas descansen en el Pequeño Cottolengo Argentino de Claypole.  (Don  Orione - 1937)
El 29 de agosto del año 2000 se produjo la llegada definitiva del corazón de Don Orione a la Argentina, su segunda patria, a la que deseaba volver algún día: "Preveo que partiré de aquí hacia fines de julio, Dios mediante, pero dejo mi corazón en la Argentina, donde espero volver pronto", había dicho aquí el 29 de mayo de 1937.

75 años de la inauguración del cottolengo y su capilla

El 21 de mayo se cumplieron 75 años de la inauguración del Pequeño Cottolengo de Claypole y la Parroquia Sagrado Corazón, denominada entonces Capilla San José Benito Cottolengo, cuando se bendijeron sus primeras construcciones y comenzaba a funcionar la institución que Don Orione denominó “un pararrayos de esperanza”.
Para celebrarlo se realizó una procesión que recorrió las calles internas del establecimiento para visitar la Cocina Central y los Hogares Barilari, Baudrix, Santa Lucía y Devoto, primeras casas cuyos nombres hacen honor a la memoria las personas que ayudaron a construirlas.
La procesión, encabezada por la imagen de San José Benito Cottolengo, finalizó en la Parroquia Sagrado Corazón, donde el Director de la Obra Don Orione Argentina, P. Omar Cadenini, presidió la Misa de acción de Gracias.
“Aquí pisamos tierra santa porque por aquí caminó nuestro fundador. Hoy recorrimos los primeros pasos que hizo Don Orione hace 75 años, cuando comenzó a darle forma al sueño de construir un lugar para quienes más necesitan. Renovamos así nuestro compromiso de seguir tras sus pasos fieles a su carisma”, afirmó el P Omar luego de la celebración. (r.b
amor

PALABRAS DE DON ORIONE


Es necesario que en cada uno de nuestros pasos surja y florezca una obra de fraternidad, de humanidad, de caridad purísima y santísima, digna de los hijos de la Iglesia, nacida y brotada del Corazón de Jesús. Se necesitan obras de corazón y de caridad cristiana. Y todos les creerán!

(Don Orione)

LINEAS DE ACCIÓN PARA LAS OBRAS DE CARIDAD, DE LA FAMILIA ORIONITA


LINEAS DE ACCIÓN
PARA LAS OBRAS DE CARIDAD
DE LA FAMILIA ORIONITA
Pequeña Obra de la Divina Providencia (Don Orione)

Roma, 2010
PRESENTACIÓN
Queridos Hijos de la Divina Providencia,
Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad,
Laicos colaboradores, amigos y bienhechores de las Obras de caridad orionitas            
             Con este documento ofrecemos finalmente el resultado del camino iniciado en Génova, en el año 2008 y finalizado con el Encuentro orionita internacional de la pastoral de la caridad, en Varsovia en el año 2009.
           El Encuentro de Génova (20 al 22 de junio de 2008) pretendió ofrecer a los participantes “un momento de reflexión sobre un tema crucial en el servicio a la persona, especialmente a aquellas que se encuentran en una situación de mayor debilidad y fragilidad”. El Encuentro de Varsovia concentró la atención y la reflexión en el compromiso concreto y cotidiano del servicio a los más débiles y de la gran misión de nuestras obras, queridas por Don Orione como “faros de fe y de civilización” para el mundo de hoy
           En Konstancin (Varsovia), del 14 al 19 de junio del año 2009, fueron convocados de todo el mundo los representantes de las obras de caridad orionitas. Fue un momento importante de comunión, de reflexión y de participación intercultural, en el marco del Proyecto Orionita para las obras de Caridad (FDP, 2004) y del Modelo de obras y servicios socio-sanitarios (PHMC, 2005). Como Familia Orionita compartimos y profundizamos las modalidades de conducción de las actividades de este sector, para que sean realmente, en este tiempo “Obras de caridad, faros de fe y de civilización”, según la expresión de Don Orione y el tema del Encuentro.
A través de los trabajos previos y las dinámicas desarrolladas durante el mismo Encuentro se llegó a definir algunas Líneas de acción para las obras de caridad, que ayudaràn a tener una visión y una mirada común en la expresión concreta de la caridad orionita en la Iglesia para que todo sea renovado en Cristo
           Como Superiores generales de las dos Congregaciones religiosas orionitas, al finalizar aquel Encuentro, habíamos enviado a toda la Familia Orionita el “Mensaje de Varsovia” que entendía ser una motivación para cuidar la calidad espiritual de nuestras obras de caridad.
            Ahora, con alegría y confianza presentamos y recomendamos la lectura atenta y la traducción a la práctica de este breve y concreto documento, fruto de la experiencia espiritual y de la gestión de las Obras de caridad, madurada en nuestra tradición de Familia, abierta a las nuevas condiciones socio-asistenciales, fieles al carisma de Don Orione.
            Confiamos que la puesta en práctica de estas Líneas de acción para las obras de caridad contribuirá a aquella “apropiación carismática de las obras” que es uno de los grandes desafíos al que están llamadas nuestras Congregaciones en esta etapa precisa de la vida, para que, como nos recordó recientemente el Papa Benedicto XVI, “Las obras de caridad, sea como hechos personales o sea como servicio a las personas más débiles ofrecido en grandes instituciones, no pueden jamás reducirse a un gesto filantrópico, sino que deben ser siempre una expresión tangible del amor providente de Dios” (Dircurso en el Centro Don Orione de Roma, 24 de junio de 2010)
                Don Orione, que hizo de las obras de caridad “nuestra prédica”, “la mejor defensa de la fe católica”, ciertamente bendecirá desde el Cielo cada uno de nuestros esfuerzos de fidelidad activa.
                En Cristo,
Don Flavio Peloso FDP            Hna. María Irene Bizzoto PHMC
                                               Superior general                         Superiora general
Roma, 5 de octubre de 2010 – Memoria de la Venerable Hna. María Plautilla Cavallo
LINEAS DE ACCIÓN PARA LAS OBRAS DE CARIDAD
Obras de caridad, “faros de fe y de civilización”
MOTIVACIÓN
                Todas nuestras obras de caridad tienen como finalidad principal la evangelización de la cultura; esto nos desafía a poner el acento no sólo en la gestión de las obras, sino más bien en su significatividad apostólica, en la transmisión del carisma heredado y en la misión de la obra: ad intra y ad extra
                   Hoy es importante un trabajo en conjunto, en colaboración y complementariedad entre religiosos y laicos.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Cuidar la identidad carismática de la obra con fidelidad creativa, a través del testimonio y la transmisión de los valores y del estilo carismático en todos los ámbitos.
2.      Valorizar y desarrollar los dones y talentos que cada persona tiene en sí, orientándolas a la finalidad de la obra
3.      Cuidar en modo particular la sensibilidad ecuménica del carisma en el servicio y las actividades caritativas
Obras de caridad, “faros para el mundo de hoy”
MOTIVACIÓN
             Partiendo del principio que la familia es el núcleo de donde surge la sociedad futura, actualmente vemos que la familia se encuentra en graves dificultades y con el riesgo de disgregarse. La Iglesia nos llama a progeter a la familia. Se propone, al interno de nuestras obras y servicios, favorecer un mayor conocimiento de las personas: dependientes, residentes, y sus familiares.
             En nuestros ambientes existen tantas nuevas formas de pobreza, que como orionitas somos interpelados a ser sensibles y a abrir las puertas a quien sufre. Es necesario hacer un análisis de las necesidades locales y responder según nuestras posibilidades.
 LINEAS DE ACCIÓN
1.      Promover la evangelización y el sostenimiento de la familia al interno de nuestras obras. Por ejemplo, organizar la fiesta de la familia, jornadas formativas y otras formas de encuentr
2.      Crear servicios menos institucionalizados junto a nuestras obras.
3.      Abrir las obras a las nuevas situaciones de pobreza y de marginación; por ejemplo, al fenómeno migratorio, a los “sin techo”, a los niños que abandonan la escuela, a los toxicodependientes, etc.; relacionarse con la pastoral diocesana, ofrecer espacios para encuentros, para centros de escucha y ayuda, etc.
Obras de caridad, “faros con estilo orionita”
MOTIVACIÓN
                El estilo orionita de nuestras obras de caridad constituye una de sus características fundamentales, ya que vuelve visible nuestra identidad carismática, sin la cual no nos distinguiremos de las otras organizaciones
                En la realidad cotidiana nos encontramos de frente a dificultades por la imposición de leyes y reglamentos que podrían sofocar la caridad, el carisma, limitando notablemente la actividad caritativa. Por eso es muy importante tener siempre presente esta dimensión de la obra, particularmente en el momento de tomar decisiones de cualificación del servicio, para que siempre se salve la profecía y la misión carismática.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Difundir entre los laicos la conciencia de ser profetas y misioneros de la caridad de Cristo y de la Iglesia.
2.      Testimoniar  (volver visible y concreto) el estilo orionita a través del espíritu de familia, el abandono filial a la Divina Providencia, el privilegiar a los más necesitados, manifestar con el servicio la maternidad de la Iglesia.
3.      Discernir cuidadosamente las decisiones que nos comprometen con otros Entes y Organismos, para que no venga comprometida la opción por los más pobres y la identidad carismática de la obra.
MODALIDAD DE GESTIÓN DE LAS OBRAS “FAROS”

Relación comunidad religiosa – obras - consejos de obra, equipos de gestión
MOTIVACIÓN
               Si bien es importante el estilo carismático que asumen las personas al interno de la obra, es igualmente importante el estilo de organización y de gestión.
               Hoy, la gestión debe ser comunitaria y con visión de futuro, lo cual implica una organización participativa con roles y funciones bien definidos, la funcionalidad del consejo de obra y de los equipos de conducción, asegurando así la continuidad y la eficacia del servicio y la realización de los objetivos evangelizadores, propios de nuestras obras de caridad. Hay que retomar las indicaciones que a propósito surgieron en los Capítulos generales y en los Proyectos apostólicos (FDP y PHMC).
 LINEAS DE ACCIÓN
1.      La comunidad religiosa asume su irrenunciable responsabilidad de ser garante de la apostolicidad y la identidad orionita de la obra.
2.      Hacer que funcione efectivamente el consejo de obra  (religiosos y laicos responsables) para garantizar la profesionalidad y la apostolicidad del servicio.
3.      Acompañar y orientar a los laicos para que profundicen y asuman el proyecto pastoral de la obra.
DINAMICAS DE GESTIÓN
4.      Elaborar el “manual de roles y funciones” de modo que cada uno sepa lo que le compete.
5.      Formar a los religiosos en vista de una gestión más profesional y especializada de las obras
6.      En ocasión de los cambios, cuidar el aprendizaje experiencial en el rol, para garantizar la continuidad en la gestión de las obras.
Relación de la obra con el ambiente humano del territorio. Nuevas respuesta
MOTIVACIÓN
“El Pequeño Cottolengo – escribía Don Orione – será un gran faro que difundirá su luz y su calor de caridad espiritual y corporal”
Cada obra de caridad es por su propia naturaleza, eclesial y evangelizadora. Por ello, la eclesialidad, la inserción en el territorio y el testimonio carismático, son elementos indispensables para verificar la fecundidad de la obra. El servicio caritativo que ofrecemos no puede reducirse a una dinámica interna de servicio sectorial, sino que fundamentalmente debe “hablar” a toda la realidad que la rodea acerca del valor de la vida, de la dignidad de cada ser humano, especialmente del más pobre y sufriente, y de la responsabilidad social que todos tenemos en la edificación de una sociedad más solidaria y más justa.
Nuestras obras, como “faros de civilización” nos pone en una situación óptima para dialogar con el territorio y con las otras instituciones civiles.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Dialogar constantemente con las autoridades locales (civiles y eclesiales) para identificar las verdaderas realidades de pobreza social a las cuales dirigir nuestro servicio.
2.      Valorizar los voluntarios comprometiéndolos en proyectos solidarios, también en colaboración con la Iglesia local y con otros grupos y asociaciones.
3.      Confiar funciones también pastorales a los laicos formados adecuadamente
4.      Dialogar con las instituciones eclesiales, civiles y otros grupos o asociaciones de servicios afines, para ser parte activa en las redes de servicios y así poder influir en las políticas sociales.
5.      Cuidar la comunicación y las relaciones públicas para dar a conocer el carisma y la vida de Don Orione: iniciativas para los jóvenes en el ambiente social, en las escuelas y en nuestras obras; recibir grupos al interno de nuestras casas; sitios en internet, etc.
Formación
MOTIVACIÓN
Para conservar la identidad carismática de la obra es indispensable el compromiso y la participación interior de todos los laicos que trabajan en la misma. Es necesario sensibilizar a los laicos en la misión de la obra y la vida de la Congregación
Es importante una formación del corazón, para construir una unidad luminosa entre religiosos y laicos y para testimoniar juntos una nueva cultura de la vida.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Promover la formación a los valores y al estilo del carisma en el personal dependiente, a través de varios momentos de formación institucional.
2.      Programar una acción formativa capilar de los religiosos y laicos: permanente, diversificada por categoría, orgánica en los diversos aspectos, sistemática en el método; incluir estos espacios de formación en los contratos de trabajo.
Formas de financiamiento
MOTIVACIÓN
Los tiempos actuales con sus dificultades e inevitables situaciones problemáticas en el campo de la economía, exigen poner en acción toda la creatividad disponible con respecto al mantenimiento y al financiamiento de las obras, sin olvidar el sentido de la Providencia, el fin evangelizador y la promoción de la cultura de la solidaridad, que deben caracterizarnos como hijos e hijas de Don Orione.
La adopción inteligente de formas y dinámicas nuevas para la búsqueda de nuevos recursos que favorezcan una mayor independencia de las estructuras públicas, es parte de la sabiduría y de la prudencia evangélica a la cual el Señor nos invita en el Evangelio. Además es importante acompañar y cuidar la relación con los bienhechores, que son el rostro concreto de la Divina Providencia para nosotros, a ejemplo del mismo Don Orione.

LINEAS DE ACCIÓN
1.      Activar un “fund raising” (ENRis) donde no lo hay para poder aprovechar los fondos ligados a sectores internacionales, estatales, regionales y locales, públicos y privados, civiles y eclesiásticos.
2.      En las Casas y en las Provincias, el superior/a personalmente, ayudado de otros religiosos/as, cuide la relación con los bienhechores, favoreciendo el contacto directo del bienhechor mismo con la obra
3.      Lograr que también a nivel local se active la búsqueda de los recursos y no se dependa sólo de la Provincia
4.      Todos los proyectos a cargo de los ENRis en los diversos niveles, deben ser previamente aprobados por los Consejos: local, provincial y general.
APENDICE
MENSAJE DE VARSOVIA
Queridos hermanos, hermanas y laicos colaboradores
de las Obras de Caridad de la Pequeña Obra de la Divina Providencia

            ¡Jesús sea el corazón de nuestras obras de caridad!
Al término de este valioso Encuentro “Obras de caridad, faros de fe y civilización”, los invitamos a cuidar, frecuentar y hacer frequentar la Capilla en nuestras casas y en los sectores destinados a los enfermos. Evidentemente dentro de lo que sea posible. Los invitamos a celebrar la Misa con los residentes  y trabajadores frecuentemente.
Los invitamos a organizar y favorecer la oración cotidiana, la comunión y la confesión de nuestros residentes, viviendo la convicción que Don Orione tenía sobre la Eucaristía: “es el punto de apoyo desde donde convergen todas las obras del día”             ( Parola III, 35) .
            Don Orione advirtió fuertemente la estrecha unión que existe entre la Eucaristía y el apostolado de Caridad a la cual él y su familia se dedican. “Todo debe estar basado en la Santísima Eucaristía: no hay otra base, no hay otra vida, sea para nosotros como para nuestros queridos pobres. ¡La mejor caridad que se puede hacer a un alma es darle a Jesús! Y el más dulce consuelo que podemos dar a Jesús es darle un alma. Es este su reino” ( Nel nome della Divina Provvidenza, p. 69-70 ) .
            Que nuestras obras de caridad no se conviertan en lugares “profanos”

            Benedicto XVI nos pide: “Las Capillas en los Centros sanitarios sean el corazón pulsante en el cual Jesús se ofrece incesantemente al Padre por la vida de la humanidad. También la distribución de la Eucaristía a los enfermos sea hecha con delicadeza y espíritu de oración, es un verdadero alivio para quienes sufren alguna aflicción a causa de la enfermedad ”. Esto a su vez es evangelización y testimonio para el personal laico y para cuantos conocen y frequentan las “obras de caridad”.
            Sabemos que Don Orione llevó el espíritu benedictino del “ ora et labora ” en su vida tan agitada, pero con su estilo sereno y contemplativo del Pequeño Cottolengo. A menudo repitió que en estas casas debía reinar la “laus perennis” a lo largo del día a través de oraciones, celebraciones y la comunión eucarística, una actitud de fe.
            “¿Qué se hace en el Pequeño Cottolengo? Hacemos comunión. ¡Se ora y se ora! Laus perennis! ¡recen sin detenerse! La oración es el primer trabajo del Pequeño Cottolengo. Los necios, cretinos, los idiotas... voces que no son palabra, producen piedad: ¡Dios las sabe distinguir!” ( Scritti, 83, 188 ) .
            Queridos hermanos y hermanas, no nos resignemos muy fácilmente, concluyendo que “hoy es distinto” y “no hay nada más que hacer”. Existen aún en nuestras obras de caridad, buenas experiencias. ¡Adelante con convicción y creatividad! Es este nuestro servicio específico como religiosos en las instituciones de caridad. Los otros bienes que sirven para la vida de nuestros residentes vienen dados a través de los trabajadores. Nuestra tarea personal es dar estos bienes: “con el pan del cuerpo el divino bálsamo de la fe”
            El Papa Benedicto XVI nos recuerda: “Por consiguiente, es claro que desde la Eucaristía la pastoral de la Salud, debe sacar la fuerza espiritual necesaria para socorrer eficazmente al hombre y ayudarlo a comprender el valor salvífico del propio sufrimiento. Como escribió el Siervo de Dios Juan Pablo II en la Carta apostólica Salvifici doloris , la Iglesia ve en los hermanos y hermanas que sufren, casi una multiplicidad de sujetos de la fuerza sobrenatural de Cristo (cfr n. 27)”
            No hay crisis de identidad o de insignificancia apostólica en nuestras instituciones de caridad si nosotros los religiosos nos ocupamos de nuestra tarea específica de cuidar la presencia de Jesús, “la única cosa necesaria”. Lo demás – que ciertamente es importante – lo “haremos con los laicos” o “se lo haremos hacer a los laicos”. 

            Cuidemos el clima mariano en nuestras instituciones sanitarias. Eso debe dar oxígeno al clima de nuestros Pequeños Cottolengos y de las otras instituciones que están al cuidado de enfermos y personas con discapacidad. Procuremos – los religiosos en primer lugar - en nuestras obras, el rezo del rosario, también públicamente, buscando las formas más adecuadas; ofrezcamos con la mirada y el corazón de los enfermos, pero también de nuestros trabajadores y quienes nos visitan, la presencia visible y palpable de la Virgen con imágenes, estatuas, y rincones de oración con Jesús y María.

            Se necesita delicadeza, fe humilde y alegre, pero también que en nuestras casas hayan lugares de honor y de familiaridad de Jesús y la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, que hacen más llevaderas y menos solitarias nuestras penas y un poco más dulce las largas horas que se pasan en una cama, en el Pequeño Cottolengo o en una Residencia sanitaria. 

            A todos un cordial saludo en el nombre de Don Orione y rezamos afectuosamente por todos ustedes.

Varsovia, 19 de junio de 2009


Hna. María Irene Bizzotto PHMC (superiora general)

 Padre Flavio Peloso FDP (superior general)


ESCRITOS DESDE NUESTRO PAÍS


Escritos desde nuestro país
Pequeño Cottolengo Argentino - Buenos Aires, 13 de abril de 1936 - calle Victoria 2084

DEO GRATIAS! –Confiada a la Divina Providencia, al magnánimo corazón de los Argentinos y de toda persona de buena voluntad, se ha dado comienzo en Buenos Aires, en el Nombre de Dios y con la bendición de la Iglesia, a una humildísima obra de fe y de caridad, que tiene por objeto dar asilo, pan y un poco de bienestar a los “desamparados” que no han podido encontrar ayuda en otras instituciones de beneficencia.Trae esta obra su vida y su espíritu de la caridad de Cristo, y su nombre de José Benito Cottolengo, que fue Apóstol y Padre de los pobres más infelices.

La puerta del Pequeño Cottolengo Argentino no preguntará a quien la cruce si tiene un nombre, sino solamente si tiene algún dolor.

“CHARITAS CHRISTI URGET NOS” (II COR. IV)

Cuántas bendiciones recibirán de Dios y de nuestros queridos pobres aquellas almas generosas, que concurran a remediar tanta miseria, a endulzar tanto dolor de los que son como “el desecho de la sociedad”.

DE COMO ES EL PEQUEÑO COTTOLENGO ARGENTINO

El es, por ahora, como un pequeño grano de mostaza al cual bastará la bendición del Señor para llegar a ser un día un árbol corpulento, sobre cuyas ramas se posarán tranquilos los pajarillos (Math. cap. 13).

Los pajarillos, en este caso, son los pobres más abandonados, nuestros hermanos y nuestros amos.

EL OJO DE LA PROVIDENCIA

El Señor ama a todas las criaturas sin excepción; su Providencia, empero, no pudo dejar de distinguir con amor de predilección a los miserables, a los afligidos, a los huérfanos, a los enfermos, a los que sufren tribulación de alguna manera, después que Jesús se presentó como un modelo y Capitán, sometiéndose El mismo a la pobreza, al abandono, al dolor y hasta el martirio de la Cruz.

Por lo cual el ojo de la Divina Providencia está, en modo especial, fijo en las criaturas, más desventuradas y en aquellas que se hallan sumidas en mayor abandono.

A QUIEN SE RECIBE EN EL PEQUEÑO COTTOLENGO ARGENTINO

El Pequeño Cottolengo tendrá siempre abierta su puerta a toda clase de miseria moral y material. A los afligidos y desengañados proporcionará nuevos alientos y lumbres de fe.

Separados luego en tantas otras familias, acogerá en su seno como hermanos a los ciegos, a los sordomudos, a los retardados, a los incapaces: cojos, epilépticos, ancianos y obreros inhábiles para el trabajo, niños escrofulosos, enfermos crónicos, niños y niñas de cortos años en adelante; jovencitas en la edad de peligros morales; a todos aquellos, en una palabra, que por una u otra causa necesitan de asistencia, de auxilio, con el agregado de que no pueden ser recibidos en hospitales y asilos, y que verdaderamente sean abandonados: sean de cualquier nacionalidad, sean de cualquier religión, sean también sin religión alguna: ¡Dios es Padre de todos!

Es evidente que todo esto se llevará a cabo gradualmente, mientras se vaya edificando y se disponga del lugar conveniente, confiando en Dios y en el concurso de los corazones misericordiosos, desconfiando tan sólo de nosotros mismos.

En el Cottolengo no deberá quedar sitio vacío.

Nuestra felicidad no nos asusta: la consideramos como el trofeo de la bondad y de la gloria de Jesucristo.

COMO SE REGIRÁ Y GOBERNARA EL COTTOLENGO ARGENTINO

Nada es más agradable al Señor que la confianza en El.

Y nosotros querríamos poseer una fe, un coraje, una confianza tan grande cuán grande es el Corazón de Jesús, el cual es su fundamento.

El Pequeño Cottolengo Argentino se rige in Domino: sobre el fundamento de la fe, vive in Domino, de la Divina Providencia y de vuestra generosidad; se gobierna in Domino, esto es, con la caridad de Cristo: todo y sólo por amor, hasta el holocausto de nuestra vida, con el divino auxilio.

Todo depende de la Divina Providencia; quien todo lo hace es la Divina Providencia y la caridad de los corazones misericordiosos, movidos del deseo de hacer el bien, tal como el evangelio lo enseña, a aquellos que más lo necesitan.

¿COMO SE SOSTIENE EL PEQUEÑO COTTOLENGO DE BUENOS AIRES?

Vosotros quizá creeréis que poseemos fondos y réditos.

No, amigos míos, de todo esto tenemos menos que nada.

Aquel Dios que es el gran Padre de todos, que piensa en el pajarillo del aire y viste los lirios del campo, envía con mano benéfica el pan cotidiano, esto es, aquel que se necesita cada día.

Nuestro banco es la Divina Providencia, y nuestra bolsa está en vuestro bolsillo y en vuestro buen corazón.

COMO SE VIVE EN EL COTTOLENGO ARGENTINO

El Cottolengo está construido sobre la fe, y vive de los frutos de una caridad inextinguible.En el Cottolengo se vive alegremente: se ora, se trabaja en la medida de las fuerzas de cada uno, se ama a Dios, se ama y se sirve a los pobres. En los desamparados se ve y se sirve al mismo Cristo, en santa y perfecta alegría. ¿Quién más feliz que nosotros?



Y también nuestros queridos pobres viven contentos; ellos no son huéspedes, no son asilados, sino que son los patrones y nosotros sus servidores, ¡así se sirve al Señor!

¡Cuán hermosa es la vida en el Cottolengo! Es una sinfonía de oraciones por los bienhechores, de trabajo, de cantos y de caridad.

DE QUE MODO SE PUEDE AYUDAR AL COTTOLENGO ARGENTINO

De mil maneras: con la oración, con dinero y haciéndolo conocer de personas de corazón y benéficas, que pueden cooperar a tan gran bien.

Por otra parte, todo aquello que tenéis y no podáis utilizar más, enviadlo al Cottolengo. Por ejemplo: ¿Tenéis un par de botines que no lleváis ya? Y bien, enviadlo al Cottolengo. ¿Tenéis lienzos, ropa blanca vieja, frazadas y vestidos usados, sombreros deteriorados? Y bien, enviadlos al Cottolengo. O avisad por teléfono dónde y cuándo podríamos ir a tomar dichos objetos.

Todo es grande cuando es grande el corazón que lo da. Como en el Cottolengo se reciben a los llamados deshechos de la sociedad, así se reciben también los deshechos de vuestra casa: muebles fuera de uso o rotos, mesas, sillas, camas, libros, cuadros, retazos inservibles y artículos de ropavejero: pan, carne, fideos, harina, legumbres, medicinas, carbón, leña, etc.; todo sirve a los pobres del Pequeño Cottolengo Argentino.

VISITEN EL COTTOLENGO

¡Oh, argentinos, que poseéis el corazón más noble que yo jamás haya encontrado, venid a visitar los pobres del Cottolengo, donde hay laus perennis por la prosperidad de vuestra familia y de la República; donde todo es simplicidad de vida y buen sonreír, sereno y reconocido donde todos los sacrificios y todas las palabras se confunden y se mudan en una sola: Charitas!

¡El Señor perdona tantas cosas, por una obra de misericordia!

Don Orione de la Divina Providencia

ANGEL GALLARDO Y EL ARQUITECTO CUOMO,MANOS A LA OBRA CON FE Y CONFIANZA EN LA PROVIDENCIA"

Se conocieron en Mar del Plata, un día de febrero de 1935. Don Orione daba una conferencia en el Colegio Stella Maris, de esa ciudad, a la que Gallardo había concurrido,para agradecerle los buenos gestos que había tenido para con su tio el prelado italiano Monseñor León Gallardo, los días antes de su muerte en 1924.
Durante la mencionada exposición,Don Orione, había manifestado su propósito de crear El Pequeño Cottolengo Argentino, y al enterarse Angel Gallardo ofreció sus servicios profesionales y el de su socio el arquitecto Enrique Cuomo, tiempo después comenzaban a diseñar la obra de Claypole.
Nacía así entre ellos una amistad que quedaría plasmada en un libro publicado en 1952."Don Orione ,nuestro amigo" donde ambos arquitecto detallan anécdotas y recuerdos vividos.
Haciendo memoria
Una tarde, hace poco,en la localidad de Bella Vista, donde actualmente vive parte de la familia Gallardo , nos recibieron dos de los diez hijos del arquitecto, Francisco y María, junto a una de sus nietas, la señora Trinidad Gallardo. entre mate y mate, reafirmaron los relatos del libro. y agregaron otras interesantes anécdotas no publicadas.
Entre ellas, una que es la ultima gracia que la familia siente haber recibido de parte de Don Orione," a nuestro hermano mayor Juan, relatan María y Francisco, le diagnosticaron cáncer en el estómago a principios de año, los médicos aconsejaron operar lo más pronto posible,Nos encomendamos a Don Orione, pero fue una gran sorpresa cuando nos dieron la fecha de la intervención, 16 de mayo, aniversario de la canonización de nuestro padre espiritual,nuestro hermano tuvo una reliquia durante la operación , y hoy podemos decir que a sus 77 años, está muy recuperado".
La Sra María Gallardo,una de las dos hijas mujeres, que tuvo don Angel, recuerda que conoció a Don Orione, cuando solo tenía 7 años." el nos visitaba a menudo en nuestra casa de Lavalle 553, capital, donde teníamos una capilla,Tengo muy presente, hasta hoy,la expresión luminosa de sus ojos.su mirada excepcional, profunda, que transmitía, mucha paz. y aunque los chicos no participabamos de las reuniones de los grandes, a veces lo escuchaba hablar de una manera modesta y humilde."
"cuando vino a Argentina, tenía fama de santidad, interviene Trinidad,y las señoras de Buenos Aires, se alborotaban para verlo de cerca.Y ya en esos tiempos, la gente que se le acercaba intentaba quedarse con algun objeto de su pertenencia