miércoles, 26 de febrero de 2014

MISIONEROS INMIGRANTES EN EL MUNDO VIRTUAL



MISIONEROS INMIGRANTES EN EL MUNDO VIRTUAL
Valencia, 4 de Mayo de 2013
Queridísimos Hermanos:
Deo gratias!
Envío esta cara desde Valencia – España – donde he venido para animar un retiro espiritual de la Familia Orionista sobre los pasos de nuestros dos mártires, P. Ricardo Gil y Antonio Arrué que serán beatificados en Tarragona el próximo 13 de Octubre. Es mi acto de devoción personal a nuestros Mártires españoles y a la España Orionista, no pudiendo ir a Tarragona para la beatificación. Con el tema “vida cristiana, vida martirial” he comprtido en estos tres días la búsqueda sobre las elecciones personales para cuidar y alimentar la “pasión” de la fe y de la misión, de la que los dos Mártires orionistas han sido ejemplos admirables
Tenía conmigo los folios y las anotaciones de esta Carta circular y pensaba a la enorme diferencia entre el contexto social del pueblo español al inicio del Novecientos, en el que fueron testigos nuestros dos Mártires, y el contexto de nuestra gente y de los jóvenes de hoy que frecuentan las plazas virtuales y navegan en el mar de Internet. Entonces era necesaria la luz del Evangelio y de la caridad cristiana. Y hoy se necesitan testigos y apóstoles, en los caminos del mundo virtual recorridos por millones y miles de millones de personas. Encomiendo a la intercesión del P. Ricardo y del postulante Antonio esta carta, pidiendo y ofreciendo al Señor un poco de su pasión por las almas, necesaria para navegar en internet como apóstoles.
Yo también soy un inmigrante en el mundo virtual creado por los medios modernos de comunicación informática. Solamente conozco algunas palabras y las reglas más esenciales para poder comunicar y moverme en los nuevos caminos de la comunicación. Pero el tema es importante, muy influyente en la vida religiosa y en su apostolado.[1] Es un mundo nuevo en el que todos vivimos y del que tenemos que aprender el lenguaje, los valores y los problemas para ser protagonistas de humanidad, de espiritualidad y de evangelización. Debemos mirarlo con interés.
Hace ya 50 años, el documento del Concilio Vaticano II Inter mirifica (4 de Diciembre de 1963), dedicado a los medios de comunicación social, afirmaba que “entre los maravillosos inventos de la técnica que, sobre todo en nuestros tiempo, ha extraído el ingenio humano, con la ayuda de Dios, de las cosas creadas, la madre Iglesia acoge y fomenta con peculiar solicitud aquellos que miran principalmente al espíritu humano y  han abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad, noticias, ideas y enseñanzas de todo género”
COMUNICACIÓN, DIALOGO, RELACIÓN, COMUNIÓN.
La comunicación es normal instrumento de diálogo. El diálogo es consecuencia de la relación. La relación es la esencia de la comunión. Es suficiente recordar esta secuencia para decir que todo lo que tiene que ver con la comunicación tiene que ver con el hombre, tiene que ver con nuestra vida de religiosos, en el ámbito espiritual, comunitario y apostólico. Tenemos por lo tanto que interesarnos seriamente por la comunicación. No sorprenda por lo tanto a nadie que dedique al tema una circular.
Antes de adentrarnos un poco en los nuevos fenómenos de la comunicación, es conveniente ver los comportamientos comunicativos de Jesús. Y también  a los de Don Orione.
Miremos a Jesús comunicador
El Hijo de Dios asumió la naturaleza humana, el Verbo se hizo carne, Palabra viva y eficaz. Jesús es comunicación, es relación. No es uno que dice palabras sublimes sobre Dios. Tampoco es simplemente el que lleva el mensaje de Dios. El mismo es, en su ser, la Palabra de Dios, es el mensaje encarnado. El no sólo revela y comunica a Dios. Es al mismo tiempo comunicador, contenido, medio, mensaje, receptor de la comunicación. En su comunicación Jesús realiza, anuncia, escucha, dialoga, discute, calla. Está atento y se adapta a los contextos sociales y a los interlocutores.
Pensando a las grandes transformaciones que se han dado en las modalidades de la comunicación, hay que recordar que en la vida vivida y compartida existen ya todos los elementos del proceso comunicativo. Por lo tanto todos somos comunicadores.
Después, reflexionamos que para ponerse en comunicación con sus interlocutores          “Cristo Jesús siendo de condición divina no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres, y apareciendo en su porte como hombre” (Fil 2, 6-7); se encarnó contextualizado, asumiendo el lenguaje de su ambiente histórico-social.
“Por medio de Su encarnación, se hizo semejante a los que habrían recibido Su mensaje, explícito en Sus palabras y en todo el planteamiento de Su vida. El hablaba plenamente integrado en las condiciones reales de Su pueblo”.[2]
La comunicación de Jesús consistió en una vida nueva comprensible. Esto está  también a la base de nuestra capacidad y posibilidad de comunicar hoy: vivir una vida religiosa comprensible. Esto se realiza cuando vivimos efectivamente la vida religiosa y cuando nos encarnamos efectivamente en nuestro habitat cultural para ser comprensibles.
Alguna idea de Don Orione
Las condiciones comunicativas de Jesús, que hemos recordado, las encontramos también en Don Orione. Fue un santo, un verdadero hombre de Dios, con una gran carga comunicativa, sea por la vida hermosa de Dios que vivía, sea por la capacidad de encarnación diaria que le impulsaba a la charitas-pasión por las “Almas”, para el bien del prójimo
Para evitar algunos malentendidos intimistas de la vida religiosa, nuestro Fundador insistió mucho en la formación: “Tenemos que ser santos, pero unos santos tales que nuestra santidad no pertenezca solamente al culto de los fieles, ni se quede sólo en la Iglesia, sino que trascienda y lleve mucha luz radiante a la sociedad, mucha vida de amor de Dios y de los hombres para ser, más que los santos de la Iglesia, los santos del pueblo y de la salud social”.[3]
Ser “santos”  es la esencia del comunicar, es la vida, es el contenido. Sin contenido no se puede comunicar nada, a nadie. Evitar las palabras: de palabrerías tenemos llenos los bolsos”,[4] sea de las pronunciadas en el púlpito como de las que enviamos en internet.
Ser “santos del pueblo y de la salud social” es nuestra condición para comunicar. Esto requiere atención al destinatario y más aún significa encarnación, estilo, lenguaje popular actualizados. “¿Son nuevos los tiempos? Corramos a su conquista con ardiente e intenso espíritu de apostolado. No vacilemos: Echémonos a las nuevas formas, a los nuevos métodos de acción religiosa y social, con fe firme, pero con criterios  y espíritu amplio. Todas las  iniciativas buenas estén con apariencia moderna, con tal de sembrar y arar a Jesucristo en la sociedad”.[5]
Dicho esto, refiriéndonos a Don Orione, ahora nos podemos detener  a describir la grandeza y la genialidad de Don Orione “comunicador”: fue escritor vivaz y eficaz, conversador apasionante, predicador interesante, fue un convencido utilizador de los medios de comunicación, fundó revistas y tipografías, habló en radio, fundó una oficina de prensa en 1938, ideó las primeras universidades populares, y otros capítulos semejantes de vida. Sobre esto ya se ha dicho y escrito mucho.
Nosotros hoy podemos y debemos vivir la misma pasión apostólica comunicando con los nuevos y potentes medios informáticos.
En tiempos de Don Orione, el único gran medio de comunicación era la prensa. “La prensa se encuentra entre las primeras fuerzas, y no se tiene que descuidar, sino más bien urge servirnos de ella para fines altos y santos”.[6] Esta era su actitud.
Es conocido que ya en 1938 instituyó una “oficina de prensa”. Apostolado de prensa pro populo que soñé hace muchos años, un apostolado de prensa para los pequeños, para los humildes, para la masa de agricultores, de obreros, la obra de la buena prensa para los trabajadores, para la salvación del pueblo. La prensa es una gran fuerza: es el gran orador que habla de día, que habla de noche, que habla en las ciudades y que habla en los barrios, hasta en las montañas y valles olvidados. ¿Dónde no llega la prensa? (…) ¡Cuánto bien hace la prensa, cuando se encuentra en buenas manos, cuando se pone al servicio de Dios, de la Iglesia, de la Patria!¿Puede nuestra Congregación desentenderse de una fuerza tal? ¿No estamos obligados nosotros a servirnos de ella proa ris et focis? Con la prensa popular llevaremos a Cristo al pueblo y el pueblo a Cristo”.[7]
Es un apóstol que habla de este modo y no un estudioso de novedades y de instrumentos modernos. Sustituyamos la palabra “prensa” con la palabra “Internet” y el texto de Don Orione, de 1838, es válido para nosotros en el 2013. Nos sugiere la actitud de cara a los nuevos y populares instrumentos de comunicación informática.
En la misma carta hay otro criterio muy válido y actual: Don Orione exige ser “ Firmes y sólidos en los principios de la Fe y a todo lo que es doctrina de la Iglesia, ateneos a la regla: in necessaris unitas, in dubiis libertas, in omnibus charitas! Precisos y claros siempre, huid del estilo afectado de formas anticuadas, que huelen a moho". Es una invitación clara a la adecuación, a la modernización en la ortodoxia y ortopraxis.
HEMOS ENTRADO EN UNA NUEVA EPOCA
Internet (la red de las redes) es el símbolo de la nueva comunicación. Internet ha superado los límites del espacio y del tiempo. Mientras que por el teléfono pasa solamente la voz, en Internet se establece una relación “al vivo”, no física sino virtual. La novedad de esta nueva época es la convergencia digital: un solo instrumento es contemporáneamente diario, TV, radio, máquina de escribir, biblioteca, impresora, torno, bisturí, etc.
Internet es un lugar, un lenguaje, un modo de ser, una cultura. A través de la red centenares de millones de usuarios se intercambian toda clase de mensajes, acceden a documentos, participan en grupos telemáticos, se encuentran a través de conferencias electrónicas, discuten sobre todo tipo de argumento. Cada vez más Internet se convierte en un espacio para las relaciones personales, de grupo, institucionales.
Una estadística del 2011 de la Unión internacional de Telecomunicaciones dice que Internet es usado por el 13,5% de la población en África, por el 26,2% en Asia, por el 61,3% en Europa (en Italia lo usan 41 sobre 60 millones de habitantes), por el 35,6% en Medio oriente, por el 78,6% en América el Norte, por el 39,5 en América Latina y Caribe, por el 67,5% en Oceanía y Australia. Son datos que hay que  actualizar constantemente porque el uso de Internet está en continua expansión: En el decenio 2000-2010 ha habido un incremento del 528,1%.[8]
Los jóvenes son los mayormente involucrados por el fenómeno de la comunicación virtual. Los adolescentes usan Internet tanto en casa (89%) como en la escuela (77%), los varones el 75%, las mujeres el 69%, ambiente urbano el 75%, en el suburbano el 73% y en el rural el 65%.[9] Solamente en Italia, en un estudio reciente de  Eurispes,[10] relevó que el 85,6% de los adolescentes italianos tiene su perfil en  facebook; el 32% usa internet durante una o dos horas al día, el 37,7% de dos a cuatro horas y el 13,3% supera las cuatro horas.
Las aplicaciones de los sistemas informáticos se han extendido a todos los campos de la actividad humana. Por ejemplo, las escuelas de toda clase, incluidas las escuelas primarias y maternas, usan y forman al uso de los medios informáticos. En la rehabilitación de los diversamente hábiles y en el tiempo libre de los ancianos cada vez se utilizan más las posiciones informáticas. Novicios y clérigos cada vez más chatean o twetan o hablan en Internet. También en la Congregación, muchos usan los medios informáticos todos los días y por varias horas.
Los datos y la experiencia nos dicen que estamos frente a un fenómeno nuevo y global que influye en las formas de comunicación y por lo tanto también en las relaciones. Hemos entrado en la era de la comunicación y de la cultura digital. Irreversiblemente esto toca al corazón también de la vida común y de la misión de la vida religiosa, creando nuevas posibilidades y también nuevos problemas y tensiones.
LOS MODELOS COMUNICATIVOS
Para comprender el cambio de comunicación que ha sucedido con la aparición de los medios informáticos conviene recordar simplemente la evolución de los modelos  comunicativos.[11]
Primer modelo: comunicación dialogal presencial
Es el modelo de comunicación cara a cara, el más natural e inmediato. En este tipo de comunicación, los participantes están presentes de una forma directa y comparten un ambiente espacio-temporal común. La interacción sucede en un contexto de co-presencia. La comunicación cara a cara es típicamente dialogal: uno de los dos individuos habla con el otro (o con los otros) y la persona al que se dirige puede responder (al menos como principio) y de esta forma el diálogo va adelante.
Es más, en la comunicación dialógica presencial, las palabras pueden ser completadas por gestos, expresiones faciales, variaciones de tono, etc.
El aspecto más importante de este modelo comunicacional es la amplia posibilidad de intercambio y de participación entre las personas. Este modelo dialogal ha sido y es fundamental para el desarrollo de todo el pensamiento humano.
A pesar  del afirmarse de nuevos métodos de comunicación, el modelo dialogal presencial es el fundamental y decisivo. Los otros modelos buscan de alguna manera de simularlo y tienen presente sus elementos.
Segundo modelo: comunicación de masa.
Se realiza a través de medios como el libro, la prensa, el cine, la televisión, etc. Se desarrolló por medio de la prensa (Gutemberg 1450) y a través de los audiovisuales consolidados hace un siglo (la primera película en 1901). Ha desarrollado un rol cada vez más relevante y aún hoy, es la principal referencia de comunicación en la sociedad actual
En este modelo la comunicación es mediada por la técnica; es altamente monológica y ausente de diálogo. La relación es uno para muchos. La comunicación de masa ha influido mucho en la sociedad contemporánea. Ha permitido superar las barreras geográficas y culturales, ha transformado la comunicación en un gran mercado, influye su mentalidad y costumbres.
La comunicación de masa se produce en un número de centros cada vez más reducidos y difundidos a nivel nacional y mundial, dependiendo de la voluntad de sus productores y, en particular, de los intereses económicos.
Tercer modelo: comunicación dialogal no presencial
Es la última que ha nacido. Ha sido posible y popular en los últimos 40 años con la aparición de los instrumentos informáticos y digitales. Tienen, por lo tanto, una historia muy breve. El advenimiento de este tipo de comunicación no solamente se apoya en los dos anteriores, sino que influye en ellos y reestructura toda la comunicación.
La característica esencial de este nuevo modelo de comunicación es la posibilidad de la relación dialogal (sea uno para muchos que muchos para muchos) también sin la presencia física en el mismo tiempo y espacio. Se llama comunicación virtual. Hay que observar que la comunicación virtual es menos completa que la presencial y menos extensa que la de masa.
El ciberespacio es la dimensión social en el que se realiza este nuevo modelo de comunicación, por medio chats, email, teleconferencias, grupos de discusión, redes sociales, etc. Cibercultura o cultura virtual son los nombres que se ha dado a la cultura contemporánea caracterizada por el uso de estos nuevos instrumentos informáticos. Usaré preferentemente el término cultura virtual.[12] “Esta cultura antes que por los contenidos, nace por el hecho mismo que existen nuevos modos de comunicar con técnicas y lenguajes inéditos”.[13]
TENEMOS QUE INMIGRAR A LA NUEVA CULTURA
Aunque con muchas diversidades, hemos entrado todos en la cultura virtual que ofrece nuevas posibilidades ordinarias y ampliamente practicadas de relaciones virtuales y de socialización virtual
En el pasado, el emigrante o el misionero tomaba el barco o el avión y, en el país donde llegaba, encontraba una nueva cultura que tenía que asumir, en la que se tenía que ambientar. Hoy, lo que sucede es que permanecemos en nuestro lugar y ha cambiado el mundo y la cultura que nos rodea. Tenemos que inmigrar, estemos donde estemos, y tenemos que ambientarnos
Vivir en la cultura virtual no es una hipótesis futurista o un mundo de ciencia ficción. No, es ya actualidad. Es el mundo que se ha desarrollado con los nuevos instrumentos electrónicos. Basta ver como se mueve con estos instrumentos un sobrino de 8 años y como influye en la vida diaria, de las familias, de la escuela, Cada vez más religiosos, en la Congregación, nos comunicamos de un lado a otro del mundo con mails, nos vemos y nos hablamos en skype, entramos en círculos de facebook, de tweet u otros semejantes.
La red no es house (estructura), es home (ambiente relacional). Es parte integrante de la vida personal y social. La red no es sólo algo distinto, externo a la vida; es condición, modo de vivir. No sólo se usa la red, sino que se vive en red. Es inadecuada la condición entre real y virtual. La oposición es más entre físico y virtual. Una conversación, la visita a un museo, un pago bancario o una intervención quirúrgica realizadas virtualmente, es decir en virtud de los medios informáticos, son reales y tienen consecuencias reales.
Hoy, hemos entrado en la “cultura virtual” como, hace miles de años, se entró en la cultura alfabética y, hace siglos, en la cultura de masa. Muchos entonces se quedaron analfabetos. También hoy, muchos pueden quedarse analfabetos del nuevo lenguaje digital, pero el mundo de todas formas habla y vive en la cultura virtual. Todos estamos profundamente involucrados.
Como religiosos, nosotros estamos en este mundo. Y estamos llamados a ser como “sal y fermento de la tierra”, como “testigos” y “misioneros” de la nueva vida en Cristo. Por condición y por vocación, estamos sumergidos y en diálogo en el mundo contemporáneo que hoy se presenta con este nuevo modo digital de ser y comunicar.
Joana Puntel, religiosa paulina brasileña experta en comunicación, en su relación  sobre “Vida religiosa en la cultura mediática” en la Asamblea de los Superiores generales del año pasado, decía que en el mundo – y en las Congregaciones religiosas – hay tres categorías de personas:
los nacidos digitales (digital natives): los que han nacido en la cultura digital, que tienen más o menos de 25 años para abaJO
los inmigrados digitales (digital immigrants): los que han llegado después a las nuevas tecnologías de comunicación con una ambientación más o menos lograda;
los  analfabetos digitales (digital analfabetics): los que por varias razones no han aprendido los nuevos lenguajes informáticos y se sienten ajenos al nuevo mundo nacido de la comunicación digital.
Descubrirnos “analfabetos digitales” o incluso “inmigrados digitales”, que balbucean solamente alguna palabra indispensable, puede producir incomodidad, rechazo, sentido de extranjero, desánimo, pero puede producir curiosidad o deseo de aprender.
 UN AMBITO NUEVO DE FORMACIÓN
Después de haber considerado que hemos entrado todos en un mundo de comunicación virtual que modifica y extiende la comunicación real entre las personas, nos preguntamos: ¿cómo establecer una integración fructífera de la dinámica virtual en las relaciones? ¿cómo servirnos bien de los medios informáticos en las relaciones?
Muchos piden a los superiores indicaciones e incluso normas disciplinares para regular el uso de los medios de comunicación, de los que preocupan evidentes y frecuentes consecuencias negativas: desde la simple pérdida de tiempo hasta a formas de dependencia y de desdoblamiento relacional (cercanos con los lejanos y lejanos con los cercanos).[14] Se indican descarrilamientos en el campo de la castidad (consumo pornográfico, relaciones afectivas en internet...),[15]  de la pobreza (gastos no autorizados, administración de cuentas escondidas…), de la obediencia (dependencia de otros y no de los superiores, desinterés comunitario, comunidades virtuales alternativas…).
En el Consejo general, más de una vez se ha reflexionado sobre esta exigencia de orientación y el fruto fue la Nota sobre el uso de los Mass Media del vicario general, Don Achille Morabito, en la perspectiva de la formación inicial y permanente.[16]
Recuerdo que pregunté  a la ya citada Sor Joana Puntel si existía ya una pedagogía o por lo menos algún esbozo compartido de reglas  de comportamiento disciplinar sobre el uso de los medios informáticos. Respondió que, por la misma naturaleza de la comunicación digital, es prácticamente imposible establecer reglas disciplinares externas, comunes, eficaces y controlables. Las reglas son indispensables, pero solamente pueden venir de la autodisciplina, y por lo tanto, de la formación personal en el uso de los nuevos potentes medios para crecer y no para “fracasar” en la propia personalidad.
Queridos Hermanos, el objetivo de esta Circular es invitar a la formación y al uso positivo no ingenuo de los medios de comunicación virtual. Es una invitación a reflexionar de cara a un camino educativo que es nuevo para todos nosotros. Los más se regulan  (y alguno se sale de la regla) como pueden. Emergen también religiosos competentes y experiencias comunicativas positivas.[17]
El dicho popular “dime con quien andas y te diré quien eres” nos recuerda que nuestras relaciones son determinantes en la formación de la personalidad humana. Esto vale también para las relaciones virtuales. Influyen en la formación, en la espiritualidad, en la vida comunitaria, en el apostolado.
Benedicto XVI ha enfrentado el tema del uso de los social network en su Magisterio “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital” para la 45ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales del 2011. El Papa ha evidenciado lo positivo de este instrumento que es “el signo de una búsqueda auténtica de encuentro personal con el otro conduciendo a formas nuevas de relación interpersonal”.[18] Ha reconocido en el uso de los social network un camino para responder a la exigencia profunda de comunión, de participación aunque en la diversidad de lugares y de realidades de vida. Es incalculable el material de fotografías, mensajes, informaciones y documentos de toda clase que cada día, sobre todo las nuevas generaciones, comparten entre ellos y entre las diversas partes del mundo a pesar de la distancia geográfica. Hay que alegrarse siempre por las nuevas posibilidades comunicativas. Cuando no prevalecen demasiado los motivos económicos-comerciales, la red informática facilita un gran flujo de conocimientos y de relaciones que pueden hacer crecer la comunión de la familia humana.
El Santo Padre, en el mismo mensaje, hace presente algunos riesgos humanos en la relación virtual: se pueden encontrar interlocutores virtuales incorrectos y deshonestos; existe el riesgo de refugiarse en una especie de mundo paralelo;[19] se atenúa la conciencia y el compromiso hacia el “prójimo”.
Zygmunt Bauman,[20] pensador  polaco, gran observador crítico de la sociedad moderna, ha advertido de algunas consecuencias producidas en las relaciones humanas por la excesiva frecuentación de relaciones virtuales. Ha notado que la relación virtual permite a toda persona de comunicar aún siendo extraña la una de la otra, solo llevando continuamente una máscara, sin comprometer la propia persona, sin provocar una interacción profunda entre las personas. Y afirma que este comportamiento comunicativo “de mariposa” termina por ser adoptado en la vida diaria por lo que “un ambiente social vale si pone a la persona en la condición de estar presente en el lugar sin ser incitada, presionada o inducida a quitarse la máscara, y dejarse llevar, explicarse, mostrar los propios sentimientos y confesar los pensamientos íntimos, sueños y miedos”.[21]
Dicho de otra forma, en Internet con un clic haces il logout (salida) e interrumpes el link (relación). Pues bien, este comportamiento puede contagiar las relaciones de la vida real: si no me gusta, dejo; si me canso, cambio. De este modo, el propio yo permanece débil y solo, no existe progreso, crecimiento humano. No existe sentido de pertenencia y fidelidad. Se llega, afirma aún Bauman, a “una comunicación hecha de pura y simple afinidad que por este motivo no es problemática, no requiere esfuerzo alguno o vigilancia genuinamente ordenada”.[22]
Esto sucede, por ejemplo, cuando alguien comunica muchísimo en Internet o al móvil con quien le es afín y después, en casa ni siquiera saluda o no tiene nada que decir en la mesa... En conclusión, existe el riesgo concreto que el espacio dado a las relaciones virtuales lleve a satisfacer la propia necesidad de relación dejando pocas energías para las relaciones interpersonales reales, más comprometedoras y más humanas.
UN DECALOGO DE  ORIENTACIONES
Un intento para encaminar una pedagogía de vida en el mundo virtual, mediante algunas orientaciones prácticas y practicables.
1. Valoriza la comunicación informática.[23] Conoce los nuevos medios de comunicación para saber dominarlos. Estos, “están entre las cosas maravillosas – inter mirifica – que Dios ha puesto a disposición para descubrir, usar, dar a conocer la verdad, también la verdad sobre nuestra dignidad y sobre nuestro destino de hijos suyos, herederos de su Reino eterno”.[24] Hace falta ser conocedores de los problemas humanos unidos a la comunicación virtual para prevenirlos, o al menos, para dejarse ayudar. Y no es suficiente el uso y el consumo, sino es necesario ambientarse en el nuevo mundo virtual en el que vivimos. Para esto será útil participar en iniciativas específicas de formación a la vida personal y apostólica en el mundo virtual
“Los cristianos tienen que tener en cuenta la cultura mediática en la que viven” para “integrar el mensaje salvador en la nueva cultura que los potente instrumentos de la comunicación crean y amplían”.[25] Con este fin hace falta una “vasta obra formativa para hacer de tal forma que los mass media sean conocidos y usados de un modo consciente y apropiado”.[26] De hecho, “sin una adecuada formación se corre el riesgo que los mass media, en lugar de estar al servicio de las personas, les sometan y condicionen de forma determinante”. “Se eduquen los religiosos a un uso disciplinado y crítico de estos medios – dice la Norma 76 – para que se formen una buena conciencia y un juicio maduro de las realidades y necesidades del mundo en el que viven con el objetivo de meter en ellos los valores evangélicos.
2. Cultiva la interioridad  para no adquirir una identidad débil y superficial. La nueva cultura virtual presenta una visión fragmentada de la realidad. La realidad y la verdad se encuentran sumergidas en el mar de muchas visiones y verdades presentadas como absolutas. La verdad es sustituida por la opinión. La oferta y la demanda de todo está al alcance de la mano con un click. Los valores y los hechos de una persona o de una institución se encuentran puestos en comparación con otros mil, con frecuencia contrarios. Al sitio de la Iglesia se apoyan muchísimos sitios de iglesias, de religiones, de sectas y de “fábulas profanas” (1 Tm 4,7) e “ingeniosamente inventadas” (2 Pt 1,16). El relativismo es una consecuencia fácil de esta cultura y, con él, la debilidad de identidad personal.
La comunicación virtual puede favorecer la superficialidad. Resérvate tiempos de silencio y de reflexión para hacer sobresalir la dimensión interior y trascendente de tu persona. La comunicación virtual es inmediata y rápida en los mensajes. Pon en tu proyecto personal tiempos (aparentemente) inútiles al hacer y al decir y útiles a la contemplación y al discernimiento. La comunicación virtual ofrece informaciones y opiniones de todo tipo, todas en el mismo plano, contando más sobre el efecto de la impresión que sobre la reflexión y el análisis de la realidad. Para verlo claro, integra siempre los conocimientos virtuales con tu experiencia, de las personas y de los hechos.
3. Sé explorador y no nómada. El normal nomadismo es el comportamiento típico que se desarrolla en el mundo virtual, En la red se navega, se explora, se está siempre en movimiento de un sitio a otro, de un mundo a otro. Es hermoso y puede convertirse en un daño. El nomadismo de la red se puede convertir también en un estilo de vida: se pasa con facilidad de una experiencia a otra, de una relación a otra, de una pertenencia a otra. Eres explorador que tiene una identidad propia (casa, afectos, proyectos) y no un nómada que se tiene solamente a sí mismo, aquí y ahora. El nomadismo lleva a la indiferencia, a la soledad, al abuso, a la prevaricación.
4. Comunica lo que eres. Nosotros comunicamos sobre todo lo que somos. Se puede por lo tanto ser grandes usuarios y expertos de la comunicación virtual, pero transmitir la propia mediocridad y mezquindad o la honestidad y la vida hermosa.
En internet hay muchos sitios y blog de la Congregación. En éstos ¿comunicamos nuestro estilo de vida y nuestros “amores”?. ¿Comunicamos la elección radical por Dios y por el Señor Jesús? ¿Expresamos la fraternidad comunitaria, la elección por los pobres y desamparados, la confianza en la Divina Providencia y la esperanza, la belleza de la caridad? En el mundo virtual no es suficiente comunicar el Evangelio y el carisma como si fueran una ideología, como una máscara, un look, un avatar.[27]
Nuestro atractivo (client appeal) también virtual está en el testimonio del “seguir a Cristo más de cerca” y del “llevar a los pequeños, a los pobres, al pueblo, a la Iglesia y al Papa, para Instaurare Omnia in Christo, mediante las obras de caridad”. Por lo tanto ser buenos religiosos orionistas en la vida diaria es, desde un punto de vista comunicativo, mucho más importante que todos los sitios web, radio, televisiones o diarios que podamos tener, porque de hecho comunicamos lo que somos. Sólo si el testimonio de la vida es auténtico, la comunicación mediática puede suscitar atracción hacia el Señor (evangelización) y hacia la vida orionista (vocación).
5. Educa tu voluntad al bien.  Las redes sociales (social network) han hecho posible la interactividad abierta, contemporáneamente  y desde lugares distantes, más allá de los muros de la casa de comunidad y de la obra. En Internet podemos ir donde queremos y con quien queremos.[28] No es necesario pedir permiso ni avisar. No está el superior o el hermano que te pregunta “¿dónde vas?”. “¿qué has hecho?”. No hay otro control que el de tu responsabilidad personal. Por lo tanto, ilumina la razón y educa la voluntad al bien desde la formación inicial,[29] y después permanentemente porque en el mundo de los personal media tienes la posibilidad de hacer lo que quieras. También el mal. También tu mal. Sabes muy bien que en el mundo virtual está involucrada tu inteligencia y voluntad y por lo tanto tus acciones y relaciones virtuales son humana y moralmente considerables.
6. Administra y ordena el tiempo. Hemos visto que estadísticamente está aumentando el tiempo que los jóvenes y adultos ocupan con los medios informáticos. También entre nosotros los religiosos. En consecuencia otra orientación tiene que ver con la administración del tiempo y de la propia vida.
El reciente Capítulo general menciona entre los “elementos de molestia y de compensación a la relación fraterna el uso impropio de los teléfonos móviles, ordenadores, TV” (37). Los horarios y los compromisos comunitarios hoy pueden seer anulados: de hecho, puedes telefonear, chatear, navegar mientras estás en la mesa, o en el trabajo o en la cama o…también en la iglesia. Es imposible dar reglas iguales para todos, pero es indispensable que, personalmente o comunitariamente, se establezcan las prioridades y se administre el tiempo poniendo orden y proyecto, reglas, en la propia vida.[30] El tiempo es vida. En la gestión del tiempo manifestamos quiénes somos y qué vida hacemos.
7. Sé persona transparente. Ser persona significa decir y manifestar la propia identidad individual, cristiana, religiosa y orionista. En las relaciones virtuales es posible prescindir y también esconder la propia identidad personal. En Internet y en los social network, evita el paso equivocado y fatal de cultivar relaciones en el anonimato propio y de otros, el uso de  máscaras y de avatar sustitutivos: sólo se empiece un contacto después del reconocimiento de un rostro y de una identidad personal… Son nefastas las consecuencias de una second life (otra vida, otra personalidad) virtual que desdobla y desintegra la personalidad.
Ser persona transparente en el mundo virtual significa además – tomo la palabra de Benedicto XVI – “testimoniar con coherencia en el propio perfil digital y en el modo de comunicar, elecciones, preferencias, juicios que sean profundamente coherentes con el Evangelio, también cuando no se hable explícitamente de él".[31]No tenemos que ser hipócritas o exhibicionistas de nuestros sitios, blog, mail, video-conferencias, ni siquiera con buenas intenciones: vuestro lenguaje sea sí, sí y no, no” (Mt 5,37).
8. Busca la experiencia además de la información. ¡Hay mucho derroche de tiempo y de recursos en la comunicación de todo tipo y, más aún, en la informática! Lo que es comunicado con frecuencia no se acoge; lo que se acoge a veces no se convierte en reflexión fecunda; lo que se reflexiona con frecuencia no se convierte en vida. ¿Cómo romper esta cadena de infructuosidad que desalienta la comunicación? Don Pascual Chávez, Rector mayor de los Salesianos, escribiendo “nuevas fronteras de la comunicación social” ha referido el dicho popular “no puedes comer una tortilla si no rompes antes el huevo”.[32] La riqueza nutritiva de una tortilla está encerrada dentro del huevo. Es evidente que si se deja allí, nunca llega a ser una comida deliciosa y nutritiva; al contrario, antes o después, se pudre, y su contenido se convierte en desagradable y para tirar. El huevo es la vida concreta, es la experiencia real. De la cáscara de la comunicación hace falta sacar la experiencia de vida. La exquisitez de la tortilla – sea que se elabore con un sitio Internet, una predicación, una lección de catecismo, un documento del Capítulo o la Circular del general - depende siempre de la bondad de la experiencia de la que proviene. Sin embargo hace falta romper la cáscara, ir a lo que está dentro, con la reflexión y la confrontación para que salgan los contenidos. No es suficiente la mirada o un juicio superficial para transformar la información en alimento.
9. Integra el contacto virtual con el directo y físico. Ciertamente el mundo virtual no es paralelo sino parte de la realidad de cada día. Y lo será cada vez más.[33] Es parte del tejido de la existencia. Es parte pero no todo. Es una expansión nueva y potente de información y de diálogo para reforzar las relaciones. Integra, sin embargo, las relaciones virtuales en las relaciones directas y físicas con las personas y la naturaleza.[34] Benedicto XVI invita a autodisciplina e a equilibrio porque "es importante recordar siempre que el contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo con las personas a todos los niveles de nuestra vida".[35
Los media se convierten en una tentación cuando nos distraen de las relaciones cotidianas, en casa, las que nos ha dado la Providencia y la obediencia, ofreciéndonos las virtuales; no las que exigen sacrifico sino las que producen placer; no las conyugales (de comunidad y de apostolado) sino las que nos elegimos nosotros, más atractivas, menos vinculantes, que podemos apagar cuando queremos con un clic o metiendo la dirección en la papelera o en el spam. No suceda que alguno dedica más tiempo a la comunidad de Factbook, o semejantes, que a la propia comunidad. Tenemos que estar atentos para poner una jerarquía y prioridad en nuestras relaciones para evitar distorsiones y caer en la malnutrición relacional.[36]
10. “Echad la red” (Jn 21, 6)[37] o, como decía Don Orione, “Hágamonos la señal de la cruz y echémonos en el fuego de los tiempos nuevos” del mundo virtual. La red virtual es un ámbito nuevo de vida y de apostolado que “nos interesa”. No se debe condenar.[38] Ciertamente hay que conocer los problemas, hay que evitar los riesgos, pero con Don Orione tenemos que tener una actitud “apostólicamente de confianza”, “ni presumidos ni conejos”,[39] sino “con criterios y espíritu amplio. Todas las iniciativas buenas estén en vestido moderno, con tal de sembrar y arar a Jesucristo en la sociedad”.[40]
El Papa Benedicto XVI, que no usaba ni siquiera la máquina de escribir, ha estimulado a entrar en el mundo digital para “introducir en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoyan nuestra vida. En los primeros tiempos de la Iglesia, los Apóstoles y sus discípulos llevaron la Buena Noticia de Jesús al mundo greco romano: como entonces la evangelización para ser fructífera requirió una atenta comprensión de la cultura y de las costumbres de aquellos pueblos paganos con la intención de tocarles las mentes y los corazones, así ahora el anuncio de Cristo en el mundo de las nuevas tecnologías presupone un profundo conocimiento de las mismas para poderlas usar adecuadamente”.[41]
¿Qué podemos hacer como Orionistas, personal e institucionalmente, para ser “faros de fe y de civilización”, para comunicar el Evangelio y la experiencia de nuestra vida orionista a través de los nuevos lenguajes? Será necesario, antes que nada, ambientarnos en el nuevo mundo virtual en el que vivimos. Todo misionero aprende la lengua del lugar donde va, porque es condición indispensable para su misión. El uso de la comunicación virtual es necesario para nuestra misión en el mundo virtual en el que vivimos. De lo contrario, nos sentiremos tímidos y miedosos, fuera del lugar y fuera de la época. Considero que haya que poner en marcha una confrontación y una formación entre religiosos y laicos orionistas que están usando los instrumentos informáticos como forma de apostolado.[42]
 Queridos Hermanos, concluyo invitando a todos a ser misioneros inmigrados en el mundo virtual, donde misioneros es sustantivo e inmigrados es adjetivo. Para decir que si uno es misionero de verdad, sabe afrontar el desafío de hacerse inmigrado por el Evangelio. Don Marabotto en Polonia, Don Zanocchi en Argentina, Don Pattarello en Brasil, Don Genovese en Chile, Don Mugnai en Costa de Marfil, Don Piccoli en Filipinas, y otros muchos, se les recuerda hoy como grandes misioneros e hicieron mucho bien incluso si no hablaron nunca bien la nueva lengua  y tuvieron dificultad de inculturación.
Esto vale también para nosotros. El motivo principal por el que entramos en red e inmigramos en el mundo virtual debe ser el celo misionero y no la diversión, o el pasatiempo o, peor aún, el ocio. Don Orione, hace 100 años, no mandó a sus religiosos a un crucero turístico a Brasil y después a otros países, sino que les envió a una ardua empresa misionera. Y fue empresa misionera, con frutos que permanecen aún hoy. Recordemos que el éxito de nuestros misioneros se mide por las vocaciones nativas suscitadas. Así el éxito de nosotros religiosos maduros, inmigrados en el mundo virtual, se mide por la pasión misionera que transmitimos a los nativos virtuales
Me parece de escuchar y casi de ver, después de una breve vuelta por las carreteras de la web, las palabras de Don Orione desde el Chaco, referidas al mundo virtual y a cuanto allí se encuentra: “Aquí la mayor parte de los muchachos son hijos naturales… muchísimos no están bautizados; la corrupción de las costumbres es tremenda. Aquí hay protestantes, hebreos, mercaderes que se enriquecen de bienes terrenos y que están allí por la riqueza, y ¿no estará el sacerdote por las almas?”.[43]
CONCLUYENDO
El cuatrimestre Enero – Abril 2013, apenas terminado, se ha caracterizado por la sucesión en la Cátedra de Pedro, en Roma, entre el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco. Cuántos pensamientos y cuántos sentimientos se han expresado. Deseo subrayar todavía uno: creo que todos nosotros hemos tenido una confirmación más, que es el Señor Jesús, por medio del Espíritu Santo, quien guía y hace vivir a su Iglesia. Ahora conformémonos al pensamiento, deseo, estilo y enseñanza del Papa Francisco.
Vuestro hermano y padre en Cristo y en Don Orione,
Sac. Flavio Peloso, FDP
Superior general
[1] Todas la Congregaciones están afrontando un poco este tema. Se trató en varios grupos de estudio en las Asambleas de los Superiores generales.

[2] Es muy hermoso el n.11 de la Instrucción Pastoral Communio et Progressio que describe a Jesús comunicador.

[3] En camino con Don Orione, p.325.

[4] Escritos 61, 114.

[5] Escritos, 79. 300. “En el bien, si no se es un poco originales, si se permanece siempre en lo mismo, se estanca, se enmohece... La novedad es medio para hacer el bien porque se atrae la atención, hace interesarse a los demás en las iniciativas del bien…”; Palabra del 17.4.1938.

[6] Carta a Don Domingo Sparpaglione del 15.2.1938; Escritos 33, 19.

[7] Carta a los sacerdotes llamados a constituir una “Pequeña Oficina de Prensa” del 22.2.1938; Cartas II, p. 527-533.

[8] La comunicación con medios digitales está en una expansión global rápida porque los instrumentos son útiles, de fácil uso, económicos. Hemos pasado de los  mass media a los personal media, de dimensiones pequeñas, de bajo costo. De larga duración (notebook, ipad, cellulari, smartphone, etc.).

[9] Datos del 2007 de la Pearson Education, Inc

[10] Relación Nacional Eurispes 2011 sobre "Muchachos en peligro por la dependencia de Internet y Social Network", Roma 2011.

[11] Para ilustrar algunos elementos esenciales me sirvo del esquema de la conferencia de Juana Puntel a la Asamblea de los Superiores generales de Mayo 2012 con el título “Vida religiosa en la cultura mediática”, y de sus libros: Cultura medática y Igreja: uma nova ambiência (2006); Comunicação: diálogo dos saberes na cultura midiática (2011)

[12] La cultura digital o cibercultura o cultura virtual ha surgido a partir de los años ’70, con el difundirse de la microinformática y con el surgir de las redes. Además es cuando empiezan a funcionar la cultura del teléfono móvil, de los ordenadores, de las redes (internet), de los  micro-objetos digitales a raíz del proceso electrónico digital.

[13] Juan Pablo II, Carta Apostólica del 24 de Enero de 2005, El rápido desarrollo, n.3.

[14] La ciberdependencia (dependencia de internet) es un problema muy descrito y revelado estadísticamente. Las personas que están afectadas se caracterizan por un deseo angustioso de pasar la mayor parte de su tiempo en red. Es una droga, igual que el alcohol o la cocaína, y como en el caso de estas substancias, sirve para que el individuo  huya de la realidad. El empleo exagerado de Internet comporta la manifestación de trastornos psicológicos, que a veces acaban en verdaderos desórdenes psíquicos.

[15] En la vida cotidiana, las relaciones interpersonales llevan consigo siempre dificultades y también conflictos; en internet y en los social network, de hecho, las relaciones son organizadas entre semejantes seleccionados por afinidad, y las diferencias de carácter o las dificultades interpersonales son «oscurecidas» por la lejanía,  por el anonimato: existe el riesgo de perder la alteridad, la tensión, el conflicto, la integración, el progreso comunitario. La afinidad relacional puede llegar a ser íntima y también de natura sexual. Un religioso y psicólogo, José Crea ha dedicado un artículo a “Vida religiosa y una dependencia sexual en internet,“Vita consacrata”, 2004/2, p.171-182.

[16] En Actas y comunicaciones, 62 (2008), p.327-332. Las Normas hablan de los medios de comunicación social en los n. 8, 76, 92, 105. El Itinerario Formativo Orionísta, en el capítulo “Formación humana”, trata sobre el uso de los medios de comunicación social”, n. 62-65, p. 72-74

[17] Algunos sitios de la Congregación están bien hechos; www.donorione.org ha llegado a ser una pequeña plaza en la que cada día más de 1000 personas, de las cuales más de la mitad son nuestros religiosos, van par ver noticias de la familia Orionísta; hay sitios que, además del material espiritual y pastoral, ofrecen la posibilidad de coloquio; el Centro Provincial Vocaciones de Brasil Sur hace promoción y acompañamiento vocacional via internet; cuantas veces también yo he podido hacerme presente en reuniones y convenios hablando en directo video/voz de un lado a otro del mundo orionísta; desde nuestras obras de Lindleya (Polonia), Claypole y Córdoba (Argentina),  Itapipoca (Brasile) y otras, se transmite la Misa y programas religiosos en directo via internet; tenemos algunos sitios de formación profesional on line; se están haciendo reuniones de Secretariado en  videoconferencia. Son realmente muchos los servicios que ya se estan realizando. Hay un sitio polaco (no nuestro) - pogotowieduchowe es decir emergencia espiritual – donde aparece el mapa con la bombillita verde encendida de los sacerdotes que tienen el teléfono encendido y a los que puedes llamar para expresar tus problemas y necesidades.

[18] Benedicto XVI, Mensaje “Vedad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital” para la 45ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Ciudad del vaticano 2011

[19] Al especto es significativo el fenómeno Second Life, un mundo virtual al que se accede mediante un programa gratuíto que permite a los usuarios, representados por una imagen propia (avatar), de interaccionar unos con otros. Los residentes pueden explorar, socializar, encontrar otros residentes y dirigir actividades de grupo o individuales, crear partnership, casarse, realizar proyectos, comprar terrenos, construir, trabajar y teletransportarse al pasado y viajar a través de las islas y de las tierras que forman el mundo virtual, cuyos datos virtuales son almacenados y a disposición. Hay millones de personas conectados que viven su Second Life. Cfr el artículo aparecido en  La Civiltà Cattolica, a cargo de Antonio Spadaro: «Second Life»: el deseo de “otra vida”, 2007/III, p. 266-278.

[20] Consideramos que las obras de Zygmunt Bauman, La modernad líquida, Editori Laterza, Bari, 2009 y La Sociedad individualizada, Il Mulino, Bologna 2010.

[21] Zygmunt Bauman, La modernidad líquida, Laterza, Bari 2009, p.105.

[22] Idem, p.110.

[23] El Documento de Aparecida, de la V Conferencia General del Episcopado de America Latina y Caribe  (2007) dedica el n.486 a “Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación” ofreciendo indicaciones prácticas.

[24] Juan Pablo Paolo II, Carta Apostólica del 24 de Enero del 2005, El rápido desarrollo, 14.

[25] El rápido desarrollo.2 e 8.

[26] Ibidem, 11.

[27] El avatar es una imagen elegida para representar la propia identidad en comunidad virtual, lugares de agregación, discusión o de juego on-line. El término ha sido popularizado por una película de gran éxito.

[28] Tengo presente la escena vivaz y simpática de los seis novicios y de su padre maestro, después de cenar, en la sala de los ordenadores de Villa Borgia. Me he acercado algunas veces: cada uno con ordenador, cascos y micrófono, quien hablaba en italiano, quien en español, quien en rumano, quien en tono serio y confidencial, quien bromeando en alta voz, quien hablando a la familia, quien a los amigos… ¡Qué diferencia al recreo en el patio (hecho antes!), me encontraba en una auténtica plaza mediática mundial.

[29] No se piense que tiene que ver sólo con los religiosos de algún país más rico económicamente. Por conocimiento directo se que los jóvenes que entran en la Congregación hoy – desde la Costa de Marfil a Brasil, desde Polonia hasta la India – a pesar de proceder de ambientes geográfico-culturales muy diferentes están todos formados en el único ambiente/cultura virtual al que tienen fácil y económico acceso.

[30] La única regla común de Congregación que siento el deber de recordar es la de dejar el mundo virtual fuera de la habitación, reservada a la intimidad personal, al silencio y al descanso. Los motivos que han llevado a prohibir la televisión en la habitación son los mismos, y hoy más urgentes, para hacer excluir el uso de los mass media informáticos en la habitación.

[31] Benedicto XVI, “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”.

[32] Se trata de la Circular “Con el valor de Don Bosco en las nuevas fronteras de la comunicación social” del 24 de Junio del 2005; Actas del Consejo General n.390.

[33] Una vez más envío al Mensaje de Benedicto XVI “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”.

[34] En este sentido es útil la lectura de Jonah Lynch, El perfume de los limones. Tecnología y relaciones humanas en la era de Facebook, Lindau, Torino, 2011. “¿Qué tienen que ver los limones con la tecnología?”, se pregunta el autor. “Un limón cogido del árbol tiene la cáscara áspera, Si se la aprieta un poco sale un líquido perfumado y de repente la superficie se convierte en lisa. Después está aquel líquido ácido tan bueno puesto en la chuleta y con las ostras, en los drink de verano y ¡en el té caliente! Tacto, olfato, gusto. Tres de los cinco sentidos no pueden ser transmitidos por medio de la tecnología. Tres quintos de la realidad, el 60%. Este libro invita a tenerlo en cuenta.

[35] Mensaje “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”, cit

[36] Sobre esto ya había escrito en la Circular “El Señor sabe que estamos”. Atti e comunicazioni 2010, n.233, p.235-248

[37] Jn 21, 6; la red virtual es un nuevo ámbito de apostolado y también un instrumento de apostolado.

[38] Puede servir como ejemplo la actitud de Don Orione de cara al avanzar de la “época de la democracia” que, al inicio del siglo XX, llevó desorden, bloqueos y temores incluso en un cierto ámbito católico, tentado de condenar el fenómeno como proveniente de las fuerzas del mal. Don Orione en 1915 escribe: “La democracia se adelanta con nuevas necesidades y con nuevos peligros. No nos asustemos, queridos amigos, sino seamos, por caridad, gente de fe amplia y generosa de nuevas ayudas, si queremos de verdad ser la gente de nuestro tiempo: la democracia si avanza acojámosla amigablemente, encaucémosla, cristianicémosla en sus fuentes, que son la juventud…” Sobre los pasos de Don Orione p. 213. ¿No tendremos que hacer algo semejante en época de cibercultura y de mundo virtual?

[39] Don Orione precisaba mejor esta expresión diciendo “¡no quiero gente desganada; pequeña de cabeza y de corazón, carente de toda sana, moderna, necesaria y buena iniciativa, carente del necesario valor! ¡Confiar no en nosotros, sino en Dios, y adelante con ánimo alto, con corazón grande, con mucho valor!”. Se vea también Sobre los pasos de Don Orione, el tratado de las características de nuestra caridad apostólica: bien preparados culturalmente, audacia y carácter emprendedor, creatividad y rapidez en la acción, laboriosidad, inteligencia y modernidad en los medios y en los métodos, p. 171-179.

[40] Reconocemos enseguida el estilo de Don Orione en estas expresiones; Escritos 79, 300. Hablando del uso de diarios  y radio, Don Orione escribía, el 21 de Agosto de 1935 desde Buenos Aires: “Ved que se puede ser modernísimos sin ser modernistas. Así es como tenemos que ser: servirnos de cuanto la ciencia ha encontrado para difundir la Palabra de Dios y el bien”, Escritos 18, 133. Evidentemente, esto no es un estímulo a la vanidad y al derroche en la compra de los medios informáticos propuestos por el comercio. El motivo apostólico es el que debe guiar siempre nuestras elecciones de los instrumentos.

[41] Mensaje “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”

[42] La Norma 92 recuerda que “Para ser apóstoles hace falta preparación y constante actualización se en los principios como en los métodos y en los instrumentos” y que “el uso inteligente de los medios de comunicación social puede ofrecer grande provecho”
[43] Escritos 50, 25.
Fuente:https://www.donorione.org