LINEAS DE ACCIÓN
PARA LAS OBRAS DE CARIDAD
DE LA FAMILIA ORIONITA
Pequeña
Obra de la Divina Providencia (Don Orione)
Roma, 2010
PRESENTACIÓN
Queridos Hijos de la Divina Providencia,
Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad,
Laicos colaboradores, amigos y bienhechores de las Obras de caridad
orionitas
Con este documento
ofrecemos finalmente el resultado del camino iniciado en Génova, en el año 2008
y finalizado con el Encuentro orionita internacional
de la pastoral de la caridad, en Varsovia en el año 2009.
El Encuentro de Génova
(20 al 22 de junio de 2008) pretendió ofrecer a los participantes “un momento de reflexión sobre un tema
crucial en el servicio a la persona, especialmente a aquellas que se encuentran
en una situación de mayor debilidad y fragilidad”. El Encuentro de Varsovia
concentró la atención y la reflexión en el compromiso concreto y cotidiano del
servicio a los más débiles y de la gran misión de nuestras obras, queridas por
Don Orione como “faros de fe y de civilización” para el mundo de hoy
En Konstancin
(Varsovia), del 14 al 19 de junio del año 2009, fueron convocados de todo el
mundo los representantes de las obras de caridad orionitas. Fue un momento
importante de comunión, de reflexión y de participación intercultural, en el
marco del Proyecto Orionita para las
obras de Caridad (FDP, 2004) y del Modelo
de obras y servicios socio-sanitarios (PHMC, 2005). Como Familia Orionita
compartimos y profundizamos las modalidades de conducción de las actividades de
este sector, para que sean realmente, en este tiempo “Obras de caridad, faros de fe y de civilización”, según la
expresión de Don Orione y el tema del Encuentro.
A través de los trabajos previos y las
dinámicas desarrolladas durante el mismo Encuentro se llegó a definir algunas
Líneas de acción para las obras de caridad, que ayudaràn a tener una visión y
una mirada común en la expresión concreta de la caridad orionita en la Iglesia
para que todo sea renovado en Cristo
Como Superiores
generales de las dos Congregaciones religiosas orionitas, al finalizar aquel
Encuentro, habíamos enviado a toda la Familia Orionita el “Mensaje de Varsovia” que entendía ser una motivación para cuidar
la calidad espiritual de nuestras obras de caridad.
Ahora,
con alegría y confianza presentamos y recomendamos la lectura atenta y la
traducción a la práctica de este breve y concreto documento, fruto de la
experiencia espiritual y de la gestión de las Obras de caridad, madurada en
nuestra tradición de Familia, abierta a las nuevas condiciones
socio-asistenciales, fieles al carisma de Don Orione.
Confiamos que la
puesta en práctica de estas Líneas de acción para las obras de caridad
contribuirá a aquella “apropiación carismática de las obras” que es uno de los
grandes desafíos al que están llamadas nuestras Congregaciones en esta etapa
precisa de la vida, para que, como nos recordó recientemente el Papa Benedicto
XVI, “Las obras de caridad, sea como
hechos personales o sea como servicio a las personas más débiles ofrecido en
grandes instituciones, no pueden jamás reducirse a un gesto filantrópico, sino
que deben ser siempre una expresión tangible del amor providente de Dios”
(Dircurso en el Centro Don Orione de Roma, 24 de junio de 2010)
Don Orione, que
hizo de las obras de caridad “nuestra
prédica”, “la mejor defensa de la fe
católica”, ciertamente bendecirá desde el Cielo cada uno de nuestros
esfuerzos de fidelidad activa.
En Cristo,
Don Flavio Peloso FDP
Hna. María Irene Bizzoto PHMC
Superior general
Superiora general
Roma, 5 de octubre de 2010 – Memoria de la
Venerable Hna. María Plautilla Cavallo
LINEAS DE ACCIÓN PARA LAS OBRAS DE
CARIDAD
Obras de caridad, “faros de fe y de civilización”
MOTIVACIÓN
Todas nuestras
obras de caridad tienen como finalidad principal la evangelización de la
cultura; esto nos desafía a poner el acento no sólo en la gestión de las obras,
sino más bien en su significatividad apostólica, en la transmisión del carisma
heredado y en la misión de la obra: ad intra y ad extra
Hoy es
importante un trabajo en conjunto, en colaboración y complementariedad entre
religiosos y laicos.
LINEAS DE ACCIÓN
1.
Cuidar la
identidad carismática de la obra con fidelidad creativa, a través del
testimonio y la transmisión de los valores y del estilo carismático en todos
los ámbitos.
2.
Valorizar
y desarrollar los dones y talentos que cada persona tiene en sí, orientándolas
a la finalidad de la obra
3.
Cuidar en
modo particular la sensibilidad ecuménica del carisma en el servicio y las
actividades caritativas
Obras de caridad, “faros para el mundo de hoy”
MOTIVACIÓN
Partiendo del
principio que la familia es el núcleo de donde surge la sociedad futura,
actualmente vemos que la familia se encuentra en graves dificultades y con el
riesgo de disgregarse. La Iglesia nos llama a progeter a la familia. Se
propone, al interno de nuestras obras y servicios, favorecer un mayor
conocimiento de las personas: dependientes, residentes, y sus familiares.
En nuestros ambientes
existen tantas nuevas formas de pobreza, que como orionitas somos interpelados
a ser sensibles y a abrir las puertas a quien sufre. Es necesario hacer un
análisis de las necesidades locales y responder según nuestras posibilidades.
LINEAS DE ACCIÓN
1.
Promover
la evangelización y el sostenimiento de la familia al interno de nuestras
obras. Por ejemplo, organizar la fiesta de la familia, jornadas formativas y
otras formas de encuentr
2.
Crear
servicios menos institucionalizados junto a nuestras obras.
3.
Abrir las
obras a las nuevas situaciones de pobreza y de marginación; por ejemplo, al
fenómeno migratorio, a los “sin techo”, a los niños que abandonan la escuela, a
los toxicodependientes, etc.; relacionarse con la pastoral diocesana, ofrecer
espacios para encuentros, para centros de escucha y ayuda, etc.
Obras de caridad, “faros con estilo orionita”
MOTIVACIÓN
El estilo orionita
de nuestras obras de caridad constituye una de sus características
fundamentales, ya que vuelve visible nuestra identidad carismática, sin la cual
no nos distinguiremos de las otras organizaciones
En la realidad
cotidiana nos encontramos de frente a dificultades por la imposición de leyes y
reglamentos que podrían sofocar la caridad, el carisma, limitando notablemente
la actividad caritativa. Por eso es muy importante tener siempre presente esta
dimensión de la obra, particularmente en el momento de tomar decisiones de
cualificación del servicio, para que siempre se salve la profecía y la misión
carismática.
LINEAS DE ACCIÓN
1.
Difundir
entre los laicos la conciencia de ser profetas y misioneros de la caridad de
Cristo y de la Iglesia.
2.
Testimoniar (volver visible y concreto) el estilo
orionita a través del espíritu de familia, el abandono filial a la Divina
Providencia, el privilegiar a los más necesitados, manifestar con el servicio
la maternidad de la Iglesia.
3.
Discernir
cuidadosamente las decisiones que nos comprometen con otros Entes y Organismos,
para que no venga comprometida la opción por los más pobres y la identidad
carismática de la obra.
MODALIDAD DE GESTIÓN DE LAS OBRAS “FAROS”
Relación
comunidad religiosa – obras - consejos de obra, equipos de gestión
MOTIVACIÓN
Si bien es
importante el estilo carismático que asumen las personas al interno de la obra,
es igualmente importante el estilo de organización y de gestión.
Hoy, la gestión
debe ser comunitaria y con visión de futuro, lo cual implica una organización
participativa con roles y funciones bien definidos, la funcionalidad del
consejo de obra y de los equipos de conducción, asegurando así la continuidad y
la eficacia del servicio y la realización de los objetivos evangelizadores,
propios de nuestras obras de caridad. Hay que retomar las indicaciones que a
propósito surgieron en los Capítulos generales y en los Proyectos apostólicos
(FDP y PHMC).
LINEAS DE ACCIÓN
1.
La
comunidad religiosa asume su irrenunciable responsabilidad de ser garante de la
apostolicidad y la identidad orionita de la obra.
2.
Hacer que
funcione efectivamente el consejo de obra
(religiosos y laicos responsables) para garantizar la profesionalidad y
la apostolicidad del servicio.
3.
Acompañar
y orientar a los laicos para que profundicen y asuman el proyecto pastoral de
la obra.
DINAMICAS DE GESTIÓN
4.
Elaborar
el “manual de roles y funciones” de modo que cada uno sepa lo que le compete.
5.
Formar a
los religiosos en vista de una gestión más profesional y especializada de las
obras
6.
En ocasión
de los cambios, cuidar el aprendizaje experiencial en el rol, para garantizar
la continuidad en la gestión de las obras.
Relación de la
obra con el ambiente humano del territorio. Nuevas respuesta
MOTIVACIÓN
“El
Pequeño Cottolengo – escribía
Don Orione – será un gran faro que
difundirá su luz y su calor de caridad espiritual y corporal”
Cada obra de caridad es por su propia
naturaleza, eclesial y evangelizadora. Por ello, la eclesialidad, la inserción
en el territorio y el testimonio carismático, son elementos indispensables para
verificar la fecundidad de la obra. El servicio caritativo que ofrecemos no puede
reducirse a una dinámica interna de servicio sectorial, sino que
fundamentalmente debe “hablar” a toda
la realidad que la rodea acerca del valor de la vida, de la dignidad de cada
ser humano, especialmente del más pobre y sufriente, y de la responsabilidad
social que todos tenemos en la edificación de una sociedad más solidaria y más
justa.
Nuestras obras, como “faros de civilización” nos pone en una situación óptima para
dialogar con el territorio y con las otras instituciones civiles.
LINEAS DE ACCIÓN
1.
Dialogar
constantemente con las autoridades locales (civiles y eclesiales) para
identificar las verdaderas realidades de pobreza social a las cuales dirigir
nuestro servicio.
2.
Valorizar
los voluntarios comprometiéndolos en proyectos solidarios, también en
colaboración con la Iglesia local y con otros grupos y asociaciones.
3.
Confiar
funciones también pastorales a los laicos formados adecuadamente
4.
Dialogar
con las instituciones eclesiales, civiles y otros grupos o asociaciones de
servicios afines, para ser parte activa en las redes de servicios y así poder
influir en las políticas sociales.
5.
Cuidar la
comunicación y las relaciones públicas para dar a conocer el carisma y la vida
de Don Orione: iniciativas para los jóvenes en el ambiente social, en las
escuelas y en nuestras obras; recibir grupos al interno de nuestras casas;
sitios en internet, etc.
Formación
MOTIVACIÓN
Para conservar la identidad carismática de la
obra es indispensable el compromiso y la participación interior de todos los
laicos que trabajan en la misma. Es necesario sensibilizar a los laicos en la
misión de la obra y la vida de la Congregación
Es importante una formación del corazón, para construir una unidad
luminosa entre religiosos y laicos y para testimoniar juntos una nueva cultura
de la vida.
LINEAS DE ACCIÓN
1.
Promover
la formación a los valores y al estilo del carisma en el personal dependiente,
a través de varios momentos de formación institucional.
2.
Programar
una acción formativa capilar de los religiosos y laicos: permanente, diversificada
por categoría, orgánica en los diversos aspectos, sistemática en el método;
incluir estos espacios de formación en los contratos de trabajo.
Formas de financiamiento
MOTIVACIÓN
Los tiempos actuales con sus dificultades e
inevitables situaciones problemáticas en el campo de la economía, exigen poner
en acción toda la creatividad disponible con respecto al mantenimiento y al
financiamiento de las obras, sin olvidar el sentido de la Providencia, el fin
evangelizador y la promoción de la cultura de la solidaridad, que deben
caracterizarnos como hijos e hijas de Don Orione.
La adopción inteligente de formas y dinámicas
nuevas para la búsqueda de nuevos recursos que favorezcan una mayor
independencia de las estructuras públicas, es parte de la sabiduría y de la
prudencia evangélica a la cual el Señor nos invita en el Evangelio. Además es
importante acompañar y cuidar la relación con los bienhechores, que son el
rostro concreto de la Divina Providencia para nosotros, a ejemplo del mismo Don
Orione.
LINEAS DE ACCIÓN
1.
Activar un
“fund raising” (ENRis) donde no lo hay para poder aprovechar los fondos ligados
a sectores internacionales, estatales, regionales y locales, públicos y
privados, civiles y eclesiásticos.
2.
En las
Casas y en las Provincias, el superior/a personalmente, ayudado de otros
religiosos/as, cuide la relación con los bienhechores, favoreciendo el contacto
directo del bienhechor mismo con la obra
3.
Lograr que
también a nivel local se active la búsqueda de los recursos y no se dependa
sólo de la Provincia
4.
Todos los
proyectos a cargo de los ENRis en los diversos niveles, deben ser previamente
aprobados por los Consejos: local, provincial y general.
APENDICE
MENSAJE DE VARSOVIA
Queridos hermanos, hermanas y laicos colaboradores
de las Obras de Caridad de la Pequeña Obra de la Divina Providencia
¡Jesús
sea el corazón de nuestras obras de caridad!
Al término de este valioso Encuentro “Obras de caridad, faros de fe y
civilización”, los invitamos a cuidar, frecuentar y hacer frequentar la
Capilla en nuestras casas y en los sectores destinados a los enfermos.
Evidentemente dentro de lo que sea posible. Los invitamos a celebrar la Misa
con los residentes y trabajadores
frecuentemente.
Los invitamos a organizar y favorecer la
oración cotidiana, la comunión y la confesión de nuestros residentes, viviendo
la convicción que Don Orione tenía sobre la Eucaristía: “es el punto de apoyo desde donde convergen todas las obras del día” ( Parola III, 35) .
Don Orione advirtió
fuertemente la estrecha unión que existe entre la Eucaristía y el apostolado de
Caridad a la cual él y su familia se dedican. “Todo debe estar basado en la Santísima Eucaristía: no hay otra base,
no hay otra vida, sea para nosotros como para nuestros queridos pobres. ¡La
mejor caridad que se puede hacer a un alma es darle a Jesús! Y el más dulce
consuelo que podemos dar a Jesús es darle un alma. Es este su reino” ( Nel nome della Divina Provvidenza, p. 69-70 ) .
Que nuestras obras de caridad no se conviertan en lugares “profanos”
Benedicto XVI nos pide:
“Las Capillas en los Centros sanitarios
sean el corazón pulsante en el cual Jesús se ofrece incesantemente al Padre por
la vida de la humanidad. También la distribución de la Eucaristía a los
enfermos sea hecha con delicadeza y espíritu de oración, es un verdadero alivio
para quienes sufren alguna aflicción a causa de la enfermedad ”. Esto a su
vez es evangelización y testimonio para el personal laico y para cuantos
conocen y frequentan las “obras de caridad”.
Sabemos
que Don Orione llevó el espíritu benedictino del “ ora et labora ” en su vida
tan agitada, pero con su estilo sereno y contemplativo del Pequeño Cottolengo.
A menudo repitió que en estas casas debía reinar la “laus perennis” a lo largo del día a través de oraciones,
celebraciones y la comunión eucarística, una actitud de fe.
“¿Qué se hace en el Pequeño Cottolengo? Hacemos comunión. ¡Se ora y se
ora! Laus perennis! ¡recen sin detenerse! La oración es el primer trabajo del
Pequeño Cottolengo. Los necios, cretinos, los idiotas... voces que no son
palabra, producen piedad: ¡Dios las sabe distinguir!” ( Scritti, 83, 188 )
.
Queridos hermanos y
hermanas, no nos resignemos muy fácilmente, concluyendo que “hoy es distinto” y
“no hay nada más que hacer”. Existen aún en nuestras obras de caridad, buenas
experiencias. ¡Adelante con convicción y creatividad! Es este nuestro servicio
específico como religiosos en las instituciones de caridad. Los otros bienes
que sirven para la vida de nuestros residentes vienen dados a través de los
trabajadores. Nuestra tarea personal es dar estos bienes: “con el pan del cuerpo el divino bálsamo de la fe”
El Papa Benedicto XVI
nos recuerda: “Por consiguiente, es claro
que desde la Eucaristía la pastoral de la Salud, debe sacar la fuerza
espiritual necesaria para socorrer eficazmente al hombre y ayudarlo a
comprender el valor salvífico del propio sufrimiento. Como escribió el Siervo
de Dios Juan Pablo II en la Carta apostólica Salvifici doloris , la Iglesia ve
en los hermanos y hermanas que sufren, casi una multiplicidad de sujetos de la
fuerza sobrenatural de Cristo (cfr n. 27)”
No hay crisis de
identidad o de insignificancia apostólica en nuestras instituciones de caridad
si nosotros los religiosos nos ocupamos de nuestra tarea específica de cuidar
la presencia de Jesús, “la única cosa
necesaria”. Lo demás – que ciertamente es importante – lo “haremos con los
laicos” o “se lo haremos hacer a los laicos”.
Cuidemos el clima
mariano en nuestras instituciones sanitarias. Eso debe dar oxígeno al clima de
nuestros Pequeños Cottolengos y de las otras instituciones que están al cuidado
de enfermos y personas con discapacidad. Procuremos – los religiosos en primer
lugar - en nuestras obras, el rezo del rosario, también públicamente, buscando
las formas más adecuadas; ofrezcamos con la mirada y el corazón de los
enfermos, pero también de nuestros trabajadores y quienes nos visitan, la
presencia visible y palpable de la Virgen con imágenes, estatuas, y rincones de
oración con Jesús y María.
Se necesita delicadeza,
fe humilde y alegre, pero también que en nuestras casas hayan lugares de honor
y de familiaridad de Jesús y la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, que
hacen más llevaderas y menos solitarias nuestras penas y un poco más dulce las
largas horas que se pasan en una cama, en el Pequeño Cottolengo o en una
Residencia sanitaria.
A
todos un cordial saludo en el nombre de Don Orione y rezamos afectuosamente por
todos ustedes.
Varsovia, 19 de junio de 2009
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