martes, 19 de junio de 2012

LINEAS DE ACCIÓN PARA LAS OBRAS DE CARIDAD, DE LA FAMILIA ORIONITA


LINEAS DE ACCIÓN
PARA LAS OBRAS DE CARIDAD
DE LA FAMILIA ORIONITA
Pequeña Obra de la Divina Providencia (Don Orione)

Roma, 2010
PRESENTACIÓN
Queridos Hijos de la Divina Providencia,
Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad,
Laicos colaboradores, amigos y bienhechores de las Obras de caridad orionitas            
             Con este documento ofrecemos finalmente el resultado del camino iniciado en Génova, en el año 2008 y finalizado con el Encuentro orionita internacional de la pastoral de la caridad, en Varsovia en el año 2009.
           El Encuentro de Génova (20 al 22 de junio de 2008) pretendió ofrecer a los participantes “un momento de reflexión sobre un tema crucial en el servicio a la persona, especialmente a aquellas que se encuentran en una situación de mayor debilidad y fragilidad”. El Encuentro de Varsovia concentró la atención y la reflexión en el compromiso concreto y cotidiano del servicio a los más débiles y de la gran misión de nuestras obras, queridas por Don Orione como “faros de fe y de civilización” para el mundo de hoy
           En Konstancin (Varsovia), del 14 al 19 de junio del año 2009, fueron convocados de todo el mundo los representantes de las obras de caridad orionitas. Fue un momento importante de comunión, de reflexión y de participación intercultural, en el marco del Proyecto Orionita para las obras de Caridad (FDP, 2004) y del Modelo de obras y servicios socio-sanitarios (PHMC, 2005). Como Familia Orionita compartimos y profundizamos las modalidades de conducción de las actividades de este sector, para que sean realmente, en este tiempo “Obras de caridad, faros de fe y de civilización”, según la expresión de Don Orione y el tema del Encuentro.
A través de los trabajos previos y las dinámicas desarrolladas durante el mismo Encuentro se llegó a definir algunas Líneas de acción para las obras de caridad, que ayudaràn a tener una visión y una mirada común en la expresión concreta de la caridad orionita en la Iglesia para que todo sea renovado en Cristo
           Como Superiores generales de las dos Congregaciones religiosas orionitas, al finalizar aquel Encuentro, habíamos enviado a toda la Familia Orionita el “Mensaje de Varsovia” que entendía ser una motivación para cuidar la calidad espiritual de nuestras obras de caridad.
            Ahora, con alegría y confianza presentamos y recomendamos la lectura atenta y la traducción a la práctica de este breve y concreto documento, fruto de la experiencia espiritual y de la gestión de las Obras de caridad, madurada en nuestra tradición de Familia, abierta a las nuevas condiciones socio-asistenciales, fieles al carisma de Don Orione.
            Confiamos que la puesta en práctica de estas Líneas de acción para las obras de caridad contribuirá a aquella “apropiación carismática de las obras” que es uno de los grandes desafíos al que están llamadas nuestras Congregaciones en esta etapa precisa de la vida, para que, como nos recordó recientemente el Papa Benedicto XVI, “Las obras de caridad, sea como hechos personales o sea como servicio a las personas más débiles ofrecido en grandes instituciones, no pueden jamás reducirse a un gesto filantrópico, sino que deben ser siempre una expresión tangible del amor providente de Dios” (Dircurso en el Centro Don Orione de Roma, 24 de junio de 2010)
                Don Orione, que hizo de las obras de caridad “nuestra prédica”, “la mejor defensa de la fe católica”, ciertamente bendecirá desde el Cielo cada uno de nuestros esfuerzos de fidelidad activa.
                En Cristo,
Don Flavio Peloso FDP            Hna. María Irene Bizzoto PHMC
                                               Superior general                         Superiora general
Roma, 5 de octubre de 2010 – Memoria de la Venerable Hna. María Plautilla Cavallo
LINEAS DE ACCIÓN PARA LAS OBRAS DE CARIDAD
Obras de caridad, “faros de fe y de civilización”
MOTIVACIÓN
                Todas nuestras obras de caridad tienen como finalidad principal la evangelización de la cultura; esto nos desafía a poner el acento no sólo en la gestión de las obras, sino más bien en su significatividad apostólica, en la transmisión del carisma heredado y en la misión de la obra: ad intra y ad extra
                   Hoy es importante un trabajo en conjunto, en colaboración y complementariedad entre religiosos y laicos.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Cuidar la identidad carismática de la obra con fidelidad creativa, a través del testimonio y la transmisión de los valores y del estilo carismático en todos los ámbitos.
2.      Valorizar y desarrollar los dones y talentos que cada persona tiene en sí, orientándolas a la finalidad de la obra
3.      Cuidar en modo particular la sensibilidad ecuménica del carisma en el servicio y las actividades caritativas
Obras de caridad, “faros para el mundo de hoy”
MOTIVACIÓN
             Partiendo del principio que la familia es el núcleo de donde surge la sociedad futura, actualmente vemos que la familia se encuentra en graves dificultades y con el riesgo de disgregarse. La Iglesia nos llama a progeter a la familia. Se propone, al interno de nuestras obras y servicios, favorecer un mayor conocimiento de las personas: dependientes, residentes, y sus familiares.
             En nuestros ambientes existen tantas nuevas formas de pobreza, que como orionitas somos interpelados a ser sensibles y a abrir las puertas a quien sufre. Es necesario hacer un análisis de las necesidades locales y responder según nuestras posibilidades.
 LINEAS DE ACCIÓN
1.      Promover la evangelización y el sostenimiento de la familia al interno de nuestras obras. Por ejemplo, organizar la fiesta de la familia, jornadas formativas y otras formas de encuentr
2.      Crear servicios menos institucionalizados junto a nuestras obras.
3.      Abrir las obras a las nuevas situaciones de pobreza y de marginación; por ejemplo, al fenómeno migratorio, a los “sin techo”, a los niños que abandonan la escuela, a los toxicodependientes, etc.; relacionarse con la pastoral diocesana, ofrecer espacios para encuentros, para centros de escucha y ayuda, etc.
Obras de caridad, “faros con estilo orionita”
MOTIVACIÓN
                El estilo orionita de nuestras obras de caridad constituye una de sus características fundamentales, ya que vuelve visible nuestra identidad carismática, sin la cual no nos distinguiremos de las otras organizaciones
                En la realidad cotidiana nos encontramos de frente a dificultades por la imposición de leyes y reglamentos que podrían sofocar la caridad, el carisma, limitando notablemente la actividad caritativa. Por eso es muy importante tener siempre presente esta dimensión de la obra, particularmente en el momento de tomar decisiones de cualificación del servicio, para que siempre se salve la profecía y la misión carismática.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Difundir entre los laicos la conciencia de ser profetas y misioneros de la caridad de Cristo y de la Iglesia.
2.      Testimoniar  (volver visible y concreto) el estilo orionita a través del espíritu de familia, el abandono filial a la Divina Providencia, el privilegiar a los más necesitados, manifestar con el servicio la maternidad de la Iglesia.
3.      Discernir cuidadosamente las decisiones que nos comprometen con otros Entes y Organismos, para que no venga comprometida la opción por los más pobres y la identidad carismática de la obra.
MODALIDAD DE GESTIÓN DE LAS OBRAS “FAROS”

Relación comunidad religiosa – obras - consejos de obra, equipos de gestión
MOTIVACIÓN
               Si bien es importante el estilo carismático que asumen las personas al interno de la obra, es igualmente importante el estilo de organización y de gestión.
               Hoy, la gestión debe ser comunitaria y con visión de futuro, lo cual implica una organización participativa con roles y funciones bien definidos, la funcionalidad del consejo de obra y de los equipos de conducción, asegurando así la continuidad y la eficacia del servicio y la realización de los objetivos evangelizadores, propios de nuestras obras de caridad. Hay que retomar las indicaciones que a propósito surgieron en los Capítulos generales y en los Proyectos apostólicos (FDP y PHMC).
 LINEAS DE ACCIÓN
1.      La comunidad religiosa asume su irrenunciable responsabilidad de ser garante de la apostolicidad y la identidad orionita de la obra.
2.      Hacer que funcione efectivamente el consejo de obra  (religiosos y laicos responsables) para garantizar la profesionalidad y la apostolicidad del servicio.
3.      Acompañar y orientar a los laicos para que profundicen y asuman el proyecto pastoral de la obra.
DINAMICAS DE GESTIÓN
4.      Elaborar el “manual de roles y funciones” de modo que cada uno sepa lo que le compete.
5.      Formar a los religiosos en vista de una gestión más profesional y especializada de las obras
6.      En ocasión de los cambios, cuidar el aprendizaje experiencial en el rol, para garantizar la continuidad en la gestión de las obras.
Relación de la obra con el ambiente humano del territorio. Nuevas respuesta
MOTIVACIÓN
“El Pequeño Cottolengo – escribía Don Orione – será un gran faro que difundirá su luz y su calor de caridad espiritual y corporal”
Cada obra de caridad es por su propia naturaleza, eclesial y evangelizadora. Por ello, la eclesialidad, la inserción en el territorio y el testimonio carismático, son elementos indispensables para verificar la fecundidad de la obra. El servicio caritativo que ofrecemos no puede reducirse a una dinámica interna de servicio sectorial, sino que fundamentalmente debe “hablar” a toda la realidad que la rodea acerca del valor de la vida, de la dignidad de cada ser humano, especialmente del más pobre y sufriente, y de la responsabilidad social que todos tenemos en la edificación de una sociedad más solidaria y más justa.
Nuestras obras, como “faros de civilización” nos pone en una situación óptima para dialogar con el territorio y con las otras instituciones civiles.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Dialogar constantemente con las autoridades locales (civiles y eclesiales) para identificar las verdaderas realidades de pobreza social a las cuales dirigir nuestro servicio.
2.      Valorizar los voluntarios comprometiéndolos en proyectos solidarios, también en colaboración con la Iglesia local y con otros grupos y asociaciones.
3.      Confiar funciones también pastorales a los laicos formados adecuadamente
4.      Dialogar con las instituciones eclesiales, civiles y otros grupos o asociaciones de servicios afines, para ser parte activa en las redes de servicios y así poder influir en las políticas sociales.
5.      Cuidar la comunicación y las relaciones públicas para dar a conocer el carisma y la vida de Don Orione: iniciativas para los jóvenes en el ambiente social, en las escuelas y en nuestras obras; recibir grupos al interno de nuestras casas; sitios en internet, etc.
Formación
MOTIVACIÓN
Para conservar la identidad carismática de la obra es indispensable el compromiso y la participación interior de todos los laicos que trabajan en la misma. Es necesario sensibilizar a los laicos en la misión de la obra y la vida de la Congregación
Es importante una formación del corazón, para construir una unidad luminosa entre religiosos y laicos y para testimoniar juntos una nueva cultura de la vida.
LINEAS DE ACCIÓN
1.      Promover la formación a los valores y al estilo del carisma en el personal dependiente, a través de varios momentos de formación institucional.
2.      Programar una acción formativa capilar de los religiosos y laicos: permanente, diversificada por categoría, orgánica en los diversos aspectos, sistemática en el método; incluir estos espacios de formación en los contratos de trabajo.
Formas de financiamiento
MOTIVACIÓN
Los tiempos actuales con sus dificultades e inevitables situaciones problemáticas en el campo de la economía, exigen poner en acción toda la creatividad disponible con respecto al mantenimiento y al financiamiento de las obras, sin olvidar el sentido de la Providencia, el fin evangelizador y la promoción de la cultura de la solidaridad, que deben caracterizarnos como hijos e hijas de Don Orione.
La adopción inteligente de formas y dinámicas nuevas para la búsqueda de nuevos recursos que favorezcan una mayor independencia de las estructuras públicas, es parte de la sabiduría y de la prudencia evangélica a la cual el Señor nos invita en el Evangelio. Además es importante acompañar y cuidar la relación con los bienhechores, que son el rostro concreto de la Divina Providencia para nosotros, a ejemplo del mismo Don Orione.

LINEAS DE ACCIÓN
1.      Activar un “fund raising” (ENRis) donde no lo hay para poder aprovechar los fondos ligados a sectores internacionales, estatales, regionales y locales, públicos y privados, civiles y eclesiásticos.
2.      En las Casas y en las Provincias, el superior/a personalmente, ayudado de otros religiosos/as, cuide la relación con los bienhechores, favoreciendo el contacto directo del bienhechor mismo con la obra
3.      Lograr que también a nivel local se active la búsqueda de los recursos y no se dependa sólo de la Provincia
4.      Todos los proyectos a cargo de los ENRis en los diversos niveles, deben ser previamente aprobados por los Consejos: local, provincial y general.
APENDICE
MENSAJE DE VARSOVIA
Queridos hermanos, hermanas y laicos colaboradores
de las Obras de Caridad de la Pequeña Obra de la Divina Providencia

            ¡Jesús sea el corazón de nuestras obras de caridad!
Al término de este valioso Encuentro “Obras de caridad, faros de fe y civilización”, los invitamos a cuidar, frecuentar y hacer frequentar la Capilla en nuestras casas y en los sectores destinados a los enfermos. Evidentemente dentro de lo que sea posible. Los invitamos a celebrar la Misa con los residentes  y trabajadores frecuentemente.
Los invitamos a organizar y favorecer la oración cotidiana, la comunión y la confesión de nuestros residentes, viviendo la convicción que Don Orione tenía sobre la Eucaristía: “es el punto de apoyo desde donde convergen todas las obras del día”             ( Parola III, 35) .
            Don Orione advirtió fuertemente la estrecha unión que existe entre la Eucaristía y el apostolado de Caridad a la cual él y su familia se dedican. “Todo debe estar basado en la Santísima Eucaristía: no hay otra base, no hay otra vida, sea para nosotros como para nuestros queridos pobres. ¡La mejor caridad que se puede hacer a un alma es darle a Jesús! Y el más dulce consuelo que podemos dar a Jesús es darle un alma. Es este su reino” ( Nel nome della Divina Provvidenza, p. 69-70 ) .
            Que nuestras obras de caridad no se conviertan en lugares “profanos”

            Benedicto XVI nos pide: “Las Capillas en los Centros sanitarios sean el corazón pulsante en el cual Jesús se ofrece incesantemente al Padre por la vida de la humanidad. También la distribución de la Eucaristía a los enfermos sea hecha con delicadeza y espíritu de oración, es un verdadero alivio para quienes sufren alguna aflicción a causa de la enfermedad ”. Esto a su vez es evangelización y testimonio para el personal laico y para cuantos conocen y frequentan las “obras de caridad”.
            Sabemos que Don Orione llevó el espíritu benedictino del “ ora et labora ” en su vida tan agitada, pero con su estilo sereno y contemplativo del Pequeño Cottolengo. A menudo repitió que en estas casas debía reinar la “laus perennis” a lo largo del día a través de oraciones, celebraciones y la comunión eucarística, una actitud de fe.
            “¿Qué se hace en el Pequeño Cottolengo? Hacemos comunión. ¡Se ora y se ora! Laus perennis! ¡recen sin detenerse! La oración es el primer trabajo del Pequeño Cottolengo. Los necios, cretinos, los idiotas... voces que no son palabra, producen piedad: ¡Dios las sabe distinguir!” ( Scritti, 83, 188 ) .
            Queridos hermanos y hermanas, no nos resignemos muy fácilmente, concluyendo que “hoy es distinto” y “no hay nada más que hacer”. Existen aún en nuestras obras de caridad, buenas experiencias. ¡Adelante con convicción y creatividad! Es este nuestro servicio específico como religiosos en las instituciones de caridad. Los otros bienes que sirven para la vida de nuestros residentes vienen dados a través de los trabajadores. Nuestra tarea personal es dar estos bienes: “con el pan del cuerpo el divino bálsamo de la fe”
            El Papa Benedicto XVI nos recuerda: “Por consiguiente, es claro que desde la Eucaristía la pastoral de la Salud, debe sacar la fuerza espiritual necesaria para socorrer eficazmente al hombre y ayudarlo a comprender el valor salvífico del propio sufrimiento. Como escribió el Siervo de Dios Juan Pablo II en la Carta apostólica Salvifici doloris , la Iglesia ve en los hermanos y hermanas que sufren, casi una multiplicidad de sujetos de la fuerza sobrenatural de Cristo (cfr n. 27)”
            No hay crisis de identidad o de insignificancia apostólica en nuestras instituciones de caridad si nosotros los religiosos nos ocupamos de nuestra tarea específica de cuidar la presencia de Jesús, “la única cosa necesaria”. Lo demás – que ciertamente es importante – lo “haremos con los laicos” o “se lo haremos hacer a los laicos”. 

            Cuidemos el clima mariano en nuestras instituciones sanitarias. Eso debe dar oxígeno al clima de nuestros Pequeños Cottolengos y de las otras instituciones que están al cuidado de enfermos y personas con discapacidad. Procuremos – los religiosos en primer lugar - en nuestras obras, el rezo del rosario, también públicamente, buscando las formas más adecuadas; ofrezcamos con la mirada y el corazón de los enfermos, pero también de nuestros trabajadores y quienes nos visitan, la presencia visible y palpable de la Virgen con imágenes, estatuas, y rincones de oración con Jesús y María.

            Se necesita delicadeza, fe humilde y alegre, pero también que en nuestras casas hayan lugares de honor y de familiaridad de Jesús y la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, que hacen más llevaderas y menos solitarias nuestras penas y un poco más dulce las largas horas que se pasan en una cama, en el Pequeño Cottolengo o en una Residencia sanitaria. 

            A todos un cordial saludo en el nombre de Don Orione y rezamos afectuosamente por todos ustedes.

Varsovia, 19 de junio de 2009


Hna. María Irene Bizzotto PHMC (superiora general)

 Padre Flavio Peloso FDP (superior general)


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