INSTAURARE OMNIA IN CHRISTO !
Documento agregado el 20/01/2009
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INSTAURARE OMNIA IN CHRISTO Tortona, 18 de enero de
1905, fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol en Roma. Veneradísimo Padre mío
en Nuestro Señor Jesucristo Crucificado (Mons. Bandi): Desde hace más de diez
años, es decir desde sus comienzos, la humilde Congregación "Obra de la Divina
Providencia", que la bondad de Dios hizo nacer a vuestros pies y en esta ciudad
de San Marciano, tomó, creemos que por disposición del Señor, como lema y
programa el "Instaurare omnia in Christo" del Apóstol (Ef. 1, 10). Este lema se
convirtió en nuestro sello, fue impreso como membrete en nuestros papeles, y
escrito en caracteres rojos y brillantes en los estandartes y en las blancas
banderas que adornan y flamean en las Casas de la Divina Providencia para las
grandes fiestas. El "Instaurare omnia in Christo" puesto como base, por así
decir, de la Regla que Vuestra Excelencia Reverendísima se dignó aprobar, está,
por la gracia de Dios, en el corazón de cuantos son Hijos de la Divina
Providencia; lo repiten todos los días en ésta y en las otras Casas de la Obra
los miembros de la Congregación y los jóvenes alumnos de nuestros Institutos de
educación cristiana y de las Colonias Agrícolas, antes y después del trabajo y
durante los ejercicios de piedad. El "Instaurare omnia in Christo" fue siempre
como una invocación, la idea que compendia toda la misión de la Obra y sus
sacrificios, la palabra de orden, la luz que vivifica, realza y señala el fin de
nuestro vivir y actuar en común, y el suspiro de nuestra vida y de nuestra
muerte; con él se entendía dirigir a Dios un voto, una aspiración, una oración,
un deseo ardentisimo de que en Nuestro Señor Jesús todo el hombre se renueve y
se renueve toda la humanidad. El día en que, por la gracia divina, se me
concedió emitir los santos votos religiosos en las manos veneradas de Vuestra
Excelencia (abril de 1903), le supliqué, queridísimo Padre mío en el Señor,
hacer que fuera más eficaz y meritorio para las almas el "Instaurare omnia in
Christo", indulgenciando esta frase de San Pablo que habíamos hecho nuestra,
como aspiración escrita ya por el Apóstol, bajo la inspiración del Espíritu
Santo. Vuestra Excelencia se mostró entonces muy bien dispuesto, pero casi
enseguida tuve que ausentarme y no se hizo nada más. Sin embargo, algunos años
después, el "Instaurare omnia in Christo" era asumido por el Santo Padre Pío X
con grande, indecible consuelo de nosotros, los de la Providencia, y era lanzado
al mundo como la primera palabra y el programa de todo su glorioso pontificado.
Desde aquel día el "Instaurare omnia in Christo" fue ilustrado por páginas
espléndidas de doctos y piadosos hombres de fe, que demostraron su divina
sabiduría. Además, los Pastores de la Santa Iglesia, Vuestra Excelencia no
último entre ellos, las repitieron a sus pueblos y resultó un grito festivo de
nueva vida para todo el mundo cristiano. Excelencia, permitidme que, arrodillado
a vuestros pies, en mi nombre y en el de todos mis hermanos en religión, en el
nombre de nuestros jóvenes y de los muchos amigos y benefactores de la Obra,
repita humildemente la antigua oración e insistente y fogosamente os suplique
por la caridad de Nuestro Señor Jesucristo Crucificado y por la misericordísima
Madre nuestra la Virgen Santísima, que os dignéis enriquecer con todos los
tesoros espirituales de que os he dado disponer, las palabras "Instaurare omnia
in Christo" del Apóstol Pablo sea que la frase entera sea dicha por una sola
persona, o que las palabras se pronuncien por separado y por muchas personas,
como se acostumbra en las Casas de la Congregación, diciendo: Instaurare omnia,
a lo que la gente responde: in Christo , teniéndolas como una aspiración y un
voto de nuestras almas para que Cristo resucite en todos los corazones y renueve
en sí a todo el hombre y a todos los hombres. Os agradezco, veneradísimo Padre,
este acto de paternal afecto hacia la Obra de la Divina Providencia y el
consuelo señaladísimo que con él daréis a nuestros amigos y benefactores y a
tantas almas piadosas de la diócesis y no sólo de la diócesis. Confío en que la
inspirada expresión del Apóstol, convertida en aspiración de fe y de religiosa
esperanza, enriquecida con tesoros espirituales, a la par que expone lo que más
necesita el mundo, será como un eco del corazón de los hijos a los deseos del
Santo Padre Pío X y los unirá aún más a él, que es precisamente la intención de
nuestra Congregación. "Instaurare omnia in Christo" expresará toda nuestra fe,
nuestra esperanza, nuestro amor; será el saludo augural del alba de Dios sobre
nosotros, alba de días mejores en los que Cristo viva y reine y triunfe en todos
y en todas partes. Con reverencia y afecto de hijo en Jesucristo, os beso el
Sagrado Anillo. Vuestro devotísimo Sacerdote Luis Orione de la Obra de la Divina
Providencia NOTA: Al día siguiente el Obispo Mons. Bandi respondía al conceder
la indulgencia: "Visto el pedido del Rdo. Don Luis Orione, Director de Obra de
la Divina Providencia, ya aprobada por nosotros canónicamente, concedemos la
indulgencia de 50 días por la recitación de la invocación "Instaurare omnia in
Christo", ya sea que se recite por una sola persona o por más, la frase entera o
por partes; y esto toties quoties durante el día, siempre que sea dicha
devotamente. Tortona, 19 de enero de 1905, fiesta del Ssmo. Nombre de Jesús.
Igino, Obispo".
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MISIONEROS INMIGRANTES EN EL MUNDO VIRTUAL
Queridísimos Hermanos:
Deo gratias!
Envío esta cara desde Valencia – España – donde he venido para animar
un retiro espiritual de la Familia Orionista sobre los pasos de nuestros dos
mártires, P. Ricardo Gil y Antonio Arrué
que serán beatificados en Tarragona el
próximo 13 de Octubre. Es mi acto de
devoción personal a nuestros Mártires españoles y a la España Orionista, no
pudiendo ir a Tarragona para la beatificación. Con el tema “vida cristiana,
vida martirial” he compartido en estos tres días la búsqueda sobre las
elecciones personales para cuidar y alimentar la “pasión” de la fe y de la misión,
de la que los dos Mártires orionistas han sido ejemplos admirables.
Tenía conmigo los folios y las anotaciones de esta Carta circular y
pensaba a la enorme diferencia entre el contexto social del pueblo español al
inicio del Novecientos, en el que fueron testigos nuestros dos Mártires, y el
contexto de nuestra gente y de los jóvenes de hoy que frecuentan las plazas
virtuales y navegan en el mar de Internet. Entonces era necesaria la luz del
Evangelio y de la caridad cristiana. Y hoy se necesitan testigos y apóstoles,
en los caminos del mundo virtual recorridos por millones y miles de millones de
personas. Encomiendo a la intercesión del P. Ricardo y del postulante Antonio
esta carta, pidiendo y ofreciendo al Señor un poco de su pasión por las almas,
necesaria para navegar en internet como apóstoles.
Yo también soy un inmigrante en el mundo virtual creado por los medios
modernos de comunicación informática. Solamente conozco algunas palabras y las
reglas más esenciales para poder comunicar y moverme en los nuevos caminos de
la comunicación. Pero el tema es importante, muy influyente en la vida
religiosa y en su apostolado.[1]
Es un mundo nuevo en el que todos vivimos y del que tenemos que aprender el
lenguaje, los valores y los problemas para ser protagonistas de humanidad, de
espiritualidad y de evangelización. Debemos mirarlo con interés.
Hace ya 50 años, el documento del Concilio Vaticano II Inter mirifica (4 de Diciembre de 1963),
dedicado a los medios de comunicación social, afirmaba que “entre los
maravillosos inventos de la técnica que, sobre todo en nuestros tiempo, ha
extraído el ingenio humano, con la ayuda de Dios, de las cosas creadas, la madre
Iglesia acoge y fomenta con peculiar solicitud aquellos que miran
principalmente al espíritu humano y han
abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad, noticias,
ideas y enseñanzas de todo género”
COMUNICACIÓN, DIALOGO, RELACIÓN, COMUNIÓN.
La comunicación es normal instrumento de diálogo. El
diálogo es consecuencia de la relación. La relación es la esencia de la comunión. Es suficiente recordar esta
secuencia para decir que todo lo que tiene que ver con la comunicación tiene
que ver con el hombre, tiene que ver con nuestra vida de religiosos, en el
ámbito espiritual, comunitario y apostólico. Tenemos por lo tanto que
interesarnos seriamente por la comunicación. No sorprenda por lo tanto a nadie
que dedique al tema una circular.
Antes
de adentrarnos un poco en los nuevos fenómenos de la comunicación, es
conveniente ver los comportamientos comunicativos de Jesús. Y también a los de Don Orione.
Miremos a Jesús comunicador
El
Hijo de Dios asumió la naturaleza humana, el Verbo se hizo carne, Palabra viva
y eficaz. Jesús es comunicación, es relación. No es uno que dice palabras
sublimes sobre Dios. Tampoco es simplemente el que lleva el mensaje de Dios. El
mismo es, en su ser, la Palabra de Dios, es el mensaje encarnado. El no sólo
revela y comunica a Dios. Es al mismo tiempo comunicador, contenido, medio,
mensaje, receptor de la comunicación. En su comunicación Jesús realiza,
anuncia, escucha, dialoga, discute, calla. Está atento y se adapta a los
contextos sociales y a los interlocutores.
Pensando
a las grandes transformaciones que se han dado en las modalidades de la
comunicación, hay que recordar que en la vida vivida y compartida existen ya
todos los elementos del proceso comunicativo. Por lo tanto todos somos
comunicadores.
Después, reflexionamos que para ponerse en comunicación con sus
interlocutores “Cristo
Jesús siendo de condición divina no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino
que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a
los hombres, y apareciendo en su porte como hombre” (Fil 2, 6-7); se encarnó
contextualizado, asumiendo el lenguaje de su ambiente histórico-social.
“Por
medio de Su encarnación, se hizo semejante a los que habrían recibido Su
mensaje, explícito en Sus palabras y en todo el planteamiento de Su vida. El
hablaba plenamente integrado en las condiciones reales de Su pueblo”.[2]
La
comunicación de Jesús consistió en una vida
nueva comprensible. Esto está también
a la base de nuestra capacidad y posibilidad de comunicar hoy: vivir una vida religiosa comprensible. Esto se
realiza cuando vivimos efectivamente la vida
religiosa y cuando nos encarnamos efectivamente en nuestro habitat cultural
para ser comprensibles.
Alguna idea de Don Orione
Las condiciones
comunicativas de Jesús, que hemos recordado, las encontramos también en Don
Orione. Fue un santo, un verdadero hombre de Dios, con una gran carga
comunicativa, sea por la vida hermosa de
Dios que vivía, sea por la capacidad de encarnación
diaria que le impulsaba a la charitas-pasión
por las “Almas”, para el bien del prójimo
Para evitar algunos malentendidos intimistas de la vida religiosa,
nuestro Fundador insistió mucho en la formación: “Tenemos que ser santos, pero unos santos tales que nuestra santidad no
pertenezca solamente al culto de los fieles, ni se quede sólo en la Iglesia,
sino que trascienda y lleve mucha luz radiante a la sociedad, mucha vida de
amor de Dios y de los hombres para ser, más que los santos de la Iglesia, los
santos del pueblo y de la salud social”.[3]
Ser “santos” es la esencia del comunicar, es la vida, es el
contenido. Sin contenido no se puede comunicar nada, a nadie. Evitar las palabras: de palabrerías tenemos
llenos los bolsos”,[4]
sea de las pronunciadas en el púlpito como de las que enviamos en internet.
Ser “santos del pueblo y de la
salud social” es nuestra condición para comunicar. Esto requiere atención
al destinatario y más aún significa encarnación, estilo, lenguaje popular actualizados.
“¿Son nuevos los tiempos? Corramos a su
conquista con ardiente e intenso espíritu de apostolado. No vacilemos:
Echémonos a las nuevas formas, a los nuevos métodos de acción religiosa y
social, con fe firme, pero con criterios
y espíritu amplio. Todas las
iniciativas buenas estén con apariencia moderna, con tal de sembrar y
arar a Jesucristo en la sociedad”.[5]
Dicho esto, refiriéndonos a Don Orione, ahora nos podemos detener a describir la grandeza y la genialidad de
Don Orione “comunicador”: fue escritor vivaz y eficaz, conversador apasionante,
predicador interesante, fue un convencido utilizador de los medios de
comunicación, fundó revistas y tipografías, habló en radio, fundó una oficina
de prensa en 1938, ideó las primeras universidades populares, y otros capítulos
semejantes de vida. Sobre
esto ya se ha dicho y escrito mucho.
Nosotros hoy podemos y debemos vivir la misma pasión apostólica
comunicando con los nuevos y potentes medios informáticos.
En tiempos de Don Orione, el único gran medio de comunicación era la
prensa. “La prensa se encuentra entre las
primeras fuerzas, y no se tiene que descuidar, sino más bien urge servirnos de
ella para fines altos y santos”.[6] Esta era su actitud.
Es conocido que ya en 1938 instituyó una “oficina de prensa”. Apostolado de prensa pro populo que soñé
hace muchos años, un apostolado de prensa para los pequeños, para los humildes,
para la masa de agricultores, de obreros, la obra de la buena prensa para los
trabajadores, para la salvación del pueblo. La prensa es una gran fuerza: es el
gran orador que habla de día, que habla de noche, que habla en las ciudades y
que habla en los barrios, hasta en las montañas y valles olvidados. ¿Dónde no
llega la prensa? (…) ¡Cuánto bien hace la prensa, cuando se encuentra en buenas
manos, cuando se pone al servicio de Dios, de la Iglesia, de la Patria!¿Puede
nuestra Congregación desentenderse de una fuerza tal? ¿No estamos obligados
nosotros a servirnos de ella proa ris et focis? Con la prensa popular
llevaremos a Cristo al pueblo y el pueblo a Cristo”.[7]
Es un apóstol que habla de este modo y no un estudioso de novedades y
de instrumentos modernos. Sustituyamos la palabra “prensa” con la palabra
“Internet” y el texto de Don Orione, de 1838, es válido para nosotros en el 2013.
Nos sugiere la actitud de cara a los nuevos y populares instrumentos de
comunicación informática.
En la misma carta hay otro criterio muy válido y actual: Don Orione
exige ser “ Firmes y sólidos en los
principios de la Fe y a todo lo que es doctrina de la Iglesia, ateneos a la
regla: in
necessaris unitas, in dubiis libertas, in omnibus charitas! Precisos y claros
siempre, huid del estilo afectado de formas anticuadas, que huelen a moho".
Es una invitación clara a la adecuación, a la modernización en la ortodoxia y
ortopraxis.
HEMOS ENTRADO EN UNA NUEVA EPOCA
Internet
(la red de las redes) es el símbolo de la nueva comunicación. Internet ha
superado los límites del espacio y del tiempo. Mientras que por el teléfono
pasa solamente la voz, en Internet se establece una relación “al vivo”, no
física sino virtual. La novedad de esta nueva época es la convergencia digital:
un solo instrumento es contemporáneamente diario, TV, radio, máquina de
escribir, biblioteca, impresora, torno, bisturí, etc.
Internet
es un lugar, un lenguaje, un modo de ser, una cultura. A través de la red
centenares de millones de usuarios se intercambian toda clase de mensajes,
acceden a documentos, participan en grupos telemáticos, se encuentran a través
de conferencias electrónicas, discuten sobre todo tipo de argumento. Cada vez
más Internet se convierte en un espacio para las relaciones personales, de
grupo, institucionales.
Una
estadística del 2011 de la Unión internacional de Telecomunicaciones dice que
Internet es usado por el 13,5% de la población en África, por el 26,2% en Asia,
por el 61,3% en Europa (en Italia lo usan 41 sobre 60 millones de habitantes),
por el 35,6% en Medio oriente, por el 78,6% en América el Norte, por el 39,5 en
América Latina y Caribe, por el 67,5% en Oceanía y Australia. Son datos que hay
que actualizar constantemente porque el
uso de Internet está en continua expansión: En el decenio 2000-2010 ha habido
un incremento del 528,1%.[8]
Los
jóvenes son los mayormente involucrados por el fenómeno de la comunicación
virtual. Los adolescentes usan Internet tanto en casa (89%) como en la escuela
(77%), los varones el 75%, las mujeres el 69%, ambiente urbano el 75%, en el
suburbano el 73% y en el rural el 65%.[9]
Solamente en Italia, en un estudio reciente de Eurispes,[10]
relevó que el 85,6% de los adolescentes italianos tiene su perfil en facebook; el 32% usa internet durante una o dos horas
al día, el 37,7% de dos a cuatro horas y el 13,3% supera las cuatro
horas.
Las
aplicaciones de los sistemas informáticos se han extendido a todos los campos
de la actividad humana. Por ejemplo, las escuelas de toda clase, incluidas las
escuelas primarias y maternas, usan y forman al uso de los medios informáticos.
En la rehabilitación de los diversamente hábiles y en el tiempo libre de los
ancianos cada vez se utilizan más las posiciones informáticas. Novicios y
clérigos cada vez más chatean o twetan o
hablan en Internet. También en la Congregación, muchos usan los medios
informáticos todos los días y por varias horas.
Los
datos y la experiencia nos dicen que estamos frente a un fenómeno nuevo y
global que influye en las formas de comunicación y por lo tanto también en las
relaciones. Hemos entrado en la era de la comunicación y de la cultura digital.
Irreversiblemente esto toca al corazón también de la vida común y de la misión
de la vida religiosa, creando nuevas posibilidades y también nuevos problemas y
tensiones.
LOS MODELOS COMUNICATIVOS
Para comprender el cambio de comunicación que ha sucedido con la
aparición de los medios informáticos conviene recordar simplemente la evolución
de los modelos comunicativos.[11]
Primer modelo: comunicación dialogal
presencial.
Es el modelo de comunicación cara
a cara, el más natural e inmediato. En este tipo de comunicación, los
participantes están presentes de una forma directa y comparten un ambiente
espacio-temporal común. La interacción sucede en un contexto de co-presencia.
La comunicación cara a cara es
típicamente dialogal: uno de los dos individuos habla con el otro (o con los
otros) y la persona al que se dirige puede responder (al menos como principio)
y de esta forma el diálogo va adelante.
Es más, en la comunicación dialógica presencial, las palabras pueden
ser completadas por gestos, expresiones faciales, variaciones de tono, etc.
El aspecto más importante de este modelo comunicacional es la amplia
posibilidad de intercambio y de participación entre las personas. Este modelo
dialogal ha sido y es fundamental para el desarrollo de todo el pensamiento
humano.
A pesar del afirmarse de nuevos
métodos de comunicación, el modelo dialogal presencial es el fundamental y
decisivo. Los otros modelos buscan de alguna manera de simularlo y tienen
presente sus elementos.
Segundo modelo: comunicación de masa.
Se realiza a
través de medios como el libro, la prensa, el cine, la televisión, etc. Se
desarrolló por medio de la prensa (Gutemberg 1450) y a través de los
audiovisuales consolidados hace un siglo (la primera película en 1901). Ha
desarrollado un rol cada vez más relevante y aún hoy, es la principal
referencia de comunicación en la sociedad actual.
En este modelo la
comunicación es mediada por la técnica; es altamente monológica y ausente de
diálogo. La relación es uno para muchos. La comunicación de masa ha influido
mucho en la sociedad contemporánea. Ha permitido superar las barreras
geográficas y culturales, ha transformado la comunicación en un gran mercado,
influye su mentalidad y costumbres.
La comunicación de
masa se produce en un número de centros cada vez más reducidos y difundidos a nivel
nacional y mundial, dependiendo de la voluntad de sus productores y, en
particular, de los intereses económicos.
Tercer modelo: comunicación dialogal
no presencial
Es la última que
ha nacido.
Ha sido posible y popular en los últimos 40 años con
la aparición de los instrumentos informáticos y digitales. Tienen, por lo tanto, una historia muy
breve. El advenimiento de este tipo de comunicación no
solamente se apoya en los dos anteriores, sino que influye en ellos y
reestructura toda la comunicación.
La característica esencial de este nuevo modelo de comunicación es la
posibilidad de la relación dialogal (sea uno para muchos que muchos para
muchos) también sin la presencia física en el mismo tiempo y espacio. Se llama
comunicación virtual. Hay que observar que la comunicación virtual es menos
completa que la presencial y menos extensa que la de masa.
El ciberespacio es la dimensión social en el que se realiza este nuevo
modelo de comunicación, por medio chats,
email, teleconferencias, grupos de discusión, redes sociales, etc. Cibercultura
o cultura virtual son los nombres que se ha dado a la cultura contemporánea
caracterizada por el uso de estos nuevos instrumentos informáticos. Usaré preferentemente el término cultura virtual.[12] “Esta cultura antes que por los contenidos, nace por el hecho mismo
que existen nuevos modos de comunicar con técnicas y lenguajes inéditos”.[13]
TENEMOS QUE INMIGRAR A LA
NUEVA CULTURA
Aunque
con muchas diversidades, hemos entrado todos en la cultura virtual que ofrece
nuevas posibilidades ordinarias y ampliamente practicadas de relaciones virtuales y de socialización
virtual.
En el
pasado, el emigrante o el misionero tomaba el barco o el avión y, en el país
donde llegaba, encontraba una nueva cultura que tenía que asumir, en la que se
tenía que ambientar. Hoy, lo que sucede es que permanecemos en nuestro lugar y
ha cambiado el mundo y la cultura que nos rodea. Tenemos que inmigrar, estemos
donde estemos, y tenemos que ambientarnos.
Vivir
en la cultura virtual no es una
hipótesis futurista o un mundo de ciencia ficción. No, es ya actualidad. Es el
mundo que se ha desarrollado con los nuevos instrumentos electrónicos. Basta
ver como se mueve con estos instrumentos un sobrino de 8 años y como influye en
la vida diaria, de las familias, de la escuela, Cada vez más religiosos, en la
Congregación, nos comunicamos de un lado a otro del mundo con mails, nos vemos
y nos hablamos en skype, entramos en círculos de facebook, de tweet u otros
semejantes.
La red
no es house (estructura), es home (ambiente relacional). Es parte
integrante de la vida personal y social. La red no es sólo algo distinto, externo a la vida; es
condición, modo de vivir. No sólo se usa la red, sino que se vive en red. Es
inadecuada la condición entre real y virtual. La oposición es más entre físico y virtual. Una conversación, la visita a un museo, un pago bancario o
una intervención quirúrgica realizadas virtualmente,
es decir en virtud de los medios
informáticos, son reales y tienen consecuencias reales.
Hoy,
hemos entrado en la “cultura virtual”
como, hace miles de años, se entró en la cultura alfabética y, hace siglos, en
la cultura de masa. Muchos entonces se quedaron analfabetos. También hoy,
muchos pueden quedarse analfabetos del nuevo lenguaje digital, pero el mundo de
todas formas habla y vive en la cultura virtual. Todos estamos profundamente
involucrados.
Como
religiosos, nosotros estamos en este
mundo. Y estamos llamados a ser como “sal y fermento de la tierra”, como
“testigos” y “misioneros” de la nueva vida en Cristo. Por condición y por
vocación, estamos sumergidos y en diálogo en el mundo contemporáneo que hoy se
presenta con este nuevo modo digital
de ser y comunicar.
Joana
Puntel, religiosa paulina brasileña experta en comunicación, en su
relación sobre “Vida religiosa en la
cultura mediática” en la Asamblea de los Superiores generales del año pasado,
decía que en el mundo – y en las Congregaciones religiosas – hay tres
categorías de personas:
los nacidos digitales (digital natives): los
que han nacido en la cultura digital, que tienen más o menos de 25 años para
abajo;
los inmigrados digitales (digital
immigrants): los que han llegado después a las nuevas tecnologías de
comunicación con una ambientación más o menos lograda;
los analfabetos digitales (digital analfabetics): los que por varias
razones no han aprendido los nuevos lenguajes informáticos y se sienten ajenos al nuevo mundo nacido
de la comunicación digital.
Descubrirnos “analfabetos digitales” o incluso “inmigrados digitales”,
que balbucean solamente alguna palabra indispensable, puede producir
incomodidad, rechazo, sentido de extranjero, desánimo, pero puede producir
curiosidad o deseo de aprender.
UN AMBITO NUEVO DE FORMACIÓN
Después
de haber considerado que hemos entrado todos en un mundo de comunicación
virtual que modifica y extiende la comunicación real entre las personas, nos
preguntamos: ¿cómo establecer una
integración fructífera de la dinámica virtual en las relaciones? ¿cómo
servirnos bien de los medios informáticos en las relaciones?
Muchos piden a los superiores indicaciones e incluso normas
disciplinares para regular el uso de los medios de comunicación, de los que
preocupan evidentes y frecuentes consecuencias negativas: desde la simple
pérdida de tiempo hasta a formas de dependencia y de desdoblamiento relacional (cercanos con los lejanos y lejanos con los
cercanos).[14] Se indican descarrilamientos en el campo de la castidad (consumo
pornográfico, relaciones afectivas en internet...),[15]
de la pobreza (gastos no autorizados,
administración de cuentas escondidas…), de la obediencia (dependencia de otros
y no de los superiores, desinterés comunitario, comunidades virtuales
alternativas…).
En
el Consejo general, más de una vez se ha reflexionado sobre esta exigencia de
orientación y el fruto fue la Nota sobre
el uso de los Mass Media del vicario general, Don Achille Morabito, en la
perspectiva de la formación inicial y permanente.[16]
Recuerdo
que pregunté a la ya citada Sor Joana
Puntel si existía ya una pedagogía o por lo menos algún esbozo compartido de
reglas de comportamiento disciplinar
sobre el uso de los medios informáticos. Respondió que, por la misma naturaleza
de la comunicación digital, es prácticamente imposible establecer reglas
disciplinares externas, comunes, eficaces y controlables. Las reglas son
indispensables, pero solamente pueden venir de la autodisciplina, y por lo
tanto, de la formación personal en el uso de los nuevos potentes medios para
crecer y no para “fracasar” en la propia personalidad.
Queridos
Hermanos, el objetivo de esta Circular es invitar a la formación y al uso
positivo no ingenuo de los medios de comunicación virtual. Es una invitación a
reflexionar de cara a un camino educativo que es nuevo para todos nosotros. Los
más se regulan (y alguno se sale de la regla)
como pueden. Emergen también religiosos competentes y experiencias
comunicativas positivas.[17]
El
dicho popular “dime con quien andas y te
diré quien eres” nos recuerda que nuestras relaciones son determinantes en
la formación de la personalidad humana. Esto vale también para las relaciones
virtuales. Influyen en la formación, en la espiritualidad, en la vida
comunitaria, en el apostolado.
Benedicto
XVI ha enfrentado el tema del uso de los social
network en su Magisterio “Verdad,
anuncio y autenticidad de vida en la era digital” para la 45ª Jornada
Mundial de las Comunicaciones Sociales del 2011. El Papa ha evidenciado lo
positivo de este instrumento que es “el
signo de una búsqueda auténtica de encuentro personal con el otro conduciendo a
formas nuevas de relación interpersonal”.[18]
Ha reconocido en el uso de los social
network un camino para responder a la exigencia profunda de comunión, de
participación aunque en la diversidad de lugares y de realidades de vida. Es
incalculable el material de fotografías, mensajes, informaciones y documentos
de toda clase que cada día, sobre todo las nuevas generaciones, comparten entre
ellos y entre las diversas partes del mundo a pesar de la distancia geográfica.
Hay que alegrarse siempre por las nuevas posibilidades comunicativas. Cuando no
prevalecen demasiado los motivos económicos-comerciales, la red informática facilita
un gran flujo de conocimientos y de relaciones que pueden hacer crecer la
comunión de la familia humana.
El
Santo Padre, en el mismo mensaje, hace presente algunos riesgos humanos en la
relación virtual: se pueden encontrar interlocutores virtuales incorrectos y
deshonestos; existe el riesgo de refugiarse en una especie de mundo paralelo;[19]
se atenúa la conciencia y el compromiso hacia el “prójimo”.
Zygmunt Bauman,[20]
pensador polaco, gran observador crítico
de la sociedad moderna, ha advertido de algunas consecuencias producidas en las
relaciones humanas por la excesiva frecuentación de relaciones virtuales. Ha
notado que la relación virtual permite a toda persona de comunicar aún siendo
extraña la una de la otra, solo llevando continuamente una máscara, sin
comprometer la propia persona, sin provocar una interacción profunda entre las
personas. Y afirma que este comportamiento comunicativo “de mariposa” termina
por ser adoptado en la vida diaria por lo que “un ambiente social vale si pone
a la persona en la condición de estar presente en el lugar sin ser incitada,
presionada o inducida a quitarse la máscara, y dejarse llevar, explicarse,
mostrar los propios sentimientos y confesar los pensamientos íntimos, sueños y
miedos”.[21]
Dicho de otra forma, en Internet con un clic haces il logout (salida)
e interrumpes el link (relación).
Pues bien, este comportamiento puede contagiar las relaciones de la vida real:
si no me gusta, dejo; si me canso, cambio. De este modo, el
propio yo permanece débil y solo, no existe progreso, crecimiento humano. No
existe sentido de pertenencia y fidelidad. Se llega, afirma aún Bauman, a “una
comunicación hecha de pura y simple afinidad que por este motivo no es
problemática, no requiere esfuerzo alguno o vigilancia genuinamente ordenada”.[22]
Esto sucede, por ejemplo, cuando alguien comunica muchísimo en Internet
o al móvil con quien le es afín y después, en casa ni siquiera saluda o no
tiene nada que decir en la mesa... En conclusión, existe el riesgo concreto que
el espacio dado a las relaciones virtuales lleve a satisfacer la propia
necesidad de relación dejando pocas energías para las relaciones
interpersonales reales, más comprometedoras y más humanas.
UN DECALOGO DE ORIENTACIONES
Un
intento para encaminar una pedagogía de vida en el mundo virtual, mediante
algunas orientaciones prácticas y practicables.
1.
Valoriza la comunicación informática.[23] Conoce los nuevos medios de comunicación para
saber dominarlos. Estos, “están entre las cosas maravillosas – inter mirifica –
que Dios ha puesto a disposición para descubrir, usar, dar a conocer la verdad,
también la verdad sobre nuestra dignidad y sobre nuestro destino de hijos suyos,
herederos de su Reino eterno”.[24]
Hace falta ser conocedores de los problemas humanos unidos a la comunicación
virtual para prevenirlos, o al menos, para dejarse ayudar. Y no es suficiente
el uso y el consumo, sino es necesario ambientarse en el nuevo mundo virtual en
el que vivimos. Para esto será útil participar en iniciativas específicas de
formación a la vida personal y apostólica en el mundo virtual.
“Los cristianos tienen que
tener en cuenta la cultura mediática en la que viven”
para “integrar el mensaje salvador en la
nueva cultura que los potente instrumentos de la comunicación crean y amplían”.[25]
Con este fin hace falta una “vasta obra
formativa para hacer de tal forma que los mass media sean conocidos y usados de
un modo consciente y apropiado”.[26]
De hecho, “sin una adecuada formación se corre el riesgo que los mass media, en
lugar de estar al servicio de las personas, les sometan y condicionen de forma
determinante”. “Se eduquen los religiosos
a un uso disciplinado y crítico de estos medios – dice la Norma 76 – para que se formen una buena conciencia y un
juicio maduro de las realidades y necesidades del mundo en el que viven con el
objetivo de meter en ellos los valores evangélicos.
2.
Cultiva la interioridad para
no adquirir una identidad débil y superficial. La nueva cultura virtual
presenta una visión fragmentada de la realidad. La realidad y la verdad se
encuentran sumergidas en el mar de muchas visiones y verdades presentadas como
absolutas. La verdad es sustituida por la opinión. La oferta y la demanda de
todo está al alcance de la mano con un click. Los valores y los hechos de una
persona o de una institución se encuentran puestos en comparación con otros
mil, con frecuencia contrarios. Al sitio de la Iglesia se apoyan muchísimos
sitios de iglesias, de religiones, de sectas y de “fábulas profanas” (1 Tm 4,7)
e “ingeniosamente inventadas” (2 Pt 1,16). El relativismo es una consecuencia
fácil de esta cultura y, con él, la debilidad de identidad personal.
La comunicación virtual puede favorecer la superficialidad. Resérvate
tiempos de silencio y de reflexión para hacer sobresalir la dimensión interior
y trascendente de tu persona. La comunicación virtual es inmediata y rápida en
los mensajes. Pon en tu proyecto personal tiempos (aparentemente) inútiles al
hacer y al decir y útiles a la contemplación y al discernimiento. La
comunicación virtual ofrece informaciones y opiniones de todo tipo, todas en el
mismo plano, contando más sobre el efecto de la impresión que sobre la
reflexión y el análisis de la realidad. Para verlo claro, integra siempre los
conocimientos virtuales con tu experiencia, de las personas y de los hechos.
3.
Sé explorador y no nómada. El normal nomadismo es el comportamiento
típico que se desarrolla en el mundo virtual, En la red se navega, se explora,
se está siempre en movimiento de un sitio a otro, de un mundo a otro. Es
hermoso y puede convertirse en un daño. El nomadismo de la red se puede
convertir también en un estilo de vida: se pasa con facilidad de una
experiencia a otra, de una relación a otra, de una pertenencia a otra. Eres
explorador que tiene una identidad propia (casa, afectos, proyectos) y no un
nómada que se tiene solamente a sí mismo, aquí y ahora. El nomadismo lleva a la
indiferencia, a la soledad, al abuso, a la prevaricación.
4.
Comunica lo que eres. Nosotros
comunicamos sobre todo lo que somos. Se puede por lo tanto
ser grandes usuarios y expertos de la comunicación virtual, pero transmitir la
propia mediocridad y mezquindad o la honestidad y la vida hermosa.
En internet hay muchos sitios y blog de la Congregación. En éstos
¿comunicamos nuestro estilo de vida y nuestros “amores”?. ¿Comunicamos la
elección radical por Dios y por el Señor Jesús? ¿Expresamos la fraternidad
comunitaria, la elección por los pobres y desamparados, la confianza en la
Divina Providencia y la esperanza, la belleza de la caridad? En el mundo
virtual no es suficiente comunicar el Evangelio y el carisma como si fueran una
ideología, como una máscara, un look, un avatar.[27]
Nuestro
atractivo (client appeal) también
virtual está en el testimonio del “seguir
a Cristo más de cerca” y del “llevar
a los pequeños, a los pobres, al pueblo, a la Iglesia y al Papa, para
Instaurare Omnia in Christo, mediante las obras de caridad”. Por lo tanto
ser buenos religiosos orionistas en la vida diaria es, desde un punto de vista
comunicativo, mucho más importante que todos los sitios web, radio,
televisiones o diarios que podamos tener, porque de hecho comunicamos lo que
somos. Sólo si el testimonio de la vida es auténtico, la comunicación mediática
puede suscitar atracción hacia el Señor (evangelización) y hacia la vida orionista
(vocación).
5.
Educa tu voluntad al bien. Las redes sociales (social
network) han hecho posible la interactividad abierta,
contemporáneamente y desde lugares
distantes, más allá de los muros de la casa de comunidad y de la obra. En
Internet podemos ir donde queremos y con quien queremos.[28]
No es necesario pedir permiso ni avisar. No está el superior o el hermano que
te pregunta “¿dónde vas?”. “¿qué has hecho?”. No hay otro control que el de tu
responsabilidad personal. Por lo tanto, ilumina la razón y educa la voluntad al
bien desde la formación inicial,[29]
y después permanentemente porque en el mundo de los personal media tienes la posibilidad de hacer lo que quieras. También el mal. También tu mal. Sabes muy bien que en el mundo virtual está involucrada tu inteligencia
y voluntad y por lo tanto tus acciones y relaciones virtuales son humana y
moralmente considerables.
6.
Administra y ordena el
tiempo. Hemos visto que
estadísticamente está aumentando el tiempo que los jóvenes y adultos ocupan con
los medios informáticos. También
entre nosotros los religiosos. En consecuencia otra
orientación tiene que ver con la administración del tiempo y de la propia vida.
El
reciente Capítulo general menciona entre
los “elementos de molestia y de
compensación a la relación fraterna el uso impropio de los teléfonos móviles,
ordenadores, TV” (37). Los horarios y los compromisos comunitarios hoy
pueden seer anulados: de hecho, puedes telefonear, chatear, navegar mientras
estás en la mesa, o en el trabajo o en la cama o…también en la iglesia. Es
imposible dar reglas iguales para todos, pero es indispensable que,
personalmente o comunitariamente, se establezcan las prioridades y se
administre el tiempo poniendo orden y proyecto, reglas, en la propia vida.[30]
El tiempo es vida. En la gestión del tiempo manifestamos quiénes somos y qué
vida hacemos.
7.
Sé persona transparente. Ser persona significa decir y manifestar la propia identidad individual,
cristiana, religiosa y orionista. En las relaciones virtuales es posible prescindir y también esconder
la propia identidad personal. En Internet y en los social network, evita el
paso equivocado y fatal de cultivar relaciones en el anonimato propio y de
otros, el uso de máscaras y de avatar sustitutivos: sólo se empiece un contacto
después del reconocimiento de un rostro y de una identidad personal… Son
nefastas las consecuencias de una second life (otra vida, otra personalidad) virtual que desdobla
y desintegra la personalidad.
Ser persona transparente en el mundo virtual significa además – tomo la palabra de Benedicto
XVI – “testimoniar con
coherencia en el propio perfil digital y en el modo de comunicar, elecciones,
preferencias, juicios que sean profundamente coherentes con el Evangelio,
también cuando no se hable explícitamente de él".[31]No
tenemos que ser hipócritas o exhibicionistas de nuestros sitios, blog, mail,
video-conferencias, ni siquiera con buenas intenciones: vuestro lenguaje sea sí, sí y no, no” (Mt 5,37).
8.
Busca la experiencia además
de la información. ¡Hay
mucho derroche de tiempo y de recursos en la comunicación de todo tipo y, más
aún, en la informática! Lo que es comunicado con frecuencia no se acoge; lo que
se acoge a veces no se convierte en reflexión fecunda; lo que se reflexiona con
frecuencia no se convierte en vida. ¿Cómo romper esta cadena de infructuosidad
que desalienta la comunicación? Don Pascual Chávez, Rector mayor de los
Salesianos, escribiendo “nuevas fronteras de la comunicación social” ha
referido el dicho popular “no puedes
comer una tortilla si no rompes antes el huevo”.[32]
La riqueza nutritiva de una tortilla está encerrada dentro del huevo. Es
evidente que si se deja allí, nunca llega a ser una comida deliciosa y
nutritiva; al contrario, antes o después, se pudre, y su contenido se convierte
en desagradable y para tirar. El huevo es la vida concreta, es la experiencia
real. De la cáscara de la comunicación hace falta sacar la experiencia de vida.
La exquisitez de la tortilla – sea que se elabore con un sitio Internet, una
predicación, una lección de catecismo, un documento del Capítulo o la Circular
del general - depende siempre de la bondad de la experiencia de la que
proviene. Sin embargo hace falta romper la cáscara, ir a lo que está dentro,
con la reflexión y la confrontación para que salgan los contenidos. No es
suficiente la mirada o un juicio superficial para transformar la información en
alimento.
9.
Integra el contacto virtual
con el directo y físico. Ciertamente el mundo
virtual no es paralelo sino parte de la realidad de cada día. Y lo será cada
vez más.[33] Es
parte del tejido de la existencia. Es parte pero no todo. Es una expansión
nueva y potente de información y de diálogo para reforzar las relaciones.
Integra, sin embargo, las relaciones virtuales en las relaciones directas y
físicas con las personas y la naturaleza.[34]
Benedicto XVI invita a autodisciplina e a equilibrio porque "es importante recordar siempre que el
contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo con
las personas a todos los niveles de nuestra vida".[35]
Los media se convierten en una tentación cuando nos distraen de las
relaciones cotidianas, en casa, las
que nos ha dado la Providencia y la obediencia, ofreciéndonos las virtuales; no
las que exigen sacrifico sino las que producen placer; no las conyugales (de comunidad y de
apostolado) sino las que nos elegimos nosotros, más atractivas, menos
vinculantes, que podemos apagar cuando queremos con un clic o metiendo la
dirección en la papelera o en el spam. No suceda que alguno dedica más
tiempo a la comunidad de Factbook, o
semejantes, que a la propia comunidad. Tenemos que estar atentos para poner una
jerarquía y prioridad en nuestras relaciones para evitar distorsiones y caer en
la malnutrición relacional.[36]
10.
“Echad la red” (Jn
21, 6)[37]
o, como decía Don Orione, “Hágamonos la
señal de la cruz y echémonos en el fuego de los tiempos nuevos” del mundo
virtual. La red virtual es un ámbito nuevo de vida y de apostolado que “nos
interesa”. No se debe condenar.[38] Ciertamente hay que conocer los problemas, hay que evitar los riesgos,
pero con Don Orione tenemos que tener una actitud “apostólicamente de confianza”, “ni presumidos ni conejos”,[39]
sino “con criterios y espíritu amplio. Todas las iniciativas buenas estén
en vestido moderno, con tal de sembrar y arar a Jesucristo en la sociedad”.[40]
El Papa Benedicto XVI, que no usaba ni siquiera la máquina de escribir,
ha estimulado a entrar en el mundo digital para “introducir en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e
informativo los valores sobre los que se apoyan nuestra vida. En los primeros
tiempos de la Iglesia, los Apóstoles y sus discípulos llevaron la Buena Noticia
de Jesús al mundo greco romano: como entonces la evangelización para ser
fructífera requirió una atenta comprensión de la cultura y de las costumbres de
aquellos pueblos paganos con la intención de tocarles las mentes y los
corazones, así ahora el anuncio de Cristo en el mundo de las nuevas tecnologías
presupone un profundo conocimiento de las mismas para poderlas usar
adecuadamente”.[41]
¿Qué podemos hacer como Orionistas, personal e institucionalmente, para
ser “faros de fe y de civilización”,
para comunicar el Evangelio y la experiencia de nuestra vida orionista a través
de los nuevos lenguajes? Será necesario, antes que nada, ambientarnos en el
nuevo mundo virtual en el que vivimos. Todo misionero aprende la lengua del
lugar donde va, porque es condición indispensable para su misión. El uso de la comunicación virtual es
necesario para nuestra misión en el mundo virtual en el que vivimos. De lo contrario, nos sentiremos tímidos y miedosos, fuera del lugar y
fuera de la época. Considero que haya que poner en marcha una confrontación y
una formación entre religiosos y laicos orionistas que están usando los
instrumentos informáticos como forma de apostolado.[42]
Queridos Hermanos, concluyo invitando a todos a ser misioneros inmigrados en el mundo virtual,
donde misioneros es sustantivo e inmigrados
es adjetivo. Para decir que si uno es misionero de verdad, sabe afrontar el
desafío de hacerse inmigrado por el Evangelio. Don Marabotto en Polonia, Don
Zanocchi en Argentina, Don Pattarello en Brasil, Don Genovese en Chile, Don
Mugnai en Costa de Marfil, Don Piccoli en Filipinas, y otros muchos, se les
recuerda hoy como grandes misioneros e hicieron mucho bien incluso si no
hablaron nunca bien la nueva lengua y
tuvieron dificultad de inculturación.
Esto vale también para nosotros. El motivo principal por el que entramos
en red e inmigramos en el mundo virtual debe ser el celo misionero y no la
diversión, o el pasatiempo o, peor aún, el ocio. Don Orione, hace 100 años, no
mandó a sus religiosos a un crucero turístico a Brasil y después a otros
países, sino que les envió a una ardua empresa misionera. Y fue empresa
misionera, con frutos que permanecen aún hoy. Recordemos que el éxito de
nuestros misioneros se mide por las vocaciones nativas suscitadas. Así el éxito
de nosotros religiosos maduros, inmigrados
en el mundo virtual, se mide por la pasión misionera que transmitimos a los nativos virtuales.
Me parece de escuchar y casi de ver, después de una breve vuelta por
las carreteras de la web, las palabras de Don Orione desde el Chaco, referidas
al mundo virtual y a cuanto allí se encuentra: “Aquí la mayor parte de los muchachos son hijos naturales… muchísimos
no están bautizados; la corrupción de las costumbres es tremenda. Aquí hay
protestantes, hebreos, mercaderes que se enriquecen de bienes terrenos y que
están allí por la riqueza, y ¿no estará el sacerdote por las almas?”.[43]
CONCLUYENDO
El
cuatrimestre Enero – Abril 2013, apenas terminado, se ha caracterizado por la
sucesión en la Cátedra de Pedro, en Roma, entre el Papa Benedicto XVI y el Papa
Francisco. Cuántos pensamientos y cuántos sentimientos se han expresado. Deseo
subrayar todavía uno: creo que todos nosotros hemos tenido una confirmación más,
que es el Señor Jesús, por medio del Espíritu Santo, quien guía y hace vivir a
su Iglesia. Ahora conformémonos al pensamiento, deseo, estilo y enseñanza del
Papa Francisco.
Para
las habituales noticias de familia envío al Panorama
orionista e invito una vez más a visitar el sitio www. Donorione.org que se
puede leer, recurriendo al traductor instantáneo (también hay esto) en las
diversas lenguas.
Encomiendo
a vuestras oraciones de sufragio a los queridísimos Hermanos Pe. Edgard De Jesús Florentino y Don Fioravante Agostini, que el Señor
les ha llamado en estos últimos cuatro meses y de los que encontraréis más
noticias en la necrología de este mismo número de “Atti”
Dos personas difuntas, muy
beneméritas, tyambién por la colaboración que han prestado en nuestras casas,
son Sr. Maria Discipula Crucis y Inezia Da Dores Santos, consagrada dell’ISO de
Ouro Branco (Brasile).
Entre los familiares, han faltado el padre de Don Krzysztof Wojtynia y
de Don Jean Baptiste Komi Dzankani; la madre de Don Jerzy Pawlowski, del Diac.
Cristiano Castellaro y de Fray Geraldo (Rogelino Oliveira Brito); el hermano de
Don Luciano Degan, de Don Andrea Scaglia, de P. Juan Sinforiano Pereira Lopez y
del Ch. Marcio Alexandre Calais de Jesús, y finalmente la hermana de Mons. Giovanni D’Ercole.
Encomendamos a la bondad del Señor a todos nuestros Amigos,
Bienhechores, Exalumnos difuntos que contribuyeron al bien de la Pequeña Obra.
Un recuerdo y una oración especial por todos nuestros enfermos y
ancianos: la Virgen Santísima y San Luis Orione les obtengan la fuerza para
aceptar y sufrir el dolor y sus problemas por Jesús, para después con El
participar en la gloria sin fin.
Vuestro hermano y padre en Cristo y en Don Orione,
Sac. Flavio Peloso, FDP
Superior general
[1] Todas la Congregaciones están afrontando un
poco este tema. Se trató en varios grupos de estudio en las Asambleas de los
Superiores generales.
[2] Es muy hermoso el n.11 de la Instrucción
Pastoral Communio et Progressio que describe a Jesús comunicador.
[3] En camino con Don Orione,
p.325.
[5] Escritos, 79. 300. “En el bien, si no se es un
poco originales, si se permanece siempre en lo mismo, se estanca, se
enmohece... La novedad es medio para hacer el bien porque se atrae la atención,
hace interesarse a los demás en las iniciativas del bien…”; Palabra
del 17.4.1938.
[6] Carta a Don Domingo
Sparpaglione del 15.2.1938; Escritos
33, 19.
[7] Carta a los sacerdotes llamados a constituir
una “Pequeña Oficina de Prensa” del 22.2.1938; Cartas II, p. 527-533.
[8] La comunicación con medios digitales está en
una expansión global rápida porque los instrumentos son útiles, de fácil uso,
económicos. Hemos pasado de los mass
media a los personal media, de dimensiones pequeñas, de bajo
costo. De larga duración (notebook, ipad, cellulari, smartphone, etc.).
[9] Datos del 2007 de la Pearson Education, Inc
[10] Relación Nacional Eurispes 2011
sobre "Muchachos en peligro por la
dependencia de Internet y Social Network", Roma 2011.
[11] Para ilustrar algunos elementos esenciales me
sirvo del esquema de la conferencia de Juana Puntel a la Asamblea de los
Superiores generales de Mayo 2012 con el título “Vida religiosa en la cultura mediática”, y de sus libros: Cultura medática y Igreja: uma nova
ambiência (2006); Comunicação: diálogo dos saberes na cultura midiática
(2011).
[12] La cultura digital o cibercultura
o cultura virtual ha surgido a partir de los años ’70, con el
difundirse de la microinformática y con el surgir de las redes. Además es
cuando empiezan a funcionar la cultura del teléfono móvil, de los ordenadores,
de las redes (internet), de los
micro-objetos digitales a raíz del proceso electrónico digital.
[13] Juan Pablo II, Carta Apostólica del 24 de
Enero de 2005, El rápido desarrollo, n.3.
[14] La ciberdependencia (dependencia de
internet) es un problema muy descrito y revelado estadísticamente. Las personas
que están afectadas se caracterizan por un deseo angustioso de pasar la mayor
parte de su tiempo en red. Es una droga, igual que el alcohol o la cocaína, y
como en el caso de estas substancias, sirve para que el individuo huya de la realidad. El empleo exagerado de Internet
comporta la manifestación de trastornos psicológicos, que a veces acaban en
verdaderos desórdenes psíquicos.
[15] En la vida cotidiana, las relaciones
interpersonales llevan consigo siempre dificultades y también conflictos; en
internet y en los social network, de hecho, las relaciones son organizadas
entre semejantes seleccionados por afinidad, y las diferencias de carácter o
las dificultades interpersonales son «oscurecidas» por la lejanía, por el anonimato: existe el riesgo de perder
la alteridad, la tensión, el conflicto, la integración, el progreso
comunitario. La afinidad relacional puede llegar a ser íntima y también de natura
sexual. Un religioso y psicólogo,
José Crea ha dedicado un artículo a “Vida religiosa y una dependencia sexual en
internet,“Vita consacrata”, 2004/2, p.171-182.
[16] En Actas
y comunicaciones, 62 (2008), p.327-332. Las Normas hablan de los medios de
comunicación social en los n. 8, 76, 92, 105. El Itinerario Formativo Orionísta, en el capítulo “Formación humana”,
trata sobre el uso de los medios de
comunicación social”, n. 62-65, p. 72-74.
[17] Algunos sitios de la Congregación están bien
hechos; www.donorione.org ha llegado a ser una pequeña plaza en la que
cada día más de 1000 personas, de las cuales más de la mitad son nuestros
religiosos, van par ver noticias de la familia Orionísta; hay sitios que,
además del material espiritual y pastoral, ofrecen la posibilidad de coloquio;
el Centro Provincial Vocaciones de Brasil Sur hace promoción y acompañamiento
vocacional via internet; cuantas veces también yo he podido hacerme presente en
reuniones y convenios hablando en directo video/voz de un lado a otro del mundo
orionísta; desde nuestras obras de Lindleya (Polonia), Claypole y Córdoba
(Argentina), Itapipoca (Brasile) y
otras, se transmite la Misa y programas religiosos en directo via internet;
tenemos algunos sitios de formación profesional on line; se están haciendo
reuniones de Secretariado en videoconferencia. Son realmente muchos los
servicios que ya se estan realizando. Hay un sitio polaco (no nuestro) - pogotowieduchowe
es decir emergencia espiritual – donde aparece el mapa con la
bombillita verde encendida de los sacerdotes que tienen el teléfono encendido y
a los que puedes llamar para expresar tus problemas y necesidades.
[18] Benedicto XVI, Mensaje “Vedad,
anuncio y autenticidad de vida en la era digital” para la 45ª
Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Ciudad del vaticano 2011.
[19] Al especto es significativo el fenómeno Second Life, un mundo virtual
al que se accede mediante un programa gratuíto que permite a los usuarios,
representados por una imagen propia (avatar), de interaccionar unos con otros.
Los residentes pueden explorar, socializar, encontrar otros residentes y
dirigir actividades de grupo o individuales, crear partnership, casarse,
realizar proyectos, comprar terrenos, construir, trabajar y teletransportarse
al pasado y viajar a través de las islas y de las tierras que forman el mundo
virtual, cuyos datos virtuales son almacenados y a disposición. Hay millones de
personas conectados que viven su Second Life. Cfr el artículo aparecido en La Civiltà Cattolica, a cargo de Antonio
Spadaro: «Second Life»: el deseo de “otra vida”, 2007/III, p. 266-278.
[20] Consideramos que las obras de Zygmunt Bauman, La modernad líquida,
Editori Laterza, Bari, 2009 y La Sociedad individualizada, Il Mulino, Bologna
2010.
[21] Zygmunt Bauman, La modernidad líquida, Laterza, Bari 2009, p.105.
[22] Idem, p.110.
[23] El Documento de Aparecida, de la V
Conferencia General del Episcopado de America Latina y Caribe (2007)
dedica el n.486 a “Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación”
ofreciendo indicaciones prácticas.
[24] Juan Pablo Paolo II, Carta Apostólica del 24 de Enero del 2005, El
rápido desarrollo, 14.
[25] El rápido desarrollo.2 e 8.
[26] Ibidem, 11.
[27] El avatar es una imagen elegida para representar la propia identidad
en comunidad virtual, lugares de agregación, discusión o de juego on-line. El
término ha sido popularizado por una película de gran éxito.
[28] Tengo presente la escena vivaz y simpática de los seis novicios y de
su padre maestro, después de cenar, en la sala de los ordenadores de Villa
Borgia. Me he acercado algunas veces: cada uno con ordenador, cascos y
micrófono, quien hablaba en italiano, quien en español, quien en rumano, quien
en tono serio y confidencial, quien bromeando en alta voz, quien hablando a la
familia, quien a los amigos… ¡Qué diferencia al recreo en el patio (hecho
antes!), me encontraba en una auténtica plaza mediática mundial.
[29] No se piense que tiene que ver sólo con los religiosos de algún país
más rico económicamente. Por conocimiento directo se que los jóvenes que entran
en la Congregación hoy – desde la Costa de Marfil a Brasil, desde Polonia hasta
la India – a pesar de proceder de ambientes geográfico-culturales muy
diferentes están todos formados en el único ambiente/cultura virtual al que
tienen fácil y económico acceso.
[30] La única regla común de Congregación que siento el deber de recordar
es la de dejar el mundo virtual fuera de la habitación, reservada a la
intimidad personal, al silencio y al descanso. Los motivos que han llevado a
prohibir la televisión en la habitación son los mismos, y hoy más urgentes,
para hacer excluir el uso de los mass media informáticos en la habitación.
[31] Benedicto XVI, “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era
digital”.
[32] Se trata de la Circular “Con el valor de Don Bosco en las nuevas fronteras
de la comunicación social” del 24 de Junio del 2005; Actas del Consejo General
n.390.
[33] Una vez más envío al Mensaje de Benedicto XVI “Verdad, anuncio y
autenticidad de vida en la era digital”.
[34] En este sentido es útil la lectura de Jonah Lynch, El perfume de los
limones. Tecnología y relaciones humanas en la era de Facebook, Lindau, Torino,
2011. “¿Qué tienen que ver los limones con la tecnología?”, se pregunta el
autor. “Un limón cogido del árbol tiene la cáscara áspera, Si se la aprieta un
poco sale un líquido perfumado y de repente la superficie se convierte en lisa.
Después está aquel líquido ácido tan bueno puesto en la chuleta y con las
ostras, en los drink de verano y ¡en el té caliente! Tacto, olfato, gusto. Tres
de los cinco sentidos no pueden ser transmitidos por medio de la tecnología.
Tres quintos de la realidad, el 60%. Este libro invita a tenerlo en cuenta.
[35] Mensaje “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”,
cit.
[36] Sobre esto ya había escrito en la Circular “El Señor sabe que
estamos”. Atti e comunicazioni 2010, n.233, p.235-248.
[37] Jn 21, 6; la red virtual es un nuevo ámbito de apostolado y también un
instrumento de apostolado.
[38] Puede servir como ejemplo la actitud de Don Orione de cara al avanzar
de la “época de la democracia” que, al inicio del siglo XX, llevó desorden,
bloqueos y temores incluso en un cierto ámbito católico, tentado de condenar el
fenómeno como proveniente de las fuerzas del mal. Don Orione en 1915 escribe:
“La democracia se adelanta con nuevas necesidades y con nuevos peligros. No nos
asustemos, queridos amigos, sino seamos, por caridad, gente de fe amplia y
generosa de nuevas ayudas, si queremos de verdad ser la gente de nuestro
tiempo: la democracia si avanza acojámosla amigablemente, encaucémosla, cristianicémosla
en sus fuentes, que son la juventud…” Sobre los pasos de Don Orione p. 213. ¿No
tendremos que hacer algo semejante en época de cibercultura y de mundo virtual?
[39] Don Orione precisaba mejor esta expresión diciendo “¡no quiero gente
desganada; pequeña de cabeza y de corazón, carente de toda sana, moderna,
necesaria y buena iniciativa, carente del necesario valor! ¡Confiar no en
nosotros, sino en Dios, y adelante con ánimo alto, con corazón grande, con
mucho valor!”. Se vea también Sobre los pasos de Don Orione, el tratado de las
características de nuestra caridad apostólica: bien preparados culturalmente,
audacia y carácter emprendedor, creatividad y rapidez en la acción,
laboriosidad, inteligencia y modernidad en los medios y en los métodos, p.
171-179.
[40] Reconocemos enseguida el estilo de Don Orione en estas expresiones;
Escritos 79, 300. Hablando del uso de diarios
y radio, Don Orione escribía, el 21 de Agosto de 1935 desde Buenos
Aires: “Ved que se puede ser modernísimos sin ser modernistas. Así es como
tenemos que ser: servirnos de cuanto la ciencia ha encontrado para difundir la
Palabra de Dios y el bien”, Escritos 18, 133. Evidentemente, esto no es un
estímulo a la vanidad y al derroche en la compra de los medios informáticos
propuestos por el comercio. El motivo apostólico es el que debe guiar siempre
nuestras elecciones de los instrumentos.
[41] Mensaje “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”
[42] La Norma 92 recuerda que “Para ser apóstoles hace falta preparación y
constante actualización se en los principios como en los métodos y en los
instrumentos” y que “el uso inteligente de los medios de comunicación social
puede ofrecer grande provecho”.
[43] Escritos 50, 25.
| ||
Este espacio, pretende ser una recopilación de notas sobre D. Orione , gracias a sacerdotes, religiosas y laicos, estudiosos, autores de artículos, que en su afán de conocer más de nuestro querido fundador ,comparten con nosotros sus saberes. Espero sirva para adentrarnos más en su espiritualidad , carisma, misión, y mostrar a Don Orione en nuestras vidas. Como dije son recopilaciones, de distintas fuentes
jueves, 25 de julio de 2013
INSTAURARE OMNIA IN CHRISTO " MISIONEROS INMIGRANTES EN EL MUNDO VIRTUAL "
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