sábado, 19 de junio de 2021

Don Orione y los laicos, una historia de corazón abierto y trabajo fecundo 1935

 


 

El  compromiso de    los    laicos con  el  espíritu y    el    carisma que Don Orione dejó para    toda    la humanidad    y para  la  Iglesia, tiene sus raíces históricas en la especial sensibilidad    y en  la  voluntad del propio Don Orione.

Muchos son los  momentos y acontecimientos que    Don Orione vivió junto a los laicos, a quienes siempre distinguió como   actores centrales de su gran  obra.  Sus cartas    y    los hechos lo atestiguan.  No podemos  dejar  de  recordar  que  el  joven  clérigo  Orione,     en     1890,     ya     participaba     de     dos asociaciones  laicales:  la  conferencia  de  S.  Vicente de Paul y la Sociedad de Socorros Mutuos “San Marziano”.

Su primer colegio de “San Bernardino” (1893) en Tortona, fue fundado como un “Convitto Paterno”, por iniciativa de una “Asociación de Padres”, y dirigido por Don Orione con la  ayuda de laicos de buena voluntad.

Al  inicio  de  la  fundación  de  la  Pequeña  Obra,  en 1899 en Turín, Don Orione lanzó el proyecto de la primera Asociación femenina: “En torno a nuestro Instituto surgen las Damas de la Divina Providencia, una gran asociación donde todas las almas se unen en las obras de caridad, y en un mismo espíritu de abnegación  y  sacrificio”.

Don    Orione    veía claramente  la  necesidad  de  trabajar  codo  a  codo con   los   laicos,   como   queda   reflejado   en   este fragmento  de  una  carta  suya  del  10  de  abril  de 1925:

“Llegará un momento, como le ha sucedido a San  Vicente de Paul y al mismo Beato Cottolengo,  que el   servicio   de   las   personas   encargadas   de   las instituciones  de caridad –como  esta  en  la  que  nos hemos  embarcado  en  Génova,  en  el  nombre y confiados   en   la   Divina   Providencia-,   no   será suficiente,  y  por  más  Religiosas  que  tuviéramos,  o no alcanzarían  nunca, o por  otros buenos  motivos que  sería  largo  de  enumerar,  siempre  tendremos necesidad de tener otras personas,  aunque  no  sean  religiosas,  pero  de  buen espíritu y –Dios lo quiera-también de buena familia, o  sea  de  condición  civil,  que  nos  ayuden  y  que hagan, dentro y fuera, lo que nosotros no llegamos o  no  podemos  hacer,  o  porque  no  es  conveniente por buenas razones, o porque no lo sabemos hacer.

Entonces si ustedes se quedaran solas, el ministerio de   la   Caridad   sufrirá   y  sufrirán   los   pobres   de Jesucristo.”

A  su  vez,  ya  en  las  Constituciones  manuscritas  de 1904,     Don     Orione     prevé     una     forma     de consagración para los laicos que “anhelan con toda el  alma  alcanzar  la  perfección,  y  que  estarían dispuestos a hacer los votos, si les fuera permitido”.

Este  deseo  del  Fundador  se  ha  hecho  realidad  a través del Instituto Secular Orionita.

Don    Orione    veía    a    los Ex    alumnos “como apóstoles”;  muchos  de  ellos,  en  la  vida  civil, continuaron  siendo,  como  laicos,  parte  viva  de  la Familia  Orionita.  A  través  de  la  correspondencia personal  y  de  la  formación  de  una  Asociación (1934),     cultivó     en     ellos     una     permanente participación  en  la  vida  y  en  los  ideales  de  la Pequeña   Obra.   Es   notable la   capacidad   del Fundador para cuidar de los Amigos, a los que veía como verdaderos discípulos y colaboradores. En la relación   cotidiana,   los   guiaba   y   formaba,   los comprometía en las obras de caridad y los animaba en lo que era propio de su estado y profesión. Se constituyeron en Asociación en 1940.

Después de su muerte, todas estas iniciativas de Don Orione  con   los  laicos,   fueron  continuadas  por muchos  de  sus  discípulos,  atendiendo  también  a los progresivos cambios de las condiciones sociales y del sentir eclesial, hasta llegar a esta realidad que  hoy se llama Movimiento Laical Orionita.

La  constitución  de  este  Movimiento  en  todo  el mundo y en la Argentina, tiene una rica historia.

Desafíos futuros...

Tenemos   por   delante   un   largo   camino,   con   dificultades,   pero también  con  la  esperanza  que  nos  da  confiar  en  la  Providencia  de Dios. Queremos compartirles algunos desafíos que se nos presentan para el futuro.

En  primer  lugar,  continuar  en  la  comprensión  del sentido  de  pertenencia al  MLO.  Este  movimiento, no es un nuevo grupo sino que pretende incluir a todos  los  laicos  y  laicas  que  viven  el  carisma orionita,  quienes  ya  pertenecen  a  asociaciones laicales y los que no.

En  segundo  lugar, consolidar  la  estructura  que  se ha   implementado.   En   este   sentido,   el   Equipo Animador  del  MLO  de  Argentina  (que  incluye  a nuestros  hermanos  de  Paraguay)  intenta  ser  un equipo   representativo   de   todas   las   instancias laicales  que  componen  el  MLO.  Por  ello  están representadas todas las comunidades del país (de FDP   y   PHMC)   divididas   en   cuatro   zonas,   los distintos Secretariados, el ISO y los Amigos de Don Orione.   Este   equipo   cuenta   también   con   una secretaría operativa y con el acompañamiento de  los  Consejeros  Provinciales  encargados  del  MLO.

Pero en lo que habrá que poner mayor empeño es en la constitución de las coordinaciones locales.

Allí, en    las    comunidades,    es    donde    se    percibe verdaderamente  el “movimiento”, a través del trabajo,  del  voluntariado  y  el  compromiso  diario de    tantos    laicos    y    laicas.    Fortaleciendo    las coordinaciones  locales  es  como  conseguiremos una mejor organización, comunicación y representatividad.

Por  último, avanzar  decididamente  en  el  plan  de  formación  en  el carisma para los laicos. En este aspecto ya hay algunas experiencias  que  se  están  programando  y  también  queremos  que  los  retiros espirituales y el Encuentro Anual de la Familia

Don Orione con el primer grupo de misionero


s partiendo hacia Brasil (1913): a la izquierda aparece un laico, el Sr. Giulio, pionero de las misiones orionitas.

Orionita, tengan una clara orientación en el tema de la   formación   carismática.

Tenemos   también   la posibilidad  de  utilizar  las  fichas  de  formación  que anualmente   se   preparan   para   toda   la   familia orionita.  También  en  este  aspecto,  insistimos,  la formación  debe  ser  un  empeño  creativo  de  cada comunidad local.

Estos son algunos de los desafíos que nos esperan.

Queremos entusiasmar a todos los laicos y laicas a tomar    conciencia    de    que    somos    una    parte importante  de  la  familia,  y  que  esta  necesita  de nuestra    participación    y   de    nuestra    vocación específica  para  que  se  multiplique  y  extienda  el carisma   que   compartimos   con   los   Religiosos   y Religiosas.  Queremos  ser  fieles  y  corresponsables sabiendo  que  somos  como  faros  que  deben  hacer resplandecer  la  luz  del  Evangelio,  impregnando  al mundo  y  a  la  Iglesia  de  la  vitalidad,  la  audacia,  la apostolicidad  y  fundamentalmente  de  la  caridad  que hizo Santo a nuestro querido Don Orione.

Convocatoria misionera a los laicos

Se realizó en  Ariccia, Italia, una importante reunión de la Familia Orionita  dedicada  al  proyecto  misionero  para  el  sexenio 2004-2010.  Participaron  consejeros  generales,  superiores provinciales y representante de las misiones, Hijos de la Divina Providencia, Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad y laicos del MLO. El motivo de la reunión fué avanzar en el “nuevo impulso misionero” Esta nueva frontera para la obra evangelizadora de Don Orione, se convierte en un desafío particular para los laicos,  tan  presentes  desde  un  primer  momento  en  la . vida de la congregación. Tal como lo recordó el mismo Flavio Peloso

En una misión orionita hay lugar para todos: -hombre o mujer -para catequistas y para albañiles; para quien da clases, para quien hace  la  comida,  para  quien  es  enfermero;  para  quien sabe conducir  un  grupo  y  para  quien  sabe  conducir  el automóvil; para quien sabe cuidar la casa, sabe dar acogida y ofrecer una ayuda en las pequeñas necesidades cotidianas de la misión”, expreso el P. Flavio en esa oportunidad.

Siguiendo lo que  casi  se  ha  convertido  en  una  tradición, iniciada  por Don Orione, el actual superior General, ha dirigido a todos los religiosos una Convocatoria  Misionera. Pero, con una novedad:  que ha caracterizado a la Obra Don Orione.

También resuenen para ustedes, queridos amigos -laicos, las palabras emocionadas de nuestro Padre  Don Orione. He pensado, dada la nueva madurez de participación vocacional  ‘Al menos que algunos  laicos y laicas lleven la santidad :  Don  Orione  nos  quiso  santos! ‘las obras de caridad son la mejor apología de la fe

No pidió particulares competencias y capacidades pedía que tuvieran a Dios en el corazón”