PROXIMOS AL CAPITULO GENERAL XIV, RECORDEMOS LA CARTA CONVOCATORIA DE DON FLAVIO PELOSO ,FDP, SUPERIOR GENERAL.
Roma, 26 de abril de 2015
María, Madre del Buen Consejo
Queridos hermanos,
Deo
gratias!
En el día de la memoria
litúrgica de la “Madre del Buen Consejo”, tan querida a Don Orione, me dirijo a
todos ustedes con esta carta con la cual convoco
el 14° Capítulo General, según la norma del artículo 139 de nuestras
Constituciones. El Capítulo general se llevará a cabo en nuestro Centro de
espiritualidad de Montebello de la Battaglia (Pavia), del 16 de mayo al 5 de
junio de 2016.
“El Capítulo general es
el principal signo de unidad en la diversidad de la Congregación y un momento
privilegiado de su vida comunitaria” (Const. 138). Nos reuniremos juntos “para
tratar los problemas de mayor importancia de la vida de la Pequeña Obra, para
que ésta se mantenga fiel al Evangelio, al espíritu del Fundador” (Const. 138).
En estos momentos Don Orione, que permanece siempre como “el Director” de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, estará
ciertamente con nosotros.
Los invito a mirar este
evento como un momento de gracia ofrecido por la Divina Providencia a la
Congregación, para que “dócil al Espíritu Santo responda a las necesidades de
los tiempos y de los lugares” (Const. 138). La grandeza de la Divina
Providencia, sabemos por la experiencia de Don Orione y nuestra, se revela en
el Espíritu que sabe renovar la faz de la tierra (cfr. Sal 104,30) y hace
nuevas todas las cosas. La Providencia de Dios, presente en los diversos
momentos de la historia humana, en la vida de la Congregación y en nuestros
acontecimientos personales, sabrá “encender en nosotros el divino fuego de la
caridad” para renovar nuestro impulso de santidad y de apostolado, mediante
aquel Espíritu que, infundido sobre los apóstoles bajo la forma de lenguas de
fuego, los transformó en testigos creíbles del Resucitado (cfr. Hc. 2,1-11).
Confío nuestro Capítulo general a María, nuestra “Madre y celeste Fundadora”, rogándole que pida para nosotros el
don del Espíritu Santo y el discernimiento de la Voluntad de Dios, en las
condiciones de vida personales y en los signos de los tiempos y lugares, para
vivir en fidelidad creativa a nuestra vocación religiosa orionita.
Hemos llegado al 14°
Capítulo General de nuestra historia de Congregación. Es un pasaje de gran
importancia y responsabilidad porque cada Capítulo da orientaciones y
decisiones que influyen sobre el futuro de la Pequeña Obra que, como agregaba
Don Orione, “es obra de Dios”, “de la
Divina Providencia”.
Tratándose de “obra de
Dios” siempre es adecuado la advertencia de San Pablo (1Cor. 3,10), pero sobre
todo durante los “trabajos” del Capítulo general: “Cada uno esté atento a cómo
construye. En efecto, ninguno puede poner un fundamento diverso de aquel que ya
se encuentra, que es Jesucristo”, del cual el carisma orionita es una
especificación y actualización. “Si sobre este fundamento se construye con oro,
plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja, la obra de cada uno será bien
visible… y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. Ninguno se
engañe”.
Nuestro Capítulo general tiene por base el “carisma fundacional” puesto
por Dios a través de Don Orione y vivido desde varias generaciones por co-hermanos.
Ahora nos toca a nosotros continuar. Llevemos
lo mejor de nosotros mismos a la reflexión y trabajos del Capítulo general. Del
mismo participarán todos en la fase local, un buen número en los Capítulos
provinciales y unos cincuenta representantes en el Capítulo general.
El CG14 se llevará a
cabo del 16 de mayo al 5 de junio del 2016, en Montebello, junto a los lugares
orionitas que con su silenciosa elocuencia nos ayudarán a reavivar la
consciencia de un don que tantos frutos de santidad y de apostolado ha
producido. Iniciaremos el Capítulo con la concelebración eucarística en la
basílica – santuario de la Virgen de la Guardia durante la fiesta junto al
Cuerpo de Don Orione.
“SERVIDORES DE
CRISTO Y DE LOS POBRES”
Fidelidad y
profecía en diálogo con las periferias de la pobreza y de la evangelización.
El título “Servidores de Cristo y de los pobres”
expresa claramente los rasgos esenciales de nuestra identidad personal y
apostólica. Está tomada de una definición dada por Don Orione mismo[1] e indica el interés y el objetivo central del
CG 14: la persona del religioso orionita como
tal. Se trata de una perspectiva sobre todo “vocacional” concerniente a la
identidad humana, espiritual y apostólica de la persona del religioso orionita
y su vivencia en el contexto cultural
y eclesial actual.
El
subtítulo reclama el dinamismo indispensable de nuestro camino de “fidelidad y profecía” a discernir y
promover dentro del contexto de las “periferias
de la pobreza y de la evangelización”.
En el CG 14
consideraremos la persona del religioso en 7 temas o aspectos determinantes;
sobre ellos se concentrará la reflexión y la contribución de cada religioso y
de las comunidades en la primera fase del Capítulo general.
1. La humanidad
del religioso.
Se trata de mirar
nuestra persona: salud, aspectos psicológicos, relacionales, proyectuales, etc.
¿Qué actitudes mirando el futuro? La Congregación está hecha de personas. El
Capítulo general promueve una renovación común pero a partir de cada religioso
en comunión.
2. El
religioso vive de Dios.
“Vivir
en Cristo Jesús, vivir de Jesús, vivir para Jesús, vivir Cristo” (Don Orione); toda la vida del religioso está
ordenada a Jesús y comprendida en Él. “Más te unes a Jesús y Él se convierte en
el centro de tu vida, más Él te hace salir de ti mismo, te descentra y te abre
a los demás” y la persona “está bien”. Estamos llamados a elecciones para
cuidar la conexión a las fuentes de la vida de Dios, de las cuales desciende
todo: santidad, relaciones fraternas, fecundidad vocacional, apostolado.
3. El
religioso identificado con el carisma.
Somos personas con
identidad y comportamientos de hermanos porque tenemos el mismo espíritu, el
Espíritu Santo, y el mismo carisma orionita, don del Espíritu Santo. Deberemos
reflexionar y actualizar los modos para poner al centro de nuestra vida el
carisma que nos vuelve contentos y dinámicos, en diálogo y útiles a la Iglesia
y al mundo.
4. La
relación vital con la comunidad.
La colaboración se
funda sobre la comunión que, en la comunidad religiosa, es fruto de vocación y
de relación con Dios. Si se atenúa la relación con Dios, se fractura el “vinculum fraternitatis”. Deberemos
poner la atención en el espíritu de familia y tomar decisiones para lograr
relaciones fraternas simples y auténticas,
relaciones fraternas participativas, para compartir la vida espiritual y
apostólica.
5. El
religioso en misión: testimonio y servicio.
El Papa Francisco
recuerda a menudo que debemos ser misioneros del Evangelio y no funcionarios de
lo sagrado; nos interrogaremos sobre cómo ser pastores del pueblo, con olor a
oveja, sobre todo de los pobres, los enfermos, las personas en dificultad y en
búsqueda de Dios. El religioso, en cuanto discípulo
de Cristo y hombre de Dios, está constituido
como “testigo” de la vida nueva según
el Evangelio. ¿Cómo realizar mejor el rol de “pastor, profeta, animador y formador, garante del carisma”?
6.
El apostolado congregacional como un don a la
Iglesia.
La Iglesia nos quiere
como debemos ser, orionitas, a
nosotros y a todas nuestras actividades. Para eso estamos. Cada carisma fue
suscitado para el bien-estar de la Iglesia. Fijaremos la atención sobre las dos
líneas apostólicas de nuestra fidelidad orionita: la “especial fidelidad al Papa”, a la cual debe converger toda
actividad de la Congregación; el servicio a “los
más pobres y más abandonados”, mediante las obras de caridad. Miraremos los desafíos puestos por el
contexto social de hoy y a las actitudes del religioso para responder a los
mismos.
7. Hacia
las periferias existenciales del mundo
“Queridos hijos de Don
Orione, ustedes deben ir con el carisma de fundación a las periferias existenciales, allá donde la existencia de las personas
es materia de descarte. Allí deben ir ustedes”[2]. ¿Qué
decisiones tomar para responder hoy a la invitación del Papa Francisco y de Don
Orione que nos quería “fuera de sacristía” para
las “chatarras de la sociedad” y para “los más pobres y abandonados”?
¿Cuáles orientaciones y decisiones en referencia a las obras de caridad
consolidadas y las nuevas pobrezas, la pastoral con los cercanos y nueva evangelización
con los alejados y “aquellos que no van a
la iglesia”?
EL CAPÍTULO ES UNA
GRACIA Y UN ACONTECIMIENTO PARA TODOS
El Capítulo no sucede
solamente en las tres semanas en las que se reúnen los delegados de toda la
Congregación. No; es un proceso que el Espíritu Santo inicia en el corazón de
cada religioso despertando la responsabilidad, disponibilidad y recursos. De
aquí viene el aporte a la elaboración del proyecto del CG14 para el próximo
sexenio.
Subrayo algunos valores
y actitudes para vivir bien el Capítulo.
1. El
Capítulo es un evento espiritual
No puede ser eficaz si
no es vivido como un evento espiritual. Por lo tanto, la primera acción a
activar es la de la oración: reunidos alrededor de María, en oración, atentos a
la voz del Espíritu. (Hc. 1,12-14; 2,1-4).
Esto vale
particularmente durante el Capítulo general pero también en el tiempo de los
Capítulos provinciales y de la preparación personal y comunitaria. Sólo en la
apertura al Espíritu de Dios, manifestado en el carisma orionita, podremos
percibir algo de aquella vitalidad de Dios que ayuda a superar situaciones
estancadas, a reforzar la identidad carismática, a despertar el corazón. Para
esto deberemos acompañar todo el camino del Capítulo con la oración personal y
comunitaria, comprometiendo toda la Familia Orionita, los laicos, los jóvenes,
los enfermos, los ancianos y el pueblo de las parroquias.
Si la oración y la escucha del Espíritu
formarán el clima del Capítulo general, éste habrá un éxito inspirado por Dios.
De un modo diverso, “en vano se fatigan los constructores” (Sal. 127,1)
2. El
Capítulo promueve la conversión
De esto, todos estamos
convencidos. Por eso la metodología es la de la escucha de la Palabra de Dios,
de la vida, de los hermanos, de la gente con la cual vivimos, de los jóvenes.
Los contenidos hay que elaborarlos y recibirlos como meditación que favorece
ante todo el cambio del corazón y de la mentalidad. Por eso, con el camino del
Capítulo entramos en una condición más
intensa de conversión-formación.
La identidad de “Servidores de Cristo y de los pobres”
nos llama a la purificación de todo aquello que en cada uno y en la
Congregación, impide la acción de la Divina Providencia de la cual somos
“hijos”.
Ir al centro de nuestra identidad personal de “Servidores de Cristo y de los pobres”
significa reconocer todo lo que es contrario a ella o que solo distrae, desvía
la atención, hace perder tiempo y energías espirituales, disgrega. Mirar
nuestra humanidad de religiosos significa “desnudarse”, quitar las “máscaras” a
la cual nos hemos habituado, verificar la pureza de las intenciones y afectos,
las esperanzas y proyectos. En el discernimiento uno se predispone así a
decisiones evangélicas.
En esta perspectiva de
conversión, durante este año del Capítulo valorizamos la meditación personal cotidiana, el examen de conciencia, la celebración del sacramento de la Reconciliación. Sí; estos son los modos concretos
y eficaces para vivir el Capítulo. Intuiciones y decisiones importantes para el
Capítulo podrán surgir de estos momentos interiores y escondidos, pero más
libres de las apariencias y de la superficialidad.
Otros momentos
específicos de discernimiento y de conversión serán aquellos dedicados
explícitamente al diálogo y a la búsqueda comunitaria escuchando los hermanos,
los laicos, los jóvenes y cuántos son partícipes de nuestros cuidados.
3. El
Capítulo promueve la continuidad carismática
El tema del Capítulo
general pone a cada religioso en un horizonte de fidelidad vocacional personal,
invita a ir al origen y a la esencia de la identidad propia, reclamada en aquel
título “Servidores de Cristo y de los
pobres”. En la identidad vocacional del religioso está la razón y la
energía de nuestras relaciones comunitarias y del celo apostólico.
Todos los recientes
Capítulos han tenido el objetivo común de promover la continuidad carismática: “ser el Fundador hoy” (CG10, 1992), “en misión con los laicos hacia el tercer
milenio” (CG11, 1998), con “fidelidad
creativa” (CG12, 2004), en la dinámica del “sólo la caridad salvará el mundo” (CG13, 2010).
Ahora, en el 14°
Capítulo general, en un contexto de cultura líquida, incierta y fluida, que
desmorona las identidades, se nos pide focalizar la atención y la renovación en
la persona de nosotros orionitas “servidores
de Cristo y de los pobres”.
Es un objetivo estrictamente conectado con
caminos ya iniciados, a continuar y perfeccionar, como por ejemplo: el nuevo
rol de los religiosos en relación a las obras e instituciones; la mentalidad y
la práctica del proyecto personal y comunitario para huir de la disgregación y
ser personas en diálogo con Dios y con el ambiente; el rol personalizador de la
comunidad con la propia casa, los tiempos y las dinámicas fraternas; la
nostalgia y el deseo de relaciones más directas entre religiosos y personas a
las que estamos destinados, entre religiosos y obras; la relación
vocacional/apostólica con los laicos en el apostolado de la caridad; la
complementariedad y colaboración dentro de la Familia Orionita con los otros
componentes: FDP, PHMC, ISO, MLO; el compromiso por nuevas respuestas a
pobrezas desprovistas de todo y la evangelización de los alejados; y otras.
Todas son líneas de conversión que tienen a reforzar la identidad carismática y
las relaciones personales.
4. El
Capítulo promueve el proyecto del camino común
El CG14 comienza
prácticamente ya con esta carta de convocatoria y de anuncio del tema. El
Capítulo es un camino y comienza en el corazón de cada hermano y luego en los
procesos que, paso a paso, se irán dando en las comunidades locales y en la
Provincia. El Capítulo comienza en la alegría y en la esperanza de participar a
este evento de renovación de nuestra Familia, que es “obra de Dios” y en la cual
estamos gastando la vida. “De re nostra
agitur”.
Es importante llegar a
buenas convicciones y claras orientaciones para la vida de la Congregación en
el sexenio sucesivo, mediante la metodología propia de la Congregación que
hemos aprendido a realizar bastante bien: asambleas de programación y de
evaluación, la acción de gobierno a todos los niveles, reuniones anuales de
directores, animación de los secretariados en las diversas áreas, los cuadernos
de formación permanente, las visitas canónicas y otras iniciativas establecidas
a lo largo del sexenio.
METODOLOGIA DEL
CAPÍTULO
Las tareas y
competencias del Capítulo general están definidas en las Constituciones y Normas. [3] La organización práctica y la metodología de
trabajo pueden variar dentro de lo posible. Por ejemplo, en vistas al próximo
Capítulo general, vino la indicación de tener bien distinguidas las
competencias y tareas a nivel local, provincial, y general.
1. Competencias
y tareas en la preparación del Capítulo
Ø
La comunidad (cada religioso y la comunidad) lee la situación de vida y hace las
propuestas de renovación. Esto se realiza mediante un Cuaderno de reflexión sobre las temáticas del Capítulo y una Encuesta personal.
El Cuaderno de reflexión propone los 7 temas
sobre los cuales se centra la reflexión del Capítulo con una breve ilustración
del tema y algunas preguntas-clave referidas a la situación y a propuestas para
el futuro. El cuaderno está dirigido ante todo a cada religioso, para apuntes
personales, y luego para el capítulo de comunidad.
La Encuesta
personal está dirigida a cada religioso de modo individual sobre la base de
un cuestionario igual para todos, formulado y leído por un equipo de expertos.
Ayudará a hacer surgir algunos sentimientos, pensamientos, actitudes y
orientaciones más comunes.
Ø
La Provincia, con el Capítulo provincial asume lo que surgió de los religiosos y
comunidades[4], evalúa, discierne y decide las propuestas de
renovación para llevar al Capítulo general. Para el trabajo ordenado sobre el
tema central estará el servicio de un hermano “referente metodológico” [5]. El Capítulo realizará también otras tareas
específicas referidas a la vida interna de la Provincia, como está establecido
en las Constituciones. [6]
Ø
El Capítulo general, realizará el propio deber sobre la base de
cuánto han enviado los Capítulos provinciales, ordenado en un Instrumentum laboris por una comisión
pre-capitular. Asume cuánto ha llegado, evalúa y decide estableciendo las
líneas del proyecto del sexenio y algunos puntos de planificación general.
2. Tareas
y competencias en la puesta en práctica del Capítulo
Ø
El Consejo general, sobre la base de cuanto estableció el
Capítulo general, decide lo que es de su competencia, elabora el proyecto del sexenio, acompañándolo con
oportunas iniciativas de programación general; esto constituirá el documento
guía durante el sexenio.
Ø
La Provincia (consejo provincial y asamblea de programación) planifica las
estrategias de actuación del proyecto del sexenio, definiendo itinerarios,
líneas de acción, programación provincial, etc. para el sexenio. [7]
Ø
La Comunidad asume el proyecto del sexenio de la Congregación especificado por la
planificación provincial y decide las elecciones de actuación en la vida y en
el apostolado de la comunidad.
3. Otras
tareas del Capítulo general
El estudio y las
decisiones sobre el tema central del CG14 darán los elementos esenciales del
camino de la Congregación en el próximo sexenio 2016-2022. Sin embargo sabemos
que el Capítulo general tiene otras tareas particulares. La primera entre éstas
es la elección del Superior general y del
Consejo general para el período 2016-2022. Además estudia también “otros temas relevantes” que hacen
referencia al bien de la Congregación.
ORGANIZACIÓN Y
CALENDARIO
Con una segunda Carta
se enviará a cada religioso el Cuaderno
de reflexión que es el instrumento de partida para promover capilarmente la
reflexión y el discernimiento que luego proseguirá en la comunidad local, en el
Capítulo provincial y en el Capítulo general. Contemporáneamente será enviado
el formulario de la Encuesta personal.
Cada paso merece
atención porque sólo la continuidad entre discernimiento personal, comunitario,
provincial y general hará que el Capítulo sea verdaderamente “general”, es
decir, fruto de la efectiva contribución de todos.
Una reunión de
referentes metodológicos de cada Provincia se tendrá en Roma, el 16 de julio
próximo, con el fin de coordinar la metodología a seguir en la preparación y
realización del Capítulo provincial.
Inicio
del camino capitular (16 de mayo de 2015)
El inicio oficial del
camino capitular coincide con la fiesta de San Luis Orione, a un año exacto del
inicio de la celebración del Capítulo general. Se enviará un breve esquema para
un tiempo de oración y de meditación en cada comunidad.
Capítulo
en las comunidades (junio/septiembre 2015)
Cada comunidad
reflexiona sobre el tema del Capítulo a partir de la contribución que cada
religioso anotó en el Cuaderno de
reflexión.
Los objetivos del
Capítulo en las comunidades son:
1. Favorecer la participación en el camino de
Congregación.
2. La elaboración de la contribución de la
comunidad al Capítulo provincial.
Capítulo
Provincial (noviembre/diciembre 2015)
Cada Provincia asume
las contribuciones de las comunidades y el informe surgido de la Encuesta personal,
los evalúa y elabora desde la propia autoridad.
Los objetivos del
Capítulo provincial son:
1. Elaborar la contribución de la Provincia al
Capítulo general.
2. Tratar los temas particulares que tocan a la
Provincia.
3. Elegir los representantes al Capítulo general.
Comisión
pre-capitular (febrero 2016)
Una Comisión
pre-capitular con religiosos de las diversas Provincias[8] recoge, estudia y elabora las contribuciones
aportadas por los Capítulos provinciales.
Objetivos de la
Comisión pre-capitular son:
1. Estudiar y ordenar las contribuciones enviadas,
compilando un Instrumentum laboris
con la documentación de base para el trabajo del Capítulo general.
2. Preparar el Capítulo desde el punto de vista
organizativo: logística, propuesta de calendario, subsidios, equipos de
secretaría, etc.
Capítulo
general (16 de mayo al 5 de junio de 2016)
El Capítulo general
tiene tareas y dinámicas ya establecidas por las Constituciones y Normas[9] y se desarrolla según un Reglamento.
Los objetivos
principales del Capitulo general son:
1. Tratar el tema central de revisión/proyecto del
sexenio.
2. Tratar otros temas relevantes y comunes.
3. Elegir el Superior general y los otros miembros
del Consejo general.
Queridos hermanos,
pongo esta carta en las manos de Don Orione y pido que sea él de alguna manera
a entregarla y a suscitar en el corazón de cada uno un movimiento de amor a
Dios, a las Almas y a la Congregación para iniciar con confianza el camino de
renovación propio del Capítulo general.
María, Madre de la
Divina Providencia, nos conceda imitarla, hoy y siempre, en su disponibilidad a
los designios de Dios, ayudándonos a decir en toda circunstancia nuestro fiat
con serenidad, con humildad y generosidad siempre más grandes.
Aseguro a cada uno mi
oración. En Cristo,
P. Flavio Peloso FDP
(superior general)
[1] El texto de referencia más amplio, del cual
fue tomado el título, es una de las más bellas y páginas de Don Orione. Se
trata de “Apuntes personales”, con
fecha del 25 de febrero de 1939. En estos Apuntes Don Orione hizo una entrega
de la propia vida, de los propios ideales, del propio carisma a los discípulos.
En esos apuntes está contenido el famoso “cántico
de las Almas” y los puntos fundamentales de la antropología orionita en sus
aspectos humano, espiritual y apostólico. Los Apuntes de Don Orione se extienden varias hojas y son reportados en
Scritti 57, 103 – 104 (a-d); fueron
publicados y comentados en Sete di anime.
Un escrito de Don Orione comentado por Fra Filiberto Guala, “Messaggi di
Don Orione” n.10, 1972.
[2] Jorge Mario Bergoglio, Video mensaje, Buenos Aires, 9 noviembre
2009. “Las familias religiosas nacieron para inspirar caminos nuevos, ofrecer
itinerarios impensados o responder ágilmente a necesidades humanas y del
espíritu. Puede suceder que la vida consagrada pierda la autoridad, la audacia
carismática y la parresia evangélica,
si es atraída de luces extrañas a su identidad”. (Escrutad 14-15).
[3] El Cap. XII de las Constituciones está
totalmente dedicado al Capítulo general. El art. 146 está dedicado a los
Argumentos a tratarse; a la elección del Director general y de los Consejeros
generales están dedicados los art. 148-162.
[4] Los resultados de la Encuesta serán elaborados en primer lugar por los expertos que la
formularon y reunidos en un informe para cada Provincia antes del Capítulo
provincial. Las evaluaciones y propuestas surgidas en las comunidades serán
reunidas y organizadas por quien prepara el Capítulo provincial
[5] Los Referentes
metodológicos tendrán un encuentro para conocer mejor y compartir las
dinámicas de preparación al Capítulo en el tratamiento del tema central y
común.
[6] Están listadas en el art. 202.
[7] La Asamblea provincial de programación (Norma
169) tiene mucha responsabilidad y necesita de un buen tiempo de reflexión y
discernimiento para elaborar el plan provincial que el consejo provincial luego
define con autoridad.
[8] La constitución de una Comisión pre-capitular se convirtió en algo habitual.
[9] Cfr. el capítulo 12° sea de las Constituciones
como de las Normas.
Roma, 26 de abril de 2015
María, Madre del Buen Consejo
Queridos hermanos,
Deo
gratias!
En el día de la memoria
litúrgica de la “Madre del Buen Consejo”, tan querida a Don Orione, me dirijo a
todos ustedes con esta carta con la cual convoco
el 14° Capítulo General, según la norma del artículo 139 de nuestras
Constituciones. El Capítulo general se llevará a cabo en nuestro Centro de
espiritualidad de Montebello de la Battaglia (Pavia), del 16 de mayo al 5 de
junio de 2016.
“El Capítulo general es
el principal signo de unidad en la diversidad de la Congregación y un momento
privilegiado de su vida comunitaria” (Const. 138). Nos reuniremos juntos “para
tratar los problemas de mayor importancia de la vida de la Pequeña Obra, para
que ésta se mantenga fiel al Evangelio, al espíritu del Fundador” (Const. 138).
En estos momentos Don Orione, que permanece siempre como “el Director” de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, estará
ciertamente con nosotros.
Los invito a mirar este
evento como un momento de gracia ofrecido por la Divina Providencia a la
Congregación, para que “dócil al Espíritu Santo responda a las necesidades de
los tiempos y de los lugares” (Const. 138). La grandeza de la Divina
Providencia, sabemos por la experiencia de Don Orione y nuestra, se revela en
el Espíritu que sabe renovar la faz de la tierra (cfr. Sal 104,30) y hace
nuevas todas las cosas. La Providencia de Dios, presente en los diversos
momentos de la historia humana, en la vida de la Congregación y en nuestros
acontecimientos personales, sabrá “encender en nosotros el divino fuego de la
caridad” para renovar nuestro impulso de santidad y de apostolado, mediante
aquel Espíritu que, infundido sobre los apóstoles bajo la forma de lenguas de
fuego, los transformó en testigos creíbles del Resucitado (cfr. Hc. 2,1-11).
Confío nuestro Capítulo general a María, nuestra “Madre y celeste Fundadora”, rogándole que pida para nosotros el
don del Espíritu Santo y el discernimiento de la Voluntad de Dios, en las
condiciones de vida personales y en los signos de los tiempos y lugares, para
vivir en fidelidad creativa a nuestra vocación religiosa orionita.
Hemos llegado al 14°
Capítulo General de nuestra historia de Congregación. Es un pasaje de gran
importancia y responsabilidad porque cada Capítulo da orientaciones y
decisiones que influyen sobre el futuro de la Pequeña Obra que, como agregaba
Don Orione, “es obra de Dios”, “de la
Divina Providencia”.
Tratándose de “obra de
Dios” siempre es adecuado la advertencia de San Pablo (1Cor. 3,10), pero sobre
todo durante los “trabajos” del Capítulo general: “Cada uno esté atento a cómo
construye. En efecto, ninguno puede poner un fundamento diverso de aquel que ya
se encuentra, que es Jesucristo”, del cual el carisma orionita es una
especificación y actualización. “Si sobre este fundamento se construye con oro,
plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja, la obra de cada uno será bien
visible… y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. Ninguno se
engañe”.
Nuestro Capítulo general tiene por base el “carisma fundacional” puesto
por Dios a través de Don Orione y vivido desde varias generaciones por co-hermanos.
Ahora nos toca a nosotros continuar. Llevemos
lo mejor de nosotros mismos a la reflexión y trabajos del Capítulo general. Del
mismo participarán todos en la fase local, un buen número en los Capítulos
provinciales y unos cincuenta representantes en el Capítulo general.
El CG14 se llevará a
cabo del 16 de mayo al 5 de junio del 2016, en Montebello, junto a los lugares
orionitas que con su silenciosa elocuencia nos ayudarán a reavivar la
consciencia de un don que tantos frutos de santidad y de apostolado ha
producido. Iniciaremos el Capítulo con la concelebración eucarística en la
basílica – santuario de la Virgen de la Guardia durante la fiesta junto al
Cuerpo de Don Orione.
“SERVIDORES DE
CRISTO Y DE LOS POBRES”
Fidelidad y
profecía en diálogo con las periferias de la pobreza y de la evangelización.
El título “Servidores de Cristo y de los pobres”
expresa claramente los rasgos esenciales de nuestra identidad personal y
apostólica. Está tomada de una definición dada por Don Orione mismo e indica el interés y el objetivo central del
CG 14: la persona del religioso orionita como
tal. Se trata de una perspectiva sobre todo “vocacional” concerniente a la
identidad humana, espiritual y apostólica de la persona del religioso orionita
y su vivencia en el contexto cultural
y eclesial actual.
El
subtítulo reclama el dinamismo indispensable de nuestro camino de “fidelidad y profecía” a discernir y
promover dentro del contexto de las “periferias
de la pobreza y de la evangelización”.
En el CG 14
consideraremos la persona del religioso en 7 temas o aspectos determinantes;
sobre ellos se concentrará la reflexión y la contribución de cada religioso y
de las comunidades en la primera fase del Capítulo general.
1. La humanidad
del religioso.
Se trata de mirar
nuestra persona: salud, aspectos psicológicos, relacionales, proyectuales, etc.
¿Qué actitudes mirando el futuro? La Congregación está hecha de personas. El
Capítulo general promueve una renovación común pero a partir de cada religioso
en comunión.
2. El
religioso vive de Dios.
“Vivir
en Cristo Jesús, vivir de Jesús, vivir para Jesús, vivir Cristo” (Don Orione); toda la vida del religioso está
ordenada a Jesús y comprendida en Él. “Más te unes a Jesús y Él se convierte en
el centro de tu vida, más Él te hace salir de ti mismo, te descentra y te abre
a los demás” y la persona “está bien”. Estamos llamados a elecciones para
cuidar la conexión a las fuentes de la vida de Dios, de las cuales desciende
todo: santidad, relaciones fraternas, fecundidad vocacional, apostolado.
3. El
religioso identificado con el carisma.
Somos personas con
identidad y comportamientos de hermanos porque tenemos el mismo espíritu, el
Espíritu Santo, y el mismo carisma orionita, don del Espíritu Santo. Deberemos
reflexionar y actualizar los modos para poner al centro de nuestra vida el
carisma que nos vuelve contentos y dinámicos, en diálogo y útiles a la Iglesia
y al mundo.
4. La
relación vital con la comunidad.
La colaboración se
funda sobre la comunión que, en la comunidad religiosa, es fruto de vocación y
de relación con Dios. Si se atenúa la relación con Dios, se fractura el “vinculum fraternitatis”. Deberemos
poner la atención en el espíritu de familia y tomar decisiones para lograr
relaciones fraternas simples y auténticas,
relaciones fraternas participativas, para compartir la vida espiritual y
apostólica.
5. El
religioso en misión: testimonio y servicio.
El Papa Francisco
recuerda a menudo que debemos ser misioneros del Evangelio y no funcionarios de
lo sagrado; nos interrogaremos sobre cómo ser pastores del pueblo, con olor a
oveja, sobre todo de los pobres, los enfermos, las personas en dificultad y en
búsqueda de Dios. El religioso, en cuanto discípulo
de Cristo y hombre de Dios, está constituido
como “testigo” de la vida nueva según
el Evangelio. ¿Cómo realizar mejor el rol de “pastor, profeta, animador y formador, garante del carisma”?
6.
El apostolado congregacional como un don a la
Iglesia.
La Iglesia nos quiere
como debemos ser, orionitas, a
nosotros y a todas nuestras actividades. Para eso estamos. Cada carisma fue
suscitado para el bien-estar de la Iglesia. Fijaremos la atención sobre las dos
líneas apostólicas de nuestra fidelidad orionita: la “especial fidelidad al Papa”, a la cual debe converger toda
actividad de la Congregación; el servicio a “los
más pobres y más abandonados”, mediante las obras de caridad. Miraremos los desafíos puestos por el
contexto social de hoy y a las actitudes del religioso para responder a los
mismos.
7. Hacia
las periferias existenciales del mundo
“Queridos hijos de Don
Orione, ustedes deben ir con el carisma de fundación a las periferias existenciales, allá donde la existencia de las personas
es materia de descarte. Allí deben ir ustedes” ¿Qué
decisiones tomar para responder hoy a la invitación del Papa Francisco y de Don
Orione que nos quería “fuera de sacristía” para
las “chatarras de la sociedad” y para “los más pobres y abandonados”?
¿Cuáles orientaciones y decisiones en referencia a las obras de caridad
consolidadas y las nuevas pobrezas, la pastoral con los cercanos y nueva evangelización
con los alejados y “aquellos que no van a
la iglesia”?
EL CAPÍTULO ES UNA
GRACIA Y UN ACONTECIMIENTO PARA TODOS
El Capítulo no sucede
solamente en las tres semanas en las que se reúnen los delegados de toda la
Congregación. No; es un proceso que el Espíritu Santo inicia en el corazón de
cada religioso despertando la responsabilidad, disponibilidad y recursos. De
aquí viene el aporte a la elaboración del proyecto del CG14 para el próximo
sexenio.
Subrayo algunos valores
y actitudes para vivir bien el Capítulo.
1. El
Capítulo es un evento espiritual
No puede ser eficaz si
no es vivido como un evento espiritual. Por lo tanto, la primera acción a
activar es la de la oración: reunidos alrededor de María, en oración, atentos a
la voz del Espíritu. (Hc. 1,12-14; 2,1-4).
Esto vale
particularmente durante el Capítulo general pero también en el tiempo de los
Capítulos provinciales y de la preparación personal y comunitaria. Sólo en la
apertura al Espíritu de Dios, manifestado en el carisma orionita, podremos
percibir algo de aquella vitalidad de Dios que ayuda a superar situaciones
estancadas, a reforzar la identidad carismática, a despertar el corazón. Para
esto deberemos acompañar todo el camino del Capítulo con la oración personal y
comunitaria, comprometiendo toda la Familia Orionita, los laicos, los jóvenes,
los enfermos, los ancianos y el pueblo de las parroquias.
Si la oración y la escucha del Espíritu
formarán el clima del Capítulo general, éste habrá un éxito inspirado por Dios.
De un modo diverso, “en vano se fatigan los constructores” (Sal. 127,1)
2. El
Capítulo promueve la conversión
De esto, todos estamos
convencidos. Por eso la metodología es la de la escucha de la Palabra de Dios,
de la vida, de los hermanos, de la gente con la cual vivimos, de los jóvenes.
Los contenidos hay que elaborarlos y recibirlos como meditación que favorece
ante todo el cambio del corazón y de la mentalidad. Por eso, con el camino del
Capítulo entramos en una condición más
intensa de conversión-formación.
La identidad de “Servidores de Cristo y de los pobres”
nos llama a la purificación de todo aquello que en cada uno y en la
Congregación, impide la acción de la Divina Providencia de la cual somos
“hijos”.
Ir al centro de nuestra identidad personal de “Servidores de Cristo y de los pobres”
significa reconocer todo lo que es contrario a ella o que solo distrae, desvía
la atención, hace perder tiempo y energías espirituales, disgrega. Mirar
nuestra humanidad de religiosos significa “desnudarse”, quitar las “máscaras” a
la cual nos hemos habituado, verificar la pureza de las intenciones y afectos,
las esperanzas y proyectos. En el discernimiento uno se predispone así a
decisiones evangélicas.
En esta perspectiva de
conversión, durante este año del Capítulo valorizamos la meditación personal cotidiana, el examen de conciencia, la celebración del sacramento de la Reconciliación. Sí; estos son los modos concretos
y eficaces para vivir el Capítulo. Intuiciones y decisiones importantes para el
Capítulo podrán surgir de estos momentos interiores y escondidos, pero más
libres de las apariencias y de la superficialidad.
Otros momentos
específicos de discernimiento y de conversión serán aquellos dedicados
explícitamente al diálogo y a la búsqueda comunitaria escuchando los hermanos,
los laicos, los jóvenes y cuántos son partícipes de nuestros cuidados.
3. El
Capítulo promueve la continuidad carismática
El tema del Capítulo
general pone a cada religioso en un horizonte de fidelidad vocacional personal,
invita a ir al origen y a la esencia de la identidad propia, reclamada en aquel
título “Servidores de Cristo y de los
pobres”. En la identidad vocacional del religioso está la razón y la
energía de nuestras relaciones comunitarias y del celo apostólico.
Todos los recientes
Capítulos han tenido el objetivo común de promover la continuidad carismática: “ser el Fundador hoy” (CG10, 1992), “en misión con los laicos hacia el tercer
milenio” (CG11, 1998), con “fidelidad
creativa” (CG12, 2004), en la dinámica del “sólo la caridad salvará el mundo” (CG13, 2010).
Ahora, en el 14°
Capítulo general, en un contexto de cultura líquida, incierta y fluida, que
desmorona las identidades, se nos pide focalizar la atención y la renovación en
la persona de nosotros orionitas “servidores
de Cristo y de los pobres”.
Es un objetivo estrictamente conectado con
caminos ya iniciados, a continuar y perfeccionar, como por ejemplo: el nuevo
rol de los religiosos en relación a las obras e instituciones; la mentalidad y
la práctica del proyecto personal y comunitario para huir de la disgregación y
ser personas en diálogo con Dios y con el ambiente; el rol personalizador de la
comunidad con la propia casa, los tiempos y las dinámicas fraternas; la
nostalgia y el deseo de relaciones más directas entre religiosos y personas a
las que estamos destinados, entre religiosos y obras; la relación
vocacional/apostólica con los laicos en el apostolado de la caridad; la
complementariedad y colaboración dentro de la Familia Orionita con los otros
componentes: FDP, PHMC, ISO, MLO; el compromiso por nuevas respuestas a
pobrezas desprovistas de todo y la evangelización de los alejados; y otras.
Todas son líneas de conversión que tienen a reforzar la identidad carismática y
las relaciones personales.
4. El
Capítulo promueve el proyecto del camino común
El CG14 comienza
prácticamente ya con esta carta de convocatoria y de anuncio del tema. El
Capítulo es un camino y comienza en el corazón de cada hermano y luego en los
procesos que, paso a paso, se irán dando en las comunidades locales y en la
Provincia. El Capítulo comienza en la alegría y en la esperanza de participar a
este evento de renovación de nuestra Familia, que es “obra de Dios” y en la cual
estamos gastando la vida. “De re nostra
agitur”.
Es importante llegar a
buenas convicciones y claras orientaciones para la vida de la Congregación en
el sexenio sucesivo, mediante la metodología propia de la Congregación que
hemos aprendido a realizar bastante bien: asambleas de programación y de
evaluación, la acción de gobierno a todos los niveles, reuniones anuales de
directores, animación de los secretariados en las diversas áreas, los cuadernos
de formación permanente, las visitas canónicas y otras iniciativas establecidas
a lo largo del sexenio.
METODOLOGIA DEL
CAPÍTULO
Las tareas y
competencias del Capítulo general están definidas en las Constituciones y Normas. La organización práctica y la metodología de
trabajo pueden variar dentro de lo posible. Por ejemplo, en vistas al próximo
Capítulo general, vino la indicación de tener bien distinguidas las
competencias y tareas a nivel local, provincial, y general.
1. Competencias
y tareas en la preparación del Capítulo
Ø
La comunidad (cada religioso y la comunidad) lee la situación de vida y hace las
propuestas de renovación. Esto se realiza mediante un Cuaderno de reflexión sobre las temáticas del Capítulo y una Encuesta personal.
El Cuaderno de reflexión propone los 7 temas
sobre los cuales se centra la reflexión del Capítulo con una breve ilustración
del tema y algunas preguntas-clave referidas a la situación y a propuestas para
el futuro. El cuaderno está dirigido ante todo a cada religioso, para apuntes
personales, y luego para el capítulo de comunidad.
La Encuesta
personal está dirigida a cada religioso de modo individual sobre la base de
un cuestionario igual para todos, formulado y leído por un equipo de expertos.
Ayudará a hacer surgir algunos sentimientos, pensamientos, actitudes y
orientaciones más comunes.
Ø
La Provincia, con el Capítulo provincial asume lo que surgió de los religiosos y
comunidades, evalúa, discierne y decide las propuestas de
renovación para llevar al Capítulo general. Para el trabajo ordenado sobre el
tema central estará el servicio de un hermano “referente metodológico” . El Capítulo realizará también otras tareas
específicas referidas a la vida interna de la Provincia, como está establecido
en las Constituciones.
Ø
El Capítulo general, realizará el propio deber sobre la base de
cuánto han enviado los Capítulos provinciales, ordenado en un Instrumentum laboris por una comisión
pre-capitular. Asume cuánto ha llegado, evalúa y decide estableciendo las
líneas del proyecto del sexenio y algunos puntos de planificación general.
2. Tareas
y competencias en la puesta en práctica del Capítulo
Ø
El Consejo general, sobre la base de cuanto estableció el
Capítulo general, decide lo que es de su competencia, elabora el proyecto del sexenio, acompañándolo con
oportunas iniciativas de programación general; esto constituirá el documento
guía durante el sexenio.
Ø
La Provincia (consejo provincial y asamblea de programación) planifica las
estrategias de actuación del proyecto del sexenio, definiendo itinerarios,
líneas de acción, programación provincial, etc. para el sexenio.
Ø
La Comunidad asume el proyecto del sexenio de la Congregación especificado por la
planificación provincial y decide las elecciones de actuación en la vida y en
el apostolado de la comunidad.
3. Otras
tareas del Capítulo general
El estudio y las
decisiones sobre el tema central del CG14 darán los elementos esenciales del
camino de la Congregación en el próximo sexenio 2016-2022. Sin embargo sabemos
que el Capítulo general tiene otras tareas particulares. La primera entre éstas
es la elección del Superior general y del
Consejo general para el período 2016-2022. Además estudia también “otros temas relevantes” que hacen
referencia al bien de la Congregación.
ORGANIZACIÓN Y
CALENDARIO
Con una segunda Carta
se enviará a cada religioso el Cuaderno
de reflexión que es el instrumento de partida para promover capilarmente la
reflexión y el discernimiento que luego proseguirá en la comunidad local, en el
Capítulo provincial y en el Capítulo general. Contemporáneamente será enviado
el formulario de la Encuesta personal.
Cada paso merece
atención porque sólo la continuidad entre discernimiento personal, comunitario,
provincial y general hará que el Capítulo sea verdaderamente “general”, es
decir, fruto de la efectiva contribución de todos.
Una reunión de
referentes metodológicos de cada Provincia se tendrá en Roma, el 16 de julio
próximo, con el fin de coordinar la metodología a seguir en la preparación y
realización del Capítulo provincial.
Inicio
del camino capitular (16 de mayo de 2015)
El inicio oficial del
camino capitular coincide con la fiesta de San Luis Orione, a un año exacto del
inicio de la celebración del Capítulo general. Se enviará un breve esquema para
un tiempo de oración y de meditación en cada comunidad.
Capítulo
en las comunidades (junio/septiembre 2015)
Cada comunidad
reflexiona sobre el tema del Capítulo a partir de la contribución que cada
religioso anotó en el Cuaderno de
reflexión.
Los objetivos del
Capítulo en las comunidades son:
1. Favorecer la participación en el camino de
Congregación.
2. La elaboración de la contribución de la
comunidad al Capítulo provincial.
Capítulo
Provincial (noviembre/diciembre 2015)
Cada Provincia asume
las contribuciones de las comunidades y el informe surgido de la Encuesta personal,
los evalúa y elabora desde la propia autoridad.
Los objetivos del
Capítulo provincial son:
1. Elaborar la contribución de la Provincia al
Capítulo general.
2. Tratar los temas particulares que tocan a la
Provincia.
3. Elegir los representantes al Capítulo general.
Comisión
pre-capitular (febrero 2016)
Una Comisión
pre-capitular con religiosos de las diversas Provincias recoge, estudia y elabora las contribuciones
aportadas por los Capítulos provinciales.
Objetivos de la
Comisión pre-capitular son:
1. Estudiar y ordenar las contribuciones enviadas,
compilando un Instrumentum laboris
con la documentación de base para el trabajo del Capítulo general.
2. Preparar el Capítulo desde el punto de vista
organizativo: logística, propuesta de calendario, subsidios, equipos de
secretaría, etc.
Capítulo
general (16 de mayo al 5 de junio de 2016)
El Capítulo general
tiene tareas y dinámicas ya establecidas por las Constituciones y Normas[ y se desarrolla según un Reglamento.
Los objetivos
principales del Capitulo general son
1. Tratar el tema central de revisión/proyecto del
sexenio.
2. Tratar otros temas relevantes y comunes.
3. Elegir el Superior general y los otros miembros
del Consejo general.
Queridos hermanos,
pongo esta carta en las manos de Don Orione y pido que sea él de alguna manera
a entregarla y a suscitar en el corazón de cada uno un movimiento de amor a
Dios, a las Almas y a la Congregación para iniciar con confianza el camino de
renovación propio del Capítulo general.
María, Madre de la
Divina Providencia, nos conceda imitarla, hoy y siempre, en su disponibilidad a
los designios de Dios, ayudándonos a decir en toda circunstancia nuestro fiat
con serenidad, con humildad y generosidad siempre más grandes.
Aseguro a cada uno mi
oración. En Cristo,
P. Flavio Peloso FDP
(superior general)