PEDAGOGÍA DE LA SANTIDAD 3 de mayo de 2008 Fiesta
de la Ascensión
Queridos hermanos
Deo gratias! Firmo esta carta el día de la Ascensión de
Jesús al Cielo. La buena noticia de la resurrección de Cristo es la certeza
dejada en su despedida a los apóstoles “Yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo” que da nuevo valor a todas nuestras noticias. Todo y
todos estamos enganchados y salvados por la resurrección de Cristo. He estado
en Brasil para la ordenación episcopal de nuestro Dom Enemesio Lazzaris. Ha
sido una fiesta grande de Iglesia y de Congregación. La gente de Balsas se ha
apretado al rededor de su nuevo obispo, muchos hermanos, sacerdotes y 16
obispos estaban en la catedral para dar testimonio de una comunión y una
amistad que sólo la unidad en Cristo sabe proporcionar. Grupos de laicos
orionistas se han dado cita de diversas partes del gran Brasil. Balsas está
situada en el estado de Maranhâo, de los más pobres de Brasil. “Es claramente
una diócesis orionista” ha sido mi propio comentario y de muchos al constatar
la sencillez y la pobreza de esta gente. Se necesita un Obispo de corazón y de
“manos remangadas” para los pequeños y el pueblo humilde. He estado también en
Tocantinopolis, avanzadilla misionera de la Congregación que llegó en 1952. He
visto el gran río Tocantins que transcurre rápido y rico en agua. He leído en
el diario de la parroquia la crónica de la llegada de nuestros primeros
misioneros y el ahogamiento de dos de ellos en los flujos del río a los 15 días
de su llegada. Ahora se ha convertido en una diócesis y las comunidades
cristianas son protagonistas de esperanza y de desarrollo. Escuelas,
ambulatorios, estructuras sanitarias y sociales de esta vasta región han sido promovidas
por los misioneros. Hemos viajado durante largas horas por esas carreteras
rodeadas de vegetación exuberante, de inmensos cultivos (sobre todo de soja),
de pastos, de escasos pueblos y muy pobres. ¿Cómo ser “apóstoles” en esta
situación? ¿Cómo evitar que las “palabras” del Evangelio se pierdan en la gran
confusión de ideas, de religiones, de costumbres de vida? ¿Cómo afrontar la
desproporción entre los enormes problemas y la estrechez de los recursos?
Me venía a la conciencia el estribillo de Don Orione:
“¡Necesito hijos santos! Podremos hacer un grandísimo bien; pero ¡tengo
necesidad de hijos santos!”(1) Don Orione escribía estas palabras pensando
precisamente en Brasil.
JUNTOS PARA AYUDARNOS
A SER HOMBRES DE DIOS Con este horizonte de recuerdos y de pensamientos del
reciente viaje - alargado después en Argentina - retomo la reflexión de la
Circular precedente titulada “ La única cosa necesaria ” recordemos aquellas
conclusiones.
• Hoy “el aporte esencial
que la Iglesia espera de la vida consagrada está mucho más en el orden del ser
que del hacer” (Benedicto XVI).
• Nuestra identidad y
profesionalidad de religiosos derivan de la “única cosa necesaria” , la unión
con Dios, que funde y desarrolla la vida espiritual y las actividades apostólicas.
• Para realizar la renovación que nos
piden la Iglesia y el Capítulo necesitamos un crecimiento en santidad. • El fin de la santificación , prioritario e
indivisible del apostolado , debe estar más en el centro de nuestros intereses
personales y de Congregación. Al igual que nuestras comunidades se organizan
para desarrollar el apostolado, se proyecta, se establecen horarios, lugares,
estrategias, competencias... así deberíamos hacer para ayudarnos comunitariamente
en la santificación , recurriendo a una verdadera y propia pedagogía de la
santidad , personal y comunitaria, sólidamente anclada en la rica tradición
eclesial y abierta al diálogo con los nuevos tiempos”,(2) como nos dijo Juan
Pablo II en 2003. Me han llegado varios ecos sobre la Circular anterior
dedicada a la exigencia de poner la experiencia de Dios en el centro de nuestra
vida religiosa. Os envío dos. Un ex provincial: “Especialmente me alegro por la
elección del tema. Ahora que me encuentro, por así decir, un poco fuera de la
presión del gobierno, tengo tiempo para meditar y ver los asuntos de la vida
consagrada bajo nuevos puntos de vista. Creo verdaderamente que la renovación,
antes incluso que de la reestructuración de las obras, de la redistribución de
los recursos humanos de religiosos, de la respuesta a los nuevos desafíos
históricos, de las programaciones a largo plazo, debe pasar por el retorno al
origen del primer amor; o sea a la relación de amor esponsal con el Señor, al
gozo, interior pero también exterior, de estar en comunión con El. Por esto
estoy verdaderamente contento que hayas afrontado este tema y que lo hagas con
la certeza de que se trata no de un tema central sino del tema esencial para
una posible renovación de la vida consagrada”. Un provincial: “Pienso que
estamos cada vez más cerca del núcleo de las cosas. Habrá que ver cómo mediar
estas orientaciones por parte de nosotros provinciales, de la autoridad local a
quienes toca gestionar la mediocridad propia de los demás. A veces nos sentimos
un poco desarmados frente a quien te escucha, pero tiene otras cosas que hacer
y mira al reloj. Percibo que es difícil encontrar el método para infundir
coraje (o las ganas de santidad) a quien no las tiene. Los medios los tenemos
todos: subsidios, programas, visitas canónicas y otros, pero... Acaso sea
iluminador el discurso sobre la pedagogía de la santidad”. Recojo el ánimo para
seguir teniendo vivo el tema de la pedagogía de la santidad. Ciertamente no
será suficiente la Circular para una adecuada profundización. Acaso fuese
necesaria una reflexión global de la Congregación , del Capítulo. Es importante
sobre todo recordar que las Constituciones y Normas constituyen nuestra regla
de vida. En ellas está contenida nuestra pedagogía de la santidad .(3) De
hecho, como leemos en el art. 234: “Las Constituciones son una ‘regla de vida'
aptas para promover en nosotros la asimilación y la práctica del Evangelio,
según la intuición particular del Fundador. Ellas precisan espiritualmente,
antes incluso que jurídicamente, el proyecto religioso concreto y son la
expresión objetiva de su espíritu”.
ESPIRITUALIDAD DE
MANGAS REMANGADAS Uso esta expresión, salida de los labios de nuestro Don
Ignacio Terzi siendo ya superior general, porque con su simbología elocuente
comunica la unión vital de contemplación y acción, de pasión por Dios y pasión
por los hombres, de místic apostolado, a la que estamos llamados en nuestra
vida de religiosos orionistas.(4) Podría también ser definida como
espiritualidad encarnada o incluso espiritualidad apostólica .(5) Responde a
ese tipo de santidad de Don Orione definido como “ místico en la acción ” o
acaso mejor “ místico en acción ”. “Si insistimos sólo sobre su caridad activa
- observa Don Divo Barsotti -, si insistimos solamente sobre el servicio, no
seremos fieles a San Luis Orione. Los escritos de Don Luis Orione lo
manifiestan como uno de los grandes místicos italianos”.(6) La unión entre
acción y contemplación es algo común en todos los santos y en todas las escuelas
de santidad. Sabemos que “las personas consagradas, por su vocación específica,
están llamadas a hacer surgir la unidad entre autoevangelización y testimonio,
entre renovación interior y ardor apostólico, entres ser y actuar, evidenciando
que el dinamismo emana siempre del primer elemento del binomio”.(7) Se puede
decir que los modos y el método con los que alcanzar el equilibrio dinámico
entre contemplación y acción nos sitúan en una determinada “pedagogía de la
santidad”, más contemplativa o apostólica, religiosa o laical, benedictina,
franciscana, salesiana, etc. ¿Hay también una pedagogía orionista de la
santidad? Con Don Terzi, creo que hemos de responder que sí, porque un
auténtico fundador carismático - y sin duda Don Orione es uno de estos - termina
siempre creando una propia espiritualidad, más o menos especulativa o doctrinal
según los casos y los programas del instituto”.(8) Don Orione ha vivido y
trasmitido una propia y original dinámica de integración entre contemplación y
acción en el camino de la santidad. Esta síntesis constituye el atractivo de su
vida, como ha observado bien el ya citado Divo Barsotti, gran testigo y maestro
de la espiritualidad italiana posterior al Vaticano II: “La experiencia mística
de Don Orione no es ni benedictina, ni franciscana, ni carmelita. Acaso sea
análoga a la experiencia mística típicamente italiana de Santa Catalina de
Siena. Indudablemente san Luis Orione es un gran místico. Es la fuerza de Dios
el que lo arrebata, la potencia del espíritu que actúa en él. El actúa como
instrumento del Espíritu que le habita. Es sobre todo en su actuar cuando el
santo es instrumento de Dios. En él la actividad no es contraria a la
contemplación, él es un instrumento contemplativo en la acción. Aquello que se
dice de San Ignacio de Loyola puede también decirse, acaso con mayor razón, de
Don Orione” .(9) El magisterio de la Iglesia sigue motivando y enriqueciendo la
fidelidad al carisma de fundación y a la “espiritualidad propia” de cada
congregación o movimiento carismático. “Se vuelve riqueza para la Iglesia misma
que los Institutos tengan su propia fisonomía y su propia función. Por tanto
interprétense y obsérvense fielmente el espíritu y las finalidades propias de
los Fundadores, al igual que las sanas tradiciones, porque todo ello constituye
el patrimonio de cada Instituto” ( Perfectae Caritatis , 2)
Esta importante afirmación del Vaticano II ha sido muchas
veces citada por el Papa también para nosotros los orionistas. “Os animo,
hermanas y hermanos queridos, a seguir sobre este camino resistiendo a cada
tentación de conformismo y acomodación, incluso a costa de sacrificios”, para
estar “preparados y responder con renovado entusiasmo a los desafíos de nuestro
tiempo y de los tiempos futuros, dirigiendo siempre la mirada hacia la figura y
los ejemplos del Fundador para ser su viva continuación”.(10)
Por tanto, mirando a la originalidad espiritual de Don
Orione y animados por el magisterio de la Iglesia pongamos la atención sobre
Don Orione y sobre cómo nos ha enseñado a ser santos, a vivir la unión con
Dios, “la única cosa necesaria” de nuestra vida y de nuestro apostolado.
LA UNIÓN CON DIOS
Numerosos testigos religiosos y laicos han manifestado su
propia sorpresa frente a la santidad de Don Orione. Traigo aquí tres testimonios.
Un religioso orionista, Don Gaetano Piccinini : “Mi estupor
fue creciendo al ver cómo Don Orione sabía unir - y es bien difícil - una
actividad sorprendente y sin descanso con una vida de continua unión con Dios.
Don Orione vivía de fe y en la presencia de Dios”.(11)
Un laico orionista, el prof. Domenico Isola , director
sanitario del Pequeño Cottolengo de Génova: “Don Orione poseía el atractivo que
viene de la plenitud de la Gracia y que difunde en torno a sí la Gracia misma;
quien lo escuchaba admiraba al “facchino (¿maletero?) de la Providencia ” en
sus incansables fatigas, y sentía el acicate y el gozo de acercarse a él en sus
obras de bien. Los que se le acercaron tuvieron la misma sensación de
encontrarse al lado de una figura de gigantescas proporciones morales, de un
hombre en el que, en feliz armonía, actuaba lo natural y lo sobrenatural”.(12) Un
experto en espiritualidad, Don Giuseppe De Luca : “Pensaba que era uno de
tantos que se dedican a las obras, logrando en la Iglesia lo que en el mundo
logran los grandes empresarios... así pensaba yo en un principio sobre Don
Orione; pero en la medida en que poco a poco lo fui viendo más de cerca,
descubrí que en él su acción, aunque enorme, no lo era todo. Lo más grande en
él era otra cosa, y no era solamente lo mayor, lo era todo. Dentro de él vivía
una vida secreta, y eso era toda su vida, y ésta era una vida de amor; ese amor
del que se ha dicho que no conoce fin ni fronteras porque sólo limita con
Dios”.(13) La unión con Dios ha constituido sin duda el encanto de Don Orione.
Fue gracia y afán ascético. Él vivía habitualmente y transparentemente “de
Dios”. Dios vivía en su alma. Su alma vivía en Dios. Así es la santidad. Se
entiende así que todo lo que venía de su alma - pensamientos, palabras, obras y
relaciones - tomaba forma, luz, fuego, de la presencia de Dios, del Espíritu.
En este estado del alma, dócil y casi pasiva frente a la caridad divina que lo
empujaba (cfr. 2Cor5,14) al trabajo, a tantas personas y problemas cotidianos,
“no lo distraían” porque lo suyo era un continuo moverse con Dios, en Dios y
por Dios. De esta experiencia interior de Don Orione hay claros reflejos en sus
enseñanzas: “Cada palabra nuestra debe ser un soplo de cielos abiertos: todos
han de sentir la llama que arde en nuestro corazón y la luz de nuestro incendio
interior, encontrarse con Dios y Cristo. Para conquistar a Dios y agarrar a los
demás se necesita primero vivir una vida intensa de Dios en nosotros mismos,
tener en el interior una fe dominante, un ideal grande que nos arda y
resplandezca... ”.(14) Esta era su propuesta y el objetivo en la formación de
sus religiosos, hermanas y laicos. A este estado del alma podemos y debemos
tender todos. “Deber y belleza de nuestra vocación religiosa es tender a la
perfección, convencidos de que eso significa darse a Dios en serio” .(15) La
mayor o menor densidad de Dios en el alma determina el valor de nosotros religiosos
y de nuestro apostolado. La experiencia y enseñanza de Don Orione ofrecen
algunas indicaciones precisas para superar el dualismo que, en la vida
cristiana, tiende a poner por un lado la “espiritualidad” y en la otra la
“acción”, casi como dos dinámicas separadas y, a veces, incluso en
oposición.(16) ¿Cuáles fueron las opciones elegidas por Don Orione para cuidar
y vivir la unión con Dios como “místico en la acción”, en una vida ajetreada y
turbulenta como la suya y de cad Hijo de
la Divina Providencia ? En otras palabras, qué pedagogía de la santidad nos ha
dejado el Fundador? Ya se ha reflexionado mucho y mucho queda aún por entender,
y de vivirlo para entenderlo mejor. Como aporte, quisiera evidenciar tres
líneas fundamentales de la pedagogía de la santidad vivida y trasmitida por Don
Orione para realizar la unificación dinámica de acción y contemplación: la vida
de oración , la obediencia a la voluntad de Dios y la caridad hacia el prójimo
. En esta carta me limitaré a decir algo sobre la oración.
Le miramos a él y nos
miramos nosotros.
VIDA DE ORACIÓN No
hay unión con Dios sin vida de oración. “A la constante unión con Dios nos
inducen el ejemplo y la palabra de nuestro Fundador, que fue hombre de profunda
interioridad a pesar de su incansable dedicación al bien de los hermanos: con
la oración lo lograremos todo; sin oración no podremos nada” (Const. 66). Las
jornadas de Don Orione y las nuestras están generalmente llenas, son fatigosas,
sacrificadas, ricas de bien y también de cruces, son –¡Dios lo quiera!- un “
afanarse de un Avemaría al otro ”.(17) Y sin embargo “ el religioso vale tanto
cuanto reza ” porque, “ el gran secreto para lograr en las obras de apostolado,
para obtener los resultados apetecibles en nuestro trabajo, en el campo de la
caridad cristiana es la unión con Dios, vivir con Dios, en Dios, unidos a Dios,
tener siempre el espíritu elevado a Dios ”.(18) Un religioso así es “como un
árbol plantado al lado de la acequia, que dará fruto a su tiempo y sus hojas no
caerán nunca; se lograrán todas sus empresas” (Salmo 1, 3).
Las formas de la
oración
La unión con Dios es evidente y fundamentalmente un don de
Dios, un fruto del Espíritu Santo mediante la gracia sacramental. Fue la acción
del Espíritu, custodiado en un corazón puro quien mantuvo a Don Orione “siempre
en un estado de embriaguez espiritual”.(19)
Pero Don Orione ¿cómo hacía para cultivar su unión con Dios?
¿Cómo y cuándo rezaba? Comencemos por un dato ordinario de la vida cotidiana.
Quienes han vivido al lado de Don Orione han testimoniado que “él estaba
siempre solícito, incluso entre tanto trabajo, para unirse a las prácticas de
piedad de la vida común ,(20) junto a sus hermanos. También cuando se retiraba
tarde por la noche - algo habitual - estaba siempre el primero al reunirse en
la Capilla por la mañana. Las oraciones que no podía hacer en comunidad las
recitaba mientras iba de viaje con quien le acompañaba. Cuántas veces volviendo
de Milán o de Génova, hemos recitado juntos el rosario, las oraciones de la
tarde, etc. Y después decía: ‘Ahora hemos cumplido con nuestro deber'. Callaba
y se recogía continuando con su oración mentalmente”.(21)
Es cierto que después se recuerdan otros tiempos largos de
adoración eucarística en la iglesia, la fidelidad a la oración del Breviario ,
según la usanza del tiempo, la confesión frecuente , las vigilias nocturnas ,
los retiros , los ejercicios espirituales , el rosario , la devoción a la
Virgen y a los santos . Y después, durante el día, todo era una búsqueda
discreta pero fervorosa de expresiones de oración. Don Orione sembraba su
jornada de pequeñas oraciones, breves invocaciones, un trozo de rosario,
jaculatorias, signos de cruz, brevísimas visitas al Santísimo . También estas
formas simples y populares que no requieren separación de tiempo y lugar, y
posibles también en medide las actividades cotidianas, eran un modo habitual
para cultivar el contacto continuo con “el Cielo” y para sentirse continuamente
“en la presencia de Dios”.
Son todo cosas que tal vez ya hagamos o tratemos de hacer
también nosotros.
¿Son causa o efecto de la unión con Dios ambas?
Son expresiones posibles y típicas de quien vive una vida
apostólica muy movida como la de Don Orione y de tantos de nosotros hoy. Forman
parte de la pedagogía orionista de la santidad.(22)Cada cual tiene la
posibilidad y el deber de encontrar sus propios espacios, tiempos y expresiones
de oración personal . Cada uno desarrolla su propio estilo de oración: vocal,
mental, afectiva, llevando a la oración las acciones, las personas, la vida
cotidiana, etc. Lo importante es que “individualmente no dejemos de encontrar
momentos adecuados para refrescar, en el encuentro con Dios, nuestra vida
interior” (Const. 76).823) Nadie nos ve cuando rezamos pero se nota si hemos
rezado. Sobre todas las expresiones de la piedad (= relación de hijo ), en la
práctica y en la enseñanza de Don Orione sobresalen dos que tenía como
fundamentales en la jornada: la Meditación y la Misa . Son los dos canales de
unión con Dios, mediante la relación con la Palabra y la Eucaristía. Hoy vuelve
a tener la debida importancia también la Liturgia de las Horas, muy practicada pero
considerada diferentemente en los tiempos de Don Orione. En la actualidad,
Palabra y Eucaristía han asumido centralidad teológica y pastoral en la vida de
la Iglesia. También nuestras Constituciones las colocan como principales
fuentes de vida espiritual y ascética personal. “ La Eucaristía es la fuente y
el culmen de toda la evangelización... Todas nuestras casas tienen una capilla
en la que se celebra y conserva la Eucaristía , que debe ser el verdadero
centro de la Comunidad. La celebración eucarística cotidiana... es el momento
privilegiado para encontrarnos juntos, de nuestra alabanza a Dios y de nuestro
apostolado. Como prolongación en la participación del sacrificio eucarístico,
cuidamos, individualmente y comunitariamente la adoración a Cristo presente en
el tabernáculo, de modo particular en la visita de adoración que se ha de hacer
diariamente, siguiendo la tradición querida por el Fundador” (Const. 74) “Tengamos
en las manos diariamente la Sagrada Escritura a fin de que con la lectura y
meditación de la Palabra de Dios , aprendamos la sublimidad del conocimiento de
Cristo Jesús” (Const. 72). “ La meditación cotidiana , por media hora, nos abre
los horizontes de la Palabra de Dios, en la unión con él” (Const. 76) “La
liturgia es ejercicio del sacerdocio de Cristo... Silabeemos sobre ella, por
tanto, nuestros días, santificándolos con la Liturgia de las Horas celebradas
de manera digna y en la medida de lo posible comunitarias” (Const. 73). “Por la
mañana y por la tarde la comunidad se reúne para la alabanza de Dios, con la
Liturgia de las Horas” (Const. 76). “No está bien que nosotros descuidemos la
Palabra de Dios” (Hechos 6,2) Todo es importante y tiene su lugar en nuestra
pedagogía de la santidad, pero me detengo sólo sobre la meditación de la Palabra
de Dios por tres motivos: 1) porque es un instrumento imprescindible de
discipulado y de unión con Dios; 2) porque de la visita canónica resulta que
está un tanto descuidada por algunos religiosos y a veces reducida a unos pocos
minutos simbólicos; 3) para sintonizarnos con el camino de la Iglesia que, en
el próximo Sínodo de los Obispos de 2008, reflexionará sobre el tema “ La
palabra de Dios en la vida misionera de la Iglesia ”. El cardenal Martini ha
afirmado que “una espiritualidad cristiana que no se base en la Palabra
difícilmente sobrevivirá hoy en un mundo tan complejo como el nuestro”.(24)
Para vivir nuestra primera profesionalidad de “testigos de Dios” y para
afrontar el impacto apostólico con el secularismo necesitamos religiosos
apasionados por Dios y su Reino, y no de espiritualidades light , o “ a gotas
de rocío ”, como decía Don Orione.(25) “La llamada a la nueva evangelización es
sobre todo una llamada a la conversión”(26) , y la conversión pasa
necesariamente por la familiaridad con la Palabra de Dios. “Leer y amar la
Escritura ” ha recordado Benedicto XVI es “un inundarse interiormente por la
presencia de la Palabra ”(27) . San Gregorio Magno exhortaba: “Estudia y medita
cotidianamente las palabras de tu creador. Aprende a conocer el corazón de Dios
en las palabras de Dios (dice cor Dei in verbis Dei )”.(28) “En nuestra vida,
particularmente la de los Institutos de vida activa - ha observado Don Pascual
Chavez, rector mayor de los salesianos, en la reunión de Superiores generales
-, conducida cada vez más a una actividad incansable, el peligro - para nada
imaginario - es el de abandonar la cosa más importante , la que no podemos
delegar a otros. El asunto bien visto por los apóstoles en la Iglesia primitiva
de Jerusalén, que se sienten desafiados ante la necesidad de responder a los
problemas sociales y pastorales que surgían en la comunidad naciente, es
paradigmático. Los desafíos son resueltos, pero queda firme la prioridad de la
oración y el ministerio de la Palabra : No está bien que nosotros descuidemos
la Palabra de Dios ” (Hechos 6,2). Ese modo de proceder de los primeros
apóstoles continúa siendo para nosotros norma de vida. El sacerdote(29) ,
religiosos(30) e incluso el laico(31) que quiere hablar de modo convincente de
Dios debe haber hablado frecuentemente con Él. “ No sabe hablar a los hombres
de Dios quien de los hombres a Dios no le habla ”.(32) Leemos en Novo Millennio
Ineunte n.32: “ Para esta pedagogía de la santidad necesitamos un cristianismo
que se distinga sobre todo en el arte de la oración ”, un arte que ha de ser
aprendido y ejercitado; aprender a rezar debe ser “ un punto de calidad en cada
programación pastoral ” (n.34) en la Iglesia. “ La Palabra de Dios es la
primera fuente de toda espiritualidad cristiana ” (Vita consecrata n.94). Y por
tanto también de la orionista.
La Palabra de Dios en el centro de la vida religiosa Debemos
poner la Palabra de Dios en el centro de la vida personal y comunitaria, para
que la vida consagrada sea verdaderamente “religiosa”, esto es, ligada (del
latín religare), enlazada con la vida de Jesús, evangelizada en un diálogo
cotidiano con su Palabra. En cada una de nuestras comunidades, por grande o
pequeña que sea, la meditación cotidiana,(33) la lectio comunitaria(34) y el
cuidado de la liturgia de la palabra(35) en la liturgia eucarística son los
tres elementos indispensables para que “ Nuestra primera regla y vida sea
observar, con gran humildad y amor dulcísimo y encendido de Dios, el Santo
Evangelio”(36) , como fue afirmado por Don Orione.(37) La vida religiosa se
deteriora o se vuelve otra cosa sin un contacto personal y dialógico cotidiano
con la Palabra de Dios.(38) No es suficiente usar la Palabra de Dios como
instrumento de enseñanza, moral, ministerial, “para los demás”. La Palabra de
Dios es el camino-sacramento de nuestro diálogo y encuentro con Jesús. Sin este
encuentro ¿qué sería de nuestra vida? Un recitar subjetivo, solitario y no una
comunión con el Dios que nos ama y nos muestra el camino de la vida. Queridos
hermanos empeñémonos en promover los bienes esenciales de la familia: tomemos
de corazón el tema de la Palabra de Dios como un bien excelso. Una familia se
mantiene también con lugares y tiempos comunes que forman parte de sus ritmos
ordinarios. Debe encontrarse espacio en el proyecto personal y comunitario. Sin
el diálogo personal con la Palabra de Dios - compuesto de escucha, reflexión,
oración y compromiso - comoocurre en la meditación cotidiana, falta la cátedra
más importante de la pedagogía de la santidad de un religioso.
LA MEDITACIÓN
COTIDIANA Ayudémonos recíprocamente a vivir bien el tiempo comunitario de
la oración y de la meditación de la mañana: “La primera hora, toda a Dios, en
la presencia de Dios, empleándola en la meditación y en las prácticas de piedad.
Es por la mañana, antes de cualquier distracción y comunicación con los
hombres, cuando necesitamos orar y escuchar a Dios. La primera hora ¡toda a
Dios! Entonces Dios habla, Dios ara las almas, Dios trabaja en nosotros, plasma
nuestro espíritu: Dios vivifica, Dios clarifica, el esplendor de Dios está
sobre nosotros; en la meditación sentimos el tacto de Dios”.(39) La Palabra
meditada por la mañana hará su trabajo, estemos tan seguros como el sembrador
del que habla Marcos 4,26, que “echa la simiente en la tierra, despierto o
dormido, de noche o de día, la simiente germina y crece; como ni él mismo
sabe”. De hecho, “como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven
sin haber regado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar... así será
la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin cumplir su efecto” (Is
55,10-11). Que la meditación sea de media hora. No se trata de un deber para
quien tiene poco que hacer. Más bien es necesaria para quien tiene mucho que
hacer como nos ocurre normalmente a todos nosotros. Don Orione en la normas
prácticas nos motivaba así: “Saltada la meditación, está perdido el día. Es
mejor que cerremos los colegios, si nos impiden hacer la meditación. Ese poco
de meditación que se hace con los chicos (o con la gente) no es suficiente para
los religiosos. Es de absoluta necesidad hacer la meditación. Una Casa que
descuida la meditación, deja el espíritu religioso. La fuerza para hacer el
bien nos viene de la meditación y de los sacramentos ” .(40) A veces se oye
decir: “Pero si celebramos después Misas y hablamos de Dios a la gente,
pasaremos todo el día en tareas pastorales”. No son suficientes las homilías y
las catequesis que luego se harán para los demás: la Palabra de Dios se ha de
tomar “como algo de uso interior”, como diálogo, como relación y amistad
personal con el Señor. Y concluyo una vez más con Don Orione que recomendaba
“la imagen del Divino Maestro que en medio de la predicación, se retira al
monte a meditar y a rezar, sea nuestra imagen predilecta”.(41) Que lo sea
también para nosotros hoy.
NOTICIAS DE FAMILIA Cambios
en el Consejo General El nombramiento
del Padre Enemesio Lazzaris como Obispo de Balsas que he mencionado al inicio
de la carta ha supuesto su sustitución en el seno del Consejo general. Por
tanto, según derecho, el nuevo Vicario general ha resultado Don Achille
Morabito , en cuanto que era el 2º consejero, mientras ha sido nombrado nuevo
consejero general Don Tarcisio Gregorio Vieira (brasileño, de 44 años, desde
2001 oficial en la Congregación de los obispos). A ambos nuestro afecto
fraterno, la oración y los mejores deseos para un fecundo apostolado en las
nuevas tareas que la Providencia les confía. Se ha tenido que pensar también en
una parcial redistribución de los encargos; Don Achille Morabito: vida
religiosa, formación inicial y permanente (también de los hermanos y eremitas),
ecumenismo; Don Tarcisio Gregorio Vieira: pastoral misionera, pastoral
parroquial, Instituto Secular Orionista. Para completar el equipo de la Curia
General , ha llegado Don Giuseppe Vallauri como “oficial en funciones” de
Postulador. Se ocupará, junto a Don Enrico Casolari, también del Archivo
general.
Un gesto más de estima del Papa hacia Don Orione Los
Cohermanos y hermanas presentes en la basílica de San Pedro para la celebración
de la Jornada de la Vida Consagrada del 2 de febrero pasado tuvieron un
estremecimiento de emoción al sentir nombrar a Don Orione por Benedicto XVI. En
su discurso, el Papa estaba ilustrando la estrecha unión entre carisma y
Evangelio, tras las secuelas de Cristo y la fidelidad al carisma: “ una familia
religiosa, con su misma presencia, se vuelve “exégesis” viviente de la Palabra
de Dios. El acontecer de los carismas de la Vida consagrada, dice el Concilio
Vaticano II, puede ser leído como un desplegarse de Cristo en el tiempo, como
un Evangelio vivo que se actualiza siempre en nuevas formas (cfr. Conc. Vat. II
Const. Lumen gentium , 46)”. Es en este momento cuando el Santo Padre, para
comprobar la verdad de tales afirmaciones, ha citado la enseñanza de algunos
Santos fundadores acerca de la centralidad del Evangelio en sus Reglas de Vida:
San Benito, Santa Clara de Asís, San Vicente de Paúl y San Luis Orione. De
nuestro Fundador dijo: “ San Luis Orione escribe: “Nuestra primera regla y vida
sea la de observar, en humildad grande y amor dulcísimo y encendido de Dios, el
Santo Evangelio”.(42) Ciertamente viene a nosotros un poco de orgullo “de
hijos” por esta cita del Padre fundador, pero viene también un posterior
estímulo para ratificar nuestra vida en la “sola cosa necesaria” que es el amor
de Jesús, la fidelidad vital al Evangelio, en el surco del carisma de Don
Orione. Esta es “ la contribución esencial que la Iglesia espera de la vida
consagrada” (Benedicto XVI).
En Corea y Filipinas En
febrero pasado, junto al P. Bernardo Seo, he hecho una breve visita a Corea del
Sur. He encontrado dos Obispos que ya habían estado en la Curia de Roma. Han
querido mostrar posibles campos de pastoral en los que podría instalarse una
comunidad orionista, en Uijeongbu, diócesis periférica de Seúl, y en Masan,
ciudad industrial del sur. Nos han acogido con gran esperanza, tratando de
adivinar en nuestros ojos y en las palabras la decisión de venir en su ayuda.
He vuelto con folios de apuntes, alguna foto, recuerdos y deseos. Don Orione
decía “ Estamos preparados para ver qué carta nos juega la Providencia ”. Ya
nos ha enviado dos hermanos coreanos, la petición de dos obispos, algún
conocimiento útil, la espera de los pobres, la tarea de “ mirar hacia Asia ”
repetida por el Papa y también por nuestro “proyecto orionista para Asia”
(2001). He ido después a visitar a los hermanos de las Filipinas. Es
sorprendente el gran desarrollo de actividad pastoral y caritativas animadas
por nuestros Cohermanos. Desde hace unos años han llegado también nuestra
Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad. Según las directivas del proyecto
misionero se está preparando la apertura de una tercera comunidad. El momento
culminante de esta semana en las Filipinas ha sido la ordenación sacerdotal de
Andrea Kim Teagun en la iglesia de Payatas, primera parroquia orionista,
próxima a la smoking mountain de Manila. Desde Corea llegó la mamá, los
hermanos y un grupo de jóvenes. La iglesia no pudo contener a tanta gente
concentrada para la solemne celebración. El Padre Andrea Kim es conocido y
apreciado porque desde hace 8 años se dedica a varias iniciativas de ayuda:
escuelas para pobres, comidas para niños, ambulatorios médicos, programa
antituberculosis y otros.
Durante la celebración mi mirada se posaba también sobre el
“ceremoniere”, Richard Maguad, clérigo filipino de tercero de teología, y
rezaba y decía para mi: ¡Ánimo, dentro de poco te tocará a ti, primer sacerdote
filipino! Mahal na Inang María, Patungo sa Kinabikasan! ¡Ave Maria y adelante
hacia el futuro! Cor unum: la caridad con Jesús en el corazón.
He participado en la 27º Asamblea Plenaria del Consejo
Pontificio “Cor Unum”, reunido del 28 de febrero al 1 de marzo en Roma bajo la
guía del Presidente, el cardenal Paul Joseph Cordes y dedicada al tema “
Calidad humana y espiritual de los que trabajan en los organismos caritativos
católicos ”. Me he encontrado como en casa, es decir con los problemas, los
cambios y las perspectivas que estamos viviendo también nosotros en la
Congregación. “ Ha ocurrido - ha dicho el card. Cordes en su relación
introductoria - que desde hace cien años quien trabajaba en los organismos
caritativos de la Iglesia eran religiosas y religiosos que desempeñaban una
tarea específica a partir del propio Instituto religioso... en su persona se
garantizaba, incluso a la vista, una identificación con la Iglesia ”. Hoy ya no
ocurre así y las agencias de caridad católicas están mayoritariamente
compuestas de laicos y muchos son empleados que están presentes sólo a modo de
trabajo remunerado y prescinden de una práctica religiosa y a veces incluso
ética.
A partir de este cambio se suscita “ la cuestión de la fe de
nuestros empleados ” en la línea de cuanto ha sido indicado por Benedicto XVI
en Deus caritas est (nn.31-39). “ Ahora se trata , ha afirmado el cerd. Cordes,
de aceptar con humildad y realismo que hay necesidad de cultivar el espíritu,
la formación del corazón, como dice Benedicto XVI, de los que trabajan con
nosotros y para nosotros”. Y en primer lugar la formación del corazón de
nosotros religiosos. “ La ayuda que se ofrece no debe nunca reducirse a un
gesto filantrópico, sino que debe ser una expresión tangible del amor
evangélico”, ha exhortado el Papa en el discurso de la asamblea de Cor Unum . Nuevo
Presidente de los Ex-alumnos. Durante la reunión del Consejo central de los
ex-alumnos del 19 de enero pasado ha sido elegido el nuevo presidente, el
doctor Felice Salis, de Salargius (Cagliari). “La primogenitura de los
ex-alumnos como hijos de Don Orione -ha escrito el nuevo Presidente- no es un
derecho conquistado para obtener beneficios sino más bien un deber de gratitud.
La colaboración con las demás realidades laicales será el punto de partida para
contribuir con nuestra especificidad a la plena realización del movimiento
laical, del que queremos ser parte activa”. ¡Felicidades, queridos Ex-alumnos!
Algunos desarrollos
apostólicos recientes. El 3 de enero ha iniciado su actividad el Centro
para Transeúntes realizado en la parroquia de Roma–Ognissanti. El 11 de enero,
en Bangalore (India) se tuvo la bendición de la primera piedra de la nueva casa
de formación ; el seminario de Costa de Marfil está en fase avanzada de
construcción; el hospital de Anyama de las hermanas orionistas ha empezado a
funcionar y nos ha llegado la noticia de los 700 partos ya realizados. En enero
hemos temido por la peligrosa situación de Kenya que se ha resuelto sin
especiales problemas para nuestros hermanos y actividades. El 19 de enero ha
sido inaugurado el Pequeño Cottolengo de Ceará (Brasil). Se ha iniciado la
construcción del Centro Don Orione de Leopoli (Ucrania) que incluye una capilla
y lugares para actividades comunitarias. El próximo 12 de mayo, la comunidad de
Amecameca asumirá la nueva parroquia de Xoyatzingo .
Centenario de eventos
importantes La Parroquia de Ognissanti . El centenario de la parroquia
romana de Ognissanti, “ la Patagonia , a las afueras de la Puerta de San Juan”,
que Pío X quiso confiar personalmente a Don Orione, acaeció exactamente el 25
de marzo de 2008. En esta fecha fueron iniciadas las celebraciones del
importante recuerdo: la celebración presidida por el obispo Luigi Moretti y la
audiencia del Papa: “Os deseo a todos vosotros -ha dicho Benedicto XVI- que seáis
siempre fieles testigos de Cristo y de que contribuyáis a difundir en todas
partes el gozo de seguir su Evangelio para construir juntos una sociedad más
fraterna”. En Lonigo, la primera presencia en el Véneto . En una modesta
celebración de jubileo he participado también yo en Lonigo (Vicenza) donde -
como se lee en el diario de la casa - “En la fiesta de San José, 19 de marzo de
1908, fue abierto este Centro de Recreo, pedido por el clero de esta ciudad,
confiado a la Obra de la Divina Providencia , fundada y dirigida por el M.R.D.
Luis Orione de Tortona, quien vino para la apertura de la nueva casa, dejando
como primer director al R. D. Ángel Bariani, junto con el clérigo Barbassi
Adriano y el joven De Paoli Angelo. Al principio el número de muchachos fue de
más de 400” . En este año, hemos de recordar también el centenario de la muerte
del siervo de Dios Don Gaspare Goggi , “primer Hijo de la Divina Providencia ”
(4 de agosto), y de la madre de Don Orione, Carolina Feltri (17 de octubre).
También han pasado ya 100 años del terrible terremoto de Reggio Calabria y
Messina: eran las 5,20 del 28 de diciembre. Este acontecimiento dio un profundo
vuelco a la vida de nuestro Fundador que se encontró inmerso en una aventura de
caridad que lo proyectó después sobre la amplia escena eclesial y civil.
Próximamente En
los próximos meses están en programa algunos eventos importantes:
20-22 de junio, en Génova: congreso internacional de
estudios orionistas sobre el tema “Faros de fe y de civilización”. El servicio
a la vida débil como educación a la civilización del amor”.
25 de junio en Roma: Fiesta del Papa, Misa en San Pedro,
bendición por parte del Papa de la estatua de San Luis Orione puesta en un
nicho de la Basílica de San Pedro; audiencia general.
26-28 de junio, en Roma: reunión internacional de los Grupos
de Estudio Orionistas.
3-10 de agosto, en Polonia: Jornada mundial de la juventud
para los jóvenes orionistas de Europa.
24-31 de agosto, en
Tortona: congreso internacional de formación para líderes del Movimiento Laical
Orionista.
29 de septiembre – 3 de octubre, en Buenos Aires: Congreso
internacional de Pastoral educativa.
Oraciones por
nuestros difuntos Como siempre, termino recomendando la oración para
aquellos que en estos meses han concluido su vida terrena, precediéndonos en la
casa del Cristo Resucitado. I
cohermanos: Fra Placido ( Antonio Tossutti ), Don Fulvio Mastrangeli , Don
Giovanni Caprioli y Don Narciso Paragnin . Las Pequeñas Hermanas
Misioneras de la Caridad : Sor Maria Eustella (Sacramentina), Sor Maria
Pasqualina , Sor Maria Rosa y Sor. Maria Virginia .
La madre de Fra. Luigi Fiordaliso, del P. Laureano De la Red
Merino , de Don Leonio Lunardi (premorto), de Pe. Valdemir Luis De Bona y de
Fr. Luigi Simioni.
El hermano de Don Orlando Viti, de Don Ettore Paravani, de
P. Fernando Santamaria Pascual.
La hermana de Don Ettore Paravani, de Don Domenico y Fr.
Mario Sanguin, de Pe. Geraldo da Cruz De Carvalho (premorto), y de Don Giuseppe
Rigo. Recordemos también a tantos benefactores y Amigos que en humildad y
discreción han estado cercanos en la misión de la Pequeña Obra. Con la
intercesión de San Luis Orione y de la Santísima Vírgen invoco sobre todos la
bendición del Señor y recuerdos para todos con afecto.
Don Flavio Peloso, FDP
(Superior general
(1) En A. Gemma,
Don Orione. Un cuore senza confini , 2000, p.223-224.
(2) Mensaje de
Juan Pablo II para el centenario de la PODP , 8.3.2003; Véase Novo Millennio
ineunte 31; Vita consecrata 93; Ripartire da Cristo 20.
(3) Sobre el argumento hay varios estudios y publicaciones.
Señalo en particular el “ Sussidio per la formazione al carisma ” de título “
Sui passi di Don Orione”, nacido de un estudio congregacional amplio, traducido
en las principales lenguas.
(4) La expresión es significativa y bella, cuando no sea
entendida como un atajo para reducir la espiritualidad al apostolado (o, peor
aún, a la actividad) o para justificar la superficialidad o la baja estatura
espiritual.
(5) Ya en los primeros esbozos de la regla, se escribió que
la nueva congregación “vivirá de la doble vida contemplativa y operativa,
teniendo a aquella como el sustrato necesario para el eficaz cumplimiento de la
otra” ; Scritti 52, 2.
(6) D. Barsotti,
Don Orione maestro di vita spirituale , 2a ed., Piemme 2004, p.194.
(7) V ita consecrata 81. Al n.67: “la persona consagrada
debe ejercitarse en el difícil arte de la unidad de vida, de la mutua
compenetración de la caridad hacia Dios y hacia los hermanos y hermanas,
experimentando que la oración es el alma del apostolado, pero también que el
apostolado vivifica y estimula la oración”.
(8) I. Terzi, La
nostra fisionomia nella Chiesa , Ed. Don Orione, Tortona, 1984, p. 88.
(9) Don Orione
maestro di vita spirituale , o.cit., 195-196.
(10) Giovanni
Paolo II, Messaggio alla Piccola Opera della Divina Provvidenza ,
“L'Osservatore Romano”, 12-13 marzo 1990, p.4. Giovanni Paolo II,
después de la Beatificación dijo: “El espíritu del Beato Don Orione inunde
vuestros ánimos, les queme, les haga bramar de propósitos santos, les lance
hacia los ideales sublimes que él mismo vivió con heroica constancia” (
L'Osservatore Romano, 27-28 ottobre 1980, 4). De modo similar a las Pequeñas
Hermanas Misioneras de la Caridad : “¡Sed fieles a Cristo tras las huellas de
Don Orione !” ( L'Osservatore Romano, 16.5.1999, p.5 ). En el Mensaje para el
centenario de la aprobación canónica : “ La Iglesia espera de vosotros que
reavivéis el don que está en vosotros (cfr 2 Tm 1,6) y que promováis una
fidelidad creativa de vuestra vocación. Solamente permaneciendo bien enraizados
en la vida de Dios y manteniendo inalterable el espíritu de los orígenes
podréis responder de manera profética a las exigencias de la época actual”
(Carta del 8 de marzo de 2003).
(11) Testimonio de Don G. Piccinini, Summarium , p.530 y de
Don G. Zambarbieri, p.714. Esto de 'cominar en la presencia de Dios' fue la
enseñanza constante de Don Orione a sus religiosos, dejado casi como testamento
en la últimas buenas noches del 8 de marzo de 1940.
(12) Summarium , p.280. Similares observaciones están
presentes con particular calor en los testimonios de personas laicas.
(13) G. De Luca,
Elogio di Don Orione , Edizioni di storia e letteratura, Roma 1999, p.114. Este
sacerdote culto, gran literato y experto en espiritualidad, ha dejado
maravillosas páginas sobre la personalidad de Dosn Orione.
(14) In cammino
con Don Orione , p.324.
(15) 12° Capítulo general, decisión 22; cfr. Cost 14.
(16) No el trabajo sino el activismo es el verdadero enemigo
de la oración y de la espiritualidad. El activismo es algo distinto de la
dedicación al trabajo. Es la superficialidad y la alienación en el hacer que
nos vuelve incapaces de reflexionar, de alcanzar y de expresar la propia
interioridad. El activismo no es el enemigo sólo de la oración sino también del
trabajo mismo. Don Orione advertía la diferencia entre trabajo y activismo
superficial: “Quien reza poco hace poco bien. Quien reza mucho hace mucho bien
” ( Scritti 55, 209). “ Estoy contento al saber que trabajas; reza también
mucho, tú tienes necesidad de espiritualizarte un poco más; te lo digo en el
Señor ” (101, 134). (17) Cfr. Lettere I, p.168. (18) Parola (26.9.1937) VII,
p.56-59 (19) La expresión es de Don Luca en Elogio di Don Orione , o.cit.,
p.77. (20) La expresión, muy en voga en el pasado, se reduce a una práctica
exterior y disciplinar; pero de por sí indica que la piedad, el amor hacia Dios
tiene necesidad de ritos, de costumbres, de perseverancia. “ Las prácticas de
piedad son útiles, son necesarias, pero no olvidemos que son medios, no fines!
Todo en nosotros! Todo en nosotros: prácticas de piedad, disciplina, estudio,
trabajo, debe estar subordinado a una sólida piedad, es decir al amor de Dios,
a las virtudes cristianas, a la verdadera santidad: toda nuestra vida, por
tanto, será oración” (Const. 81).
(21)
Testimonianza de Don G. Zambarbieri, Summarium p.714-716. (22) El
documento del 12º Capítulo General observa: “Es verdad que la espiritualidad no
puede ser reducida a las prácticas de piedad, por otro lado éstas no pueden ser
olvidadas superficialmente. La fidelidad y la perseverancia ayudarán a superar
creativa y sabiamente algunas dificultades típicas de alguna comunidad como la
diversidad de compromisos y por tanto de horarios, el excesivo trabajo
absorbente, el cansancio”; p.86-88. (23) La decisión 22 del 12° CG: “Cada
religiosos dedica cotidianamente un tiempo particular a afianzar la intimidad
con su Señor. El superior local, con su ejemplo, y el provincial en el diálogo
individual con los religiosos insistan para que este momento sea parte del
estilo habitual de vida del orionista”. (24) C. M. Martini, Perché Gesù parlava
in parabole . Bologna 1988, 114. (25) “ La piedad, oh hijos míos en Cristo,
nutre el alma y la vuelve fuerte contra las tentaciones; la piedad templa todos
los dolores y dulcifica todas las amarguras. Ella, como me parece haberos dicho
ya, debe ser ardiente, y a la vez sólida, no debe ser sentimental ni como gotas
de rocío ”; Scritti 52, 57. (26) Juan Pablo II, Discurso de apertura en Santo
Domingo , 7. (27) Benedicto XVI, Discurso a los Obispos de Suiza,
“L'Osservatore Romano”, 10 de noviembre de 2006, 4. (28) Epistolarium , libro
4, Epístola 31. En la Constitución Dei verbum , en el n. 25: “El concilio
exhorta con fuerza e insistencia a todos los fieles, sobre todo a los
religiosos, a aprender “la sublime ciencia de Jesucristo” (Fil. 3, 8) con la
frecuente lectura de las divinas escrituras. La ignorancia de las escrituras,
de hecho, es ignorancia de Cristo”.
(29) Presbyterorum
Ordinis , 13.
(30) Ripartire da
Cristo . Un rinnovato impegno della Vita Consacrata nel terzo Millennio , 25.
(31) Novo Millennio Ineunte (2001) 32.
(32) Scritti 55, 173.
(33) La meditación será siempre sobre la Palabra de Dios,
con la ayuda de algún subsidio, pero no es una lectura espiritual o de estudio,
ni siquiera recitación del Breviario.
(34) Es aún poco practicada por nosotros; donde se hace se
ven los beneficios. En alguna comunidad está unida a la preparación de la
homilía del domingo. En algún lugar, en la curia general por ejemplo, una vez a
la semana, se hace una meditación en común sobre las lecturas de la Misa. (35)
Es otro aspecto importante de nuestro ser discípulos y ministros de la palabra;
que va desde la dignidad en la proclamación de la Palabra al esfuerzo en la
preparación de la homilía.
(36) Lettere di
Don Orione , II, 278. Esta frase de Don Orione ha sido citada por
Benedicto XVI en su discurso durante la celebración con ocasión de la Jornada
de la vida consagrada del 2 de febrero de 2008. (37) Sobre “Don Orione
enamorado del Evangelio” y sobre “Meditaciones de Don Orione” véase la ‘
Introduzione a San Luigi Orione. Meditazioni sul Vangelo , San Paolo, Cinisello
Balsamo 2004, p. 23-41. (38) Don Orione expresaba esta convicción con
expresiones muy categóricas. “ La jornada será como se haya hecho la
meditación”. “ saltada la meditación, está perdida la jornada” , porque “ la
meditación sirve para dar alimento a nuestras almas y a las que han sido
confiadas a nuestro cuidado. Es como el aceite de la lámpara” ( Riunioni 14); “
La meditación pondrá en su sitio muchas cosas” ( Riunioni 3); “ Quien deja la
meditación ha dejado de vivir bien, de vivir como buen religioso y perderá la
vocación ” ( Parola VI, 232).
(39) Lettere I,
p.451-452. (40) Riunioni , 14.7.1933, p.111.(41) Sui passi di Don Orione ,
p.317. (42) Lettere di Don Orione , Roma 1969, vol. II, 278
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