viernes, 13 de enero de 2012

DON ORIONE EN ARGENTINA PARTE V

1. Cfr. Nueva historia eclesiástica argentina, del Concilio de Trento al Vaticano II, Itinerarium, Buenos Aires, 1972,p. 401. Una obra fundamental es la de Julián Alameda, Argentina Católica, 2a. ed., Benedictinos, Buenos Aires. 2. Don Orione presentó un informe entusiasta: “He asistido al Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires: un espectáculo inefable! He visto lo que es y lo grande que es la misericordia de Dios: más grande que los cielos! He visto decenas de miles y miles de obreros, de robustos trabajadores, de jóvenes llenos de vida: médicos, abogados, oficiales, profesores de universidad, diputados, ministros, confundidos en medio de las columnas de gente, confesarse en las plazas, en las calles y avenidas de esta gran capital! Más de 200.000 hombres, como un enorme e interminable aluvión, avanzaban en filas compactas, rezando, cantando, y postrándose a los pies de Cristo, para adorar a Cristo, recibir a Cristo, en la gran Plaza de Mayo, delante del palacio de gobierno de esta noble República Argentina. En esa plaza los he visto confraternizar, abrazarse en Cristo, jurar su fe, su amor a la Patria, llorar de amor! Espectáculo totalmente extraordinario!”, en Lettere II, 215. 3. Un poco poética, pero verdadera, la evocación de Angel León Gallardo: “El Conte Grande, que llevó a las orillas del Plata a la Embajada del ’34, cumplió una misión civilizadora … Aquella nave evoca la frágil barca del lago de Genezaret, tanto más cuanto que sabemos que transportaba a bordo al próximo sucesor de Pedro. Transportaba, también, como la nave de Colón, personas encargadas de acrecentar las conquistas espirituales de la Iglesia. Así como estas tierras de América han atraído, desde el descubrimiento, a europeos audaces y ambiciosos, así la atracción de este continente, de infinitas posibilidades, llegó hasta el alma – santamente audaz y divinamente ambiciosa – de Don Orione”; “Pequeña Obra de la Divina Providencia”, Boletín mensual ilustrado de las Obras de Don Orione, Buenos Aires, julio 1942, p.8.
4. Lettere II, p.77 5. Scritti 94, 258. 6. Scritti 4, 278-280. 7. Don Orione reconoció que el crédito de confianza que encontraba en la Argentina lo debía al card. Pacelli. “Durante los días del Congreso se expresó con palabras de tanta benevolencia que debo decir que todo lo que se hizo en la Argentina se debe, después de Dios, al Representante del Papa, dijo en aquellos días. Debía avergonzarme de esos elogios; pero estaba contento porque me abrían una puerta en el clero, y en las Autoridades y altas personalidades del Gobierno” ; Parola 5.10.1939, XI, 132. 8. Tomás Nicolás Casares (1895 – 1976) fue un jurista insigne, profundo conocedor del saber filosófico, profesor en las universidades de Buenos Aires y La Plata; en el campo de la magistratura llegó a ser presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 1944. Cristiano auténtico, en el pensamiento y en la vida, fue presidente de los Cursos de Cultura Católica en 1928 y, después, desde 1932 a 1939; amplió las actividades culturales y artísticas, abrió la “escuela de filosofía”. Noticias de Raúl Rivero de Olazabal, Por una cultura católica. El compromiso de una generación argentina, Ed. Claretiana, Buenos Aires, 1986, p.200-202. 9. Cfr. Juan Carlos Zuretti, La fundación de la primera universidad católica, “Universitas”, 1975, n.38, p.89 y ss. 10. Don Orione había estado ya en la Argentina en 1921-1922 y volvía para el Congreso Eucarístico, en 1934, precedido de la fama de sacerdote santo y emprendedor. Lo que lo hizo más conocido a las personalidades eclesiásticas y laicas fueron ciertamente la realización y el corolario de los encuentros y actividades a los que dio impulso. Angel León Gallardo, arquitecto del círculo de los Cursos de Cultura Católica, afirmó: “Entre los milagros del Congreso Eucarístico Internacional, debemos incluir - sin duda - la visita de Don Orione y la realización en nuestro país de la obra de los “Cottolengos”; “Pequeña Obra de la Divina Providencia”, o.c., p.5-8. 11. Raúl Rivero de Olazabal, Por una cultura católica, o.c. p.175-176. Otro testigo, Juan Carlos Moreno que participó en el retiro espiritual del 2-3 de noviembre de 1935 en la Casa de la Calle Independencia 1166, recuerda: “Participaron el director, doctor Tomás N. Casares, el personal administrativo, profesores y alumnos de esta casa de estudios. Jamás olvidaré las meditaciones llenas de sabiduría, de fervor y de amor por las cosas del cielo; su atención para con los ejercitantes; las celebraciones tan edificantes del santo Sacrificio. Fueron muchos los que hablaron con él, que le confiaron secretos personales…”; así se lee en su libro Vida de Don Orione, Ed. Dictio, Buenos Aires, 1980, p.173-174. 12. Cuomo y Gallardo, Don Orione nuestro amigo, Victoria, 1967, p.76-77. 13. Ibídem. 14. Don Orione nuestro amigo, p. 78. Añaden a este respecto: “Este consejo nos ha parecido de gran utilidad al dirigir los programas de apostolado, que muchas veces no dan buen resultado por no tener en cuenta esta capacidad menor de la gran mayoría”. 15. Discurso del Dr. Tomás Casares en el homenaje de los Centros de Cultura Católica, “Pequeña Obra de la Divina Providencia”, o.c., p.4-5. 16. Ibídem. 17. La noticia proviene de diversos testigos. En Don Orione, nuestro amigo, o.c., p.80, Cuomo y Gallardo refieren que Don Orione “contribuyó con una importante suma, a la adquisición del pasaje del filósofo Jacques Maritain”. El Dr. Manuel Ordóñez precisa que “Don Orione mandó cincuenta pesos de entonces para ayudar a las conferencias de Maritain, a pesar de que siempre andaba en déficit”, en Entrevista al Dr. Manuel Ordóñez, en Don Orione, Buenos Aires, n.49-50, 1984, p.12. 18. También Raïssa Maritain pronunció una conferencia, el 5 de octubre, para los centros femeninos católicos sobre su estudio acerca de “La conciencia moral y la santidad en estado de naturaleza”. 19. Octavio Nicolás Derisi, La Universidad Católica en el recuerdo a los veinticinco años de su fundación, p.23-24. 20. Raúl Rivero de Olazabal, Por una cultura católica. El compromiso de una generación argentina, Ed. Claretiana, Buenos Aires, 1986, p. 93; el Autor reseña las actividades culturales de Maritain en la Argentina en las pp.88-94.
21. Tomado de la Entrevista al Dr. Manuel Ordóñez, o.c., p.13.Fuente Don Flavio Peloso, Revista Criterio

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