Con respecto a las Filipinas y San Luis Orione, podemos encontrar dos conexiones: una, su ferviente deseo de abrir una misión allí; y la otra, el P. Ricardo Gil Barcelón, Siervo de Dios
español.El P. Ricardo Gil Barcelón vivió más de 12 años en las Filipinas, desde 1893 a 1905, durante la transición de la Colonia Española al Protectorado Americano.
Allí, fue soldado, y luego estudio filosofía y teología, siendo ordenado sacerdote el 24 de Septiembre de 1904. Luego, fue vice bibliotecario de la universidad de los Dominicos y capellán en la Catedral de Manila hasta Febrero 1905, que vuelve a España.
Sin duda es la Divina Providencia quien hizo posible el encuentro entre el P. Gil Barcelón y Don Orione en Rome, el 4 de Febrero de 1910. Luego del mismo, el Fundador lo recibirá en la Congregación al P. Gil Barcelón, quien pasará porvarias casas en Italia (Cassano Jonio, Reggio Calabria, Tortona y Roma), enseñará castellano a los misioneros y abrirá la primera casa orionita en España (en Diciembre de 1930), siendo un pionero de la Congregación allí.
El P. Gil Barcelón y el aspirante Antonio Arrué Peiró serán asesinados por los revolucionarios a causa del odio a la fe, el 3 de Agosto de 1936, en Valencia (España).
Podemos imaginar que habrá compartido su experiencia en Filipinas con los sacerdotes, seminaristas y la gente, como también así con San Luis Orione[1]h, hablándoles acerca de su estadía, su paso por el ejército, sus estudios, vocación, y describiendo el país, sus costumbres, religiosidad, etc.
Por ello, el primer contacto entre el Fundador y las Filipinas, fue a través del P. Barcelón y su experiencia.
Algunos días después de su llegada a la Argentina[2] y del 32° Congreso Eucarístico
Internacional[3], en Buenos Aires; Don Orione escribió una larga carta al P. Sciaccaluga[4] en la cual le habla de dos misiones: una en el Mato Grosso (Brasil), la cual ya ha aceptado, y otra en las Filipinas.
Refiriéndose a esta última, dirá:
“Di también mi palabra, pero aun no está definido, para una misión la Filipinas, donde el obispo me dijo que hay mucha necesidad y gran miseria, al punto que incluso obtuvieron el permiso del Papa para cambiar
algunas palabras del Padre Nuestro, no se dice: “panem nostrum quotidianum”,sino “cibum nostrum”, porque no se come nunca”.
Este breve párrafo, nos hace deducir que San Luis Orione había recibido la invitación de
abrir una misión en Filipinas y había dado su palabra, por lo cual, podemos afirmar que consideró la idea de ir. Reflexionó y pensó acerca de ello, aunque no haya tomado ninguna decisión concreta en ese momento. El obispo que lo invitó le dio alguna información acerca del lugar: su situación económica, “…mucha necesidad y gran miseria…”, el permiso para cambiar algunas palabras del Padre Nuestro ya que no se come pan. Para el Fundador, había una razón que lo impulsaba a ir: la miseria, ya que él veía a Jesús en el pobre.
No sabemos las razones por las cuales Don Orione no abrió la misión en Filipinas, no hay ninguna carta o testigo que nos diga que ocurrió. Por ello, solo podemos hacer algunas conjeturas: la falta de personal religioso para enviar invitaciones a otros lugares, algunas prioridades más urgentes, condiciones desfavorables, otros problemas, etc
[1] Borrador de un memorandum
acerca del P. Barcelón: “El sacerdote Ricardo Gil nació en Manzanera, Prov.
de Terruel (España), de noble y rica casa de Torrijas, una de las primeras
familias de la Provincia (de Aragón). Hizo sus estudios en España, fue
militar, luego a la universidad de los Dominicanos en las islas Filipinas, es un
sacerdote de buena doctrina en filosofía y teología…” Este memorándum,
escrito en Messina, no posee fecha, pero por el contexto, podemos suponer que es
de 1928.
[2] Don Orione llego a Buenos Aires el 9 de Octubre de 1934 por la tarde.
[3] El 32° Congreso Eucarístico Internacional se llevo a cabo en Buenos Aires del 10 al 14 de Octubre de 1934.
[4] Carta al entonces seminarista Sciaccaluga. Victoria (Buenos Aires, Argentina), 20 de octubre de 1934
español.El P. Ricardo Gil Barcelón vivió más de 12 años en las Filipinas, desde 1893 a 1905, durante la transición de la Colonia Española al Protectorado Americano.
Allí, fue soldado, y luego estudio filosofía y teología, siendo ordenado sacerdote el 24 de Septiembre de 1904. Luego, fue vice bibliotecario de la universidad de los Dominicos y capellán en la Catedral de Manila hasta Febrero 1905, que vuelve a España.
Sin duda es la Divina Providencia quien hizo posible el encuentro entre el P. Gil Barcelón y Don Orione en Rome, el 4 de Febrero de 1910. Luego del mismo, el Fundador lo recibirá en la Congregación al P. Gil Barcelón, quien pasará porvarias casas en Italia (Cassano Jonio, Reggio Calabria, Tortona y Roma), enseñará castellano a los misioneros y abrirá la primera casa orionita en España (en Diciembre de 1930), siendo un pionero de la Congregación allí.
El P. Gil Barcelón y el aspirante Antonio Arrué Peiró serán asesinados por los revolucionarios a causa del odio a la fe, el 3 de Agosto de 1936, en Valencia (España).
Podemos imaginar que habrá compartido su experiencia en Filipinas con los sacerdotes, seminaristas y la gente, como también así con San Luis Orione[1]h, hablándoles acerca de su estadía, su paso por el ejército, sus estudios, vocación, y describiendo el país, sus costumbres, religiosidad, etc.
Por ello, el primer contacto entre el Fundador y las Filipinas, fue a través del P. Barcelón y su experiencia.
Algunos días después de su llegada a la Argentina[2] y del 32° Congreso Eucarístico
Internacional[3], en Buenos Aires; Don Orione escribió una larga carta al P. Sciaccaluga[4] en la cual le habla de dos misiones: una en el Mato Grosso (Brasil), la cual ya ha aceptado, y otra en las Filipinas.
Refiriéndose a esta última, dirá:
“Di también mi palabra, pero aun no está definido, para una misión la Filipinas, donde el obispo me dijo que hay mucha necesidad y gran miseria, al punto que incluso obtuvieron el permiso del Papa para cambiar
algunas palabras del Padre Nuestro, no se dice: “panem nostrum quotidianum”,sino “cibum nostrum”, porque no se come nunca”.
Este breve párrafo, nos hace deducir que San Luis Orione había recibido la invitación de
abrir una misión en Filipinas y había dado su palabra, por lo cual, podemos afirmar que consideró la idea de ir. Reflexionó y pensó acerca de ello, aunque no haya tomado ninguna decisión concreta en ese momento. El obispo que lo invitó le dio alguna información acerca del lugar: su situación económica, “…mucha necesidad y gran miseria…”, el permiso para cambiar algunas palabras del Padre Nuestro ya que no se come pan. Para el Fundador, había una razón que lo impulsaba a ir: la miseria, ya que él veía a Jesús en el pobre.
No sabemos las razones por las cuales Don Orione no abrió la misión en Filipinas, no hay ninguna carta o testigo que nos diga que ocurrió. Por ello, solo podemos hacer algunas conjeturas: la falta de personal religioso para enviar invitaciones a otros lugares, algunas prioridades más urgentes, condiciones desfavorables, otros problemas, etc
[1] Borrador de un memorandum
acerca del P. Barcelón: “El sacerdote Ricardo Gil nació en Manzanera, Prov.
de Terruel (España), de noble y rica casa de Torrijas, una de las primeras
familias de la Provincia (de Aragón). Hizo sus estudios en España, fue
militar, luego a la universidad de los Dominicanos en las islas Filipinas, es un
sacerdote de buena doctrina en filosofía y teología…” Este memorándum,
escrito en Messina, no posee fecha, pero por el contexto, podemos suponer que es
de 1928.
[2] Don Orione llego a Buenos Aires el 9 de Octubre de 1934 por la tarde.
[3] El 32° Congreso Eucarístico Internacional se llevo a cabo en Buenos Aires del 10 al 14 de Octubre de 1934.
[4] Carta al entonces seminarista Sciaccaluga. Victoria (Buenos Aires, Argentina), 20 de octubre de 1934
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