lunes, 19 de diciembre de 2011

""A JESÚS POR MARÍA"" POR DON FLAVIO PELOSO PARTE I

AD JESUM PER MARIAM
La devoción mariana en la vida y en la pastoral de los Orionitas.


29 de agosto de 2011
Fiesta de la Virgen de la Guardia


Queridos hermanos,

Tuve una gran alegría también este año, en la Fiesta de la Virgen de la Guardia de Tortona. Se repitió el habitual espectáculo de fe y de presencia multitudinaria. Llevé conmigo el texto, que leí hace poco, de un documento de la Congregación vaticana para el Clero. Se trata de la Carta a los Rectores de los santuarios de todo el mundo. [1] En ella se invita a valorizar la devoción popular mariana como camino de experiencia de Dios y de evangelización en un contexto de secularismo y de pérdida del sentido religioso. Puse esta carta mariana delante de San Luis Orione, en su Santuario de Tortona. La carta actualiza la convicción de San Luis Orione: “Entregar la Virgen María a las almas, quiere decir darles a Jesucristo, la Iglesia, la fe, quiere decir darles la salvación”. [2]
Hacía tiempo que quería dedicarle atención y una reflexión a la devoción mariana en la vida y la pastoral de los Orionitas. Este camino de caridad pastoral fue tan practicado e inculcado por nuestro santo Fundador, “alma mariana”[3] que todo lo vió y vivió “en la luz de María”.[4] No puedo dejar de recordar que mi primer encuentro de estudio con San Luis Orione y sus fuentes en el archivo, se dió en ocasión de mi tesis de licenciatura en liturgia con el tema: “La devoción popular mariana en el beato Luis Orione.[5]
A Jesús por María. La promoción de la devoción popular mariana es un ámbito relevante de nuestro apostolado. Implica directamente a muchos religiosos y santuarios de la Congregación, pero sabemos que compromete un poco a todos, porque donde está el pueblo ahí está la devoción mariana, en las parroquias, en las casas de caridad, en las escuelas, en las misiones, en las casas de formación, con los jóvenes, con los enfermos, en nuestras más variadas actividades. La devoción mariana no está reservada a un tipo particular de actividad y de personas, sino que hace referencia a un clima, una modalidad, un modo de ser de nuestra vida y de nuestra caridad pastoral. Si es verdad que “no se puede ser cristiano sin ser mariano” (Pablo VI, el 24.4.1970, en el Santuario de Bonaria), tampoco se puede ser orionita sin ser mariano.

UN RECURSO PARA VALORAR.
Hay quien ha visto – y ve – a las “devociones populares” con un poco de sospecha, como que fuera algo infantil o mágico: desde el rosario al escapulario, desde el peregrinar hasta el signo de la cruz antes de partir para un viaje o de iniciar un partido de fútbol. Otros notaron que ciertas prácticas devocionales se convirtieron en una justificación sentimental e individualista para evitar el compromiso de un encuentro personal y comunitario con el Señor que se hace encontrar principalmente en los sacramentos de su presencia, en la liturgia de la Iglesia. Para entendernos: voy al santuario, enciendo una vela, hago una ofrenda y digo alguna oración... pero después no voy nunca a Misa, no escucho la Palabra de Dios, no vivo según el Evangelio y sigo adelante sin arrepentirme ni convertirme. Para decirlo con Don Orione: “Se hace una procesión y todos gritan “Viva María”: en general, esto es todo lo que saben de religión, pero pocos saben el Padre Nuestro o la Salve; se puede decir que casi nadie sabe los principales misterios de la fe o los mandamientos de Dios; de esta ignorancia surge que muchos viven en concubinato como si nada fuese ...”. [6] En no pocos casos, en algunas formas de piedad popular se mezclaron también elementos de superstición, o prácticas paganas, o rigidez psicológica.
Por tanta ambigüedad en las expresiones devocionales, una persona o grupo de personas que exprece la propia fe de modo concreto, fuera del ámbito litúrgico o doméstico, corre el riesgo de ser juzgado de retrógrado, fanático, o peor aún, un psicópata.
Es necesario tener en cuenta todo esto, pero es innegable que existe un sentimiento religioso auténtico y popular innato en la naturaleza humana. El eco de nostalgia y de deseo de la paternidad de Dios, si no se expresa de un modo auténtico, vivo, cristiano, es decir “de hijos”, empuja a buscar otras formas de “devoción” a tientas, de un modo mágico, sectario, hechicero, con prácticas satánicas, supersticiones y neurosis de todo tipo.

El Magisterio expresó varias veces su estima por la piedad popular y sus manifestaciones. Ha llamado la atención, insistiendo a los que la ignoran, la dejan de lado, o la desprecian, a que asuman una actitud positiva hacia sus valores, porque es “un verdadero tesoro del pueblo de Dios” (Marialis cultus, 31).
El n. 1679 del Catecismo de la Iglesia Católica expresa claramente la actitud práctica de la Iglesia con respecto a las devociones populares: “Además de la liturgia, la vida cristiana se nutre de formas variadas de piedad popular, enraizadas en las distintas culturas. Esclareciéndolas a la luz de la fe, la Iglesia favorece aquellas formas de religiosid ad popular que expresan mejor un sentido evangélico y una sabiduría humana, y que enriquecen la vida cristiana”.
También hoy, y tal vez especialmente hoy, en nuestro contexto histórico-cultural, las devociones populares antiguas y nuevas son todavía una riqueza y un recurso para nuestra vida cristiana.
Para nosotros orionitas, se agrega también un motivo carismático para animar el cuidado de las devociones populares. San Luis Orione recomendaba: “Nosotros queremos, recuérdenlo siempre, queremos estar con el pueblo también en esto, en salvar su fe, en incrementar su vida cristiana, sobretodo por medio de la fe popular, las devociones populares ... sobretodo insistiendo en el sentimiento de confianza en Dios y en María Santísima”. [7]
[1] Congregación para el Clero, Carta a los Obispos y Rectores de los Santuarios de todo el Mundo, Ciudad del Vaticano, 15 agosto 2011.
[2] Parola, 17.2.1932; V, 20.
[3] Don Orione alma mariana. Quaderno n.56, 1983.
[4] Don Orione a la luz de María Madre de Dios es el título dado a la hermosa obra en 4 volúmenes del Padre Giovanni Venturelli que constituye práticamente una biografía de San Luis Orione propuesta en perspectiva mariana.
[5] La devoción popular mariana en el beato Luis Orione, Instituto Litúrgico Pastoral – San Anselmo, año 1983.

[6] Escritos, 96, 222.
[7] Palabra del 17.4.1938; VIII, 244.

No hay comentarios:

Publicar un comentario