ORIGEN
Todo
comenzó en la desembocadura del arroyo Yaguarí, que en guaraní
significa arroyo de las fieras, sobre la margen izquierda del Río
Paraná, a unos seis kilómetros del actual pueblo Itatí en la provincia
argentina de Corrientes. Allí estaba ubicada la aldea precolombina de
aborígenes guaraníes llamada Yaguarí cuyo jefe era el cacique Yaguarón.
En marzo de 1528 llega al lugar el Padre Francisco García que era
capellán de la tripulación de Sebastián Gaboto, quien le dio a esa
población el nombre de Santa Ana. Luego, mediante la obra evangelizadora
de los Padres Franciscanos, comenzó y se desarrolló el culto a una
imagen de la Inmaculada Concepción. La reiterada aparición de esta misma
imagen en ‘‘Itatí’’, que significa punta de piedra, hizo que los
pobladores del Yaguari se trasladaran a ese lugar.El nombre de
la Pura y Limpia Concepción de Itatí, viene de la lengua guaraní:
“ita”, roca y “ti”, blanca, o sea “piedra blanca”; debido a los
yacimientos de cal que estaban junto al arroyo Caleria.
Según
la tradición, la imagen habría sido encontrada en el curso del alto
Paraná; cerca del puerto de Santa Ana, por un grupo de aborígenes. Estos
habían visto a la Virgen Inmaculada sobre una piedra, rodeada de una
luz muy brillante y acompañada de una música sobrenatural. Fray Luis
Gómez ordenó el inmediato traslado de la figura a la reducción, pero la
imagen volvió a desaparecer en dos ocasiones, retornando a su lugar
cerca del río.
Los
religiosos comprendieron cuál era la voluntad de la Santa Madre, y se
dispuso el traslado del asentamiento a esos parajes. En 1615 (1580 según
otras fuentes) el puerto de Santa Ana quedo abandonado, y el Fray Luis
de Bolaños funda la nueva reducción a la que da el nombre de “Pueblos de
Indios de Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí”.
Con
el tiempo, el lugar comenzó a conocerse simplemente como Itatí, y Fray
Luis de Gamarra, párroco del lugar, fue el primero en dar a conocer los
milagros de la Virgen.En la semana Santa de 1624, tiene lugar la
primera transfiguración de la Virgen, que duró varios días. Gamarra
relata en un documento de la época que “... se produjo un extraordinario
cambio en su rostro, y estaba tan linda y hermosa que jamás tal la
había visto”. Las transfiguraciones se repitieron a lo largo de los
años, y en ocasiones también se oyó esa música sobrenatural de la que
habían hablado los indígenas que encontraron la imagen.Los
milagros y las curaciones son incontables, pero quizás el más increíble
y espectacular haya ocurrido en 1748. En ese año hubo un gran malón que
buscaba destruir y saquear el poblado, pero cuando los indios llegaron a
las puertas de Itatí, se abrió ante ellos una ancha y profunda zanja
que les impedía el paso. Ante este hecho se retiraron despavoridos, y
los habitantes del lugar acudieron entonces a la capilla agradecer a su
Patrona.Con
los guaraníes del Yaguarí y con otras seiscientas familias que trajo el
santo mártir Roque González de Santa Cruz, Fray Luís de Bolaños fundó
el 7 de diciembre de 1615 el PUEBLO DE LOS INDIOS DE LA PURA y LIMPIA
CONCEPCION DE ITATI Con los guaraníes misioneros llegó a Tacuarembó la
Virgen de Itatí. El primer testimonio que encontramos es del P. Jaime
Ros: ‘‘El General Fructuoso Rivera, llevaba en su ejército una pequeña
imagen de dicha Virgen que quedó en posesión de una humilde familia..
Otro
testimonio es el de Ramón González: ‘‘¿Cómo vino a Tacuarembó la Virgen
de Itatí, la Virgen Misionera?. Vamos a decirlo; después de la
reconquista de los pueblos de Misiones, situados en la margen izquierda
del Río Uruguay, el General Fructuoso Rivera, al verse obligado a
retirarse de allí en cumplimiento del tratado celebrado entre nuestro
Gobierno y el Gobierno Brasileño, se trajo consigo a todas las familias
misioneras de las poblaciones conquistadas, estableciéndose cerca de la
barra del Río Cuareim, donde fundó la Colonia Bella Unión. Producidas en
el año 1832, la sublevación de la Colonia, esta fue arrasada y sus
componentes dispersos en todas direcciones. Uno de estos componentes
Doña Brígida Albano, bisabuela de Anastasia Zanit, fue quien trajo a
Tacuarembó a la Virgen de Itatí’’.Estos testimonios coinciden con lo
sucedido en 1828 y que el prof. Oscar Padrón Favre define como ‘‘el gran
éxodo guaraní - misionero’’ con el que entraron al territorio Oriental
entre 3000 y 8000 personas (según distintos testimonios) de origen
guaraní misionero en su gran mayoría. “El Éxodo de varios miles de
indios que abandonaron las antiguas misiones acompañando a Fructuoso
Rivera y se radicaron en momentos en que nuestro país nacía. Este
acontecimiento –de características singulares no sólo en la historia del
Uruguay sino en la del propio continente- tuvo una influencia decisiva
en la vida política nacional y en la formación de las poblaciones y la
cultura de las zonas centro y norte del país Se
trató de la población misionera que aún habitaba los siete pueblos de
las Misiones Orientales: San Borja, San Luis, San Juan, San Miguel,
Santo angel, San Lorenzo y San Nicolás. A estos se les unió la población
de otros cuatro pueblos ubicados al occidente del Uruguay: Yapeyú,
Santo Tomé, La Cruz y Corpus. Según las investigaciones realizadas por
el Prof. Ernesto Michoelsson, en 1833 ya encontramos afincados con
chacras en los alrededores de San Fructuoso a los Guaraníes Manuel
Cairé, Félix Arayé y Lorenzo Pani. La marcha de los guaraníes durante su
éxodo hacia el sur fue como una gran ‘‘procesión presidida por los
ancianos que llevaban los santos principales’’. Entre estos Santos
principales o patronos estaba la Pura y Limpia Concepción de Itatí que
fue venerada en Tacuarembó. El P. Jaime Ros dejó un valioso testimonio
del culto que recibió: ‘‘Los que peinamos canas podemos certificar que
esta imagen era popular en nuestra campaña y que era reclamada
frecuentemente para ser velada en distintos lugares, donde cubierta de
cintas y circuida de luces y flores se les hacía presidir las fiestas
organizadas en su obsequio, que terminaban generalmente en baile a la
usanza prístina’’.También Ramón González fue testigo de dicho culto:
“Era costumbre antiguamente y no sé si aún subsiste que cuando la gente
moza se quería divertir se buscaba el pretexto de la Virgen de Itatí, se
la iba a buscar y se organizaba un velorio en alguno de los ranchos de
los alrededores del pueblo, en los cuales so pretexto de velar a la
Virgen de Itatí se bailaba o se jugaba a las prendas o alguna cosa por
el estilo., una vez en una casa, otra vez en otra’’. Aquí la Virgen
recibió un culto al estilo guaraní: velorios y fiestas que se
prolongaron hasta 1935 donde la imagen original fue arrebatada de
Tacuarembó. POR ESTAS RAZONES LA VIRGENCITA ES LLAMADA INDIA Y GAUCHA.
¡VIRGEN DE LAS FIESTAS!
El 16 de julio de 1900, en las puertas del Santuario de la Santísima Cruz de los Milagros de Corrientes, la Imagen Taumaturga de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí, traída en barco desde su trono en una marcha cargada de hondo sentimiento, fue solemnemente coronada por el Obispo de Paraná Monseñor Rosendo de la Lastra y Gorillo, ante los Obispos del país, de Paraguay y Uruguay. El Presidente de la República, Gral. Julio Argentino Roca, de puño y letra, envió una misiva; asistieron o enviaron representaciones mandatarios provinciales. Apadrinó el acto el Gobernador de Corrientes y fue Madrina Da. Josefina Hardoy de Gallino, Presidenta de la Comisión Central de Damas La corona impuesta sobre las sienes de la Imagen de la Virgen, había sido concebida por Forment Maurice como una exquisita joya al estilo de las coronas imperiales del Renacimiento, en oro, con incrustaciones, en sus engarces, de amatistas y topacios de gran tamaño, y dibujos afiligranados de artística expresión.
Al
momento solemne de la Coronación, ante una multitud que llenaba el
atrio del Santuario, la plaza adyacente y la manzana siguiente, sonaron
cañonazos en el puerto de la ciudad, bombas de estruendo, se soltaron
palomas y repicaron jubilosamente todas las campanas de las Iglesias de
la ciudad de Corrientes, en el preciso momento en que el Obispo de la
Lastra y Gordillo, a nombre de S.S. León XIII, colocaba sobre las sienes
de la Virgen, la corona ante el llanto incontenible de la muchedumbre
emocionada asistente al acto. Después sobrevinieron los festejos que
siguieron por varios días y no concluyeron sino hasta el retorno final
de la Imagen de la Virgen a su trono del Santuario de Itatí, terminando
así el suceso más notable y conmovedor de una época.
El
23 de abril de 1918, la Virgen fue proclamada Patrona y Protectora de
la Diócesis de Corrientes; creada el 3 de febrero de 1910 por el Papa
Pío X. Hoy es reconocida como protectora de toda la región del NEA.La
pequeña localidad Itateña se halla a 73 km. de la ciudad de Corrientes.
La Ciudad surgió de una reducción indígena. Allí el 16 de Julio, de cada
año, miles de devotos de todo el país desbordan la capacidad del Templo
Mariano.La Basílica de Nuestra Señora de Itatí, es uno de los
santuarios más importante de América.
Es el suceso más notable y apoteótico desde los tiempos de los festejos del III Centenario de la Fundación de Corrientes en 1888, y no tendría continuidad con otro suceso de su jerarquía hasta la Consagración de Monseñor Luís María Niella como Primer Obispo de Corrientes en 1911.
Es el suceso más notable y apoteótico desde los tiempos de los festejos del III Centenario de la Fundación de Corrientes en 1888, y no tendría continuidad con otro suceso de su jerarquía hasta la Consagración de Monseñor Luís María Niella como Primer Obispo de Corrientes en 1911.
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