Los orionitas renovaron sus votos
(11.2.2010) En el Santuario del Corazón de Don Orione,
situado dentro del Cottolengo de Claypole, la familia orionita celebró la
fidelidad de sus religiosos. En esta ocasión y de un modo especial, las bodas
de plata en la vida consagrada del Hno. Gerardo Pereira y los sacerdotes
Porfirio Ramírez, Luis Espósito, Enrique Mereta y José Luis Simionato. También
celebró su 50º aniversario como Hijo de la Divina Providencia el P. Roberto
Simionato, que recibió el pedido del Superior Provincial, P. Omar Cadenini,
para presidir la Eucaristía.
En la homilía, el P. Roberto contó brevemente cuántas
personas, lugares y apostolados conoció en estas décadas en distintas partes
del mundo. Y subrayó tres cosas fundamentales. En primer lugar, expresó su
gratitud por los cincuenta años que le tocaron vivir como Hijo de la Divina
Providencia. “Nuestra virtud no es un logro sino el fruto del don de la
perseverancia que Dios derramó en nosotros, por eso, gracias por estar”, dijo.
En segundo lugar, haciéndose eco de una vieja tradición que
llamaba madre a la Congregación, destacó el valor de “ser una familia normal”
como posibilidad de reconocer al otro como hermano en Cristo. En este sentido,
también recordó y agradeció a tantos y tantas personas con quienes pudo
compartir a lo largo de lo los años. Y subrayó a sus hermanos de la
congregación que “tantas veces me escucharon y me recibieron, porque en los
momentos de mayor dificultad uno espera con la esperanza de los hermanos y uno
confía con la confianza de los hermanos”.
En tercer lugar, el P. Roberto –que ahora está destinado en
Chile y vivió muchos años en Roma donde también le tocó ser Superior General de
la Congregación– señaló a la Virgen María como modelo de vida plena y
consagrada. “En uno de tantos momentos difíciles que me tocaron vivir, recuerdo
que un monje de Azul me dijo ‘todo pasa, ocúpate del Señor’ y ese ha sido el
mejor motivo para seguir adelante trabajando para y por mis hermanos”.
Luego, el P. Omar recibió de parte de los
religiosos de votos temporales el compromiso de vivir en castidad, pobreza y
obediencia por un año más.Al finalizar, los homenajeados rezaron una oración
especial a la Virgen María como agradecimiento por tantos años de fidelidad y
recibieron un presente que compartieron con los presentes. El Provincial, con
lágrimas en los ojos, también reconoció a los religiosos mayores que también
cumplían ese día varias décadas. Parafraseando al P. Roberto en su homilía,
recordó que “la felicidad no es algo que haya que buscar, sino que es algo que
se encuentra cuando trabaja día día en la misión que recibió de Dios”
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