martes, 26 de febrero de 2013

RECUERDOS DE DON ROBERTO SIMIONATO


Los orionitas renovaron sus votos

(11.2.2010) En el Santuario del Corazón de Don Orione, situado dentro del Cottolengo de Claypole, la familia orionita celebró la fidelidad de sus religiosos. En esta ocasión y de un modo especial, las bodas de plata en la vida consagrada del Hno. Gerardo Pereira y los sacerdotes Porfirio Ramírez, Luis Espósito, Enrique Mereta y José Luis Simionato. También celebró su 50º aniversario como Hijo de la Divina Providencia el P. Roberto Simionato, que recibió el pedido del Superior Provincial, P. Omar Cadenini, para presidir la Eucaristía.

En la homilía, el P. Roberto contó brevemente cuántas personas, lugares y apostolados conoció en estas décadas en distintas partes del mundo. Y subrayó tres cosas fundamentales. En primer lugar, expresó su gratitud por los cincuenta años que le tocaron vivir como Hijo de la Divina Providencia. “Nuestra virtud no es un logro sino el fruto del don de la perseverancia que Dios derramó en nosotros, por eso, gracias por estar”, dijo.

En segundo lugar, haciéndose eco de una vieja tradición que llamaba madre a la Congregación, destacó el valor de “ser una familia normal” como posibilidad de reconocer al otro como hermano en Cristo. En este sentido, también recordó y agradeció a tantos y tantas personas con quienes pudo compartir a lo largo de lo los años. Y subrayó a sus hermanos de la congregación que “tantas veces me escucharon y me recibieron, porque en los momentos de mayor dificultad uno espera con la esperanza de los hermanos y uno confía con la confianza de los hermanos”.

En tercer lugar, el P. Roberto –que ahora está destinado en Chile y vivió muchos años en Roma donde también le tocó ser Superior General de la Congregación– señaló a la Virgen María como modelo de vida plena y consagrada. “En uno de tantos momentos difíciles que me tocaron vivir, recuerdo que un monje de Azul me dijo ‘todo pasa, ocúpate del Señor’ y ese ha sido el mejor motivo para seguir adelante trabajando para y por mis hermanos”.
Luego, el P. Omar recibió de parte de los religiosos de votos temporales el compromiso de vivir en castidad, pobreza y obediencia por un año más.Al finalizar, los homenajeados rezaron una oración especial a la Virgen María como agradecimiento por tantos años de fidelidad y recibieron un presente que compartieron con los presentes. El Provincial, con lágrimas en los ojos, también reconoció a los religiosos mayores que también cumplían ese día varias décadas. Parafraseando al P. Roberto en su homilía, recordó que “la felicidad no es algo que haya que buscar, sino que es algo que se encuentra cuando trabaja día día en la misión que recibió de Dios”

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