miércoles, 23 de diciembre de 2020

ORIGEN DE LOS PESEBRES VIVIENTES

20.12.2012)“Cuando vayan a Umbría, tendrán la gracia de ir a Greccio. Yo fui allí muchas veces. San Francisco, habiendo regresado de Palestina y todavía enfervorizado por la visión de los lugares santos, quiso que también en Italia se hiciera el Pesebre viviente. Nosotros debemos volver a los primeros tiempos, al primer Pesebre, y se hará el bien”(Scritti V, 212).
Al expresarse así es San Luis Orione (1872-1940) aquel que, en tiempos modernos, relanzó la sacra representación del Pesebre viviente realizada por San Francisco por primera vez en la Navidad del 1223, en Greccio, con la ayuda de la población de la zona y de Giovanni Velita, señor de aquellos lugares. Con el Pesebre viviente, el “Pobrecillo de Asís” y, recientemente, el “Santo de la Divina Providencia” intentaron recrear la mística atmósfera del Nacimiento de Belén, para ayudar a ver con los propios ojos donde nació JesúsLa continuación de los Pesebres vivientes se debe a la original inventiva apostólica de Don Orione. “Hemos sido los primeros en suscitarlo: al principio parecía una cosa para reír, ¡pero se ha hecho el bien!” (Parola VII, 166), confiaba el santo tortonés. Algunas notas históricas sobre los Pesebres vivientes organizados por Don Orione en los años treinta nos ayudarán a reconstruir aquellas singulares manifestaciones religiosas y sobre todo su espíritu.Después de un primer Pesebre viviente realizado en la ciudad de Bra (Cúneo) en el 1925, bien logrado pero de carácter local, en diciembre de 1930, Don Orione decide promover la iniciativa en la ciudad de Tortona confiriéndole el acento de gran manifestación popular. Desde este año, muchos “Pesebres vivientes” se sucederán en diversas ciudades de Italia.
En Tortona, los periódicos locales avisaban que “el 6 de enero un coro de 150 ángeles precederá a los pastores y a los reyes magos; ellos cantarán melodías celestes, los reyes magos tendrán un numeroso séquito de caballeros y de sirvientes, según la costumbre oriental”.La novedad fue recibida con entusiasmo por los pobladores, incluida toda la vasta región del Piemonte, Lombardía y Lígure. Don Orione se encargó personalmente con la sagacidad de un estratega y la ingenuidad de un niño. En Tortona se reunieron de todas partes miles de personas para asistir a la pintoresca representación sacra. La campana de Belén fue colocada en el patio, detrás del nuevo santuario de la Virgen de la Guardia, por entonces todavía en construcción. Gran parte de los protagonistas del Pesebre viviente eran los mismos clérigos (seminaristas) de la congregación, “jovencísimos clérigos –observó el diario “Corriere della sera” del 27/XII/1930– que cotidianamente llevaban la cal y los ladrillos, con evangélica devoción, para la construcción del Santuario que Don Orione ha querido dedicar a la Virgen de la Guardia” .
El Pesebre fue verdaderamente solemne y conmovedor. El cortejo, en medio de la muchedumbre, terminó, con el canto del “Gloria a Dios en el Cielo”, junto a la campana donde se realizó el acto de adoración a Jesús. Era este el momento que Don Orione –que antes había permanecido discreto entre la gente– reservaba para sí mismo: dar a Jesús para que sea besado por la gente. Aquel era el acto que sintetizaba y coronaba el objetivo de la manifestación popular.La sagrada representación fue repetida 4 veces en el período de las festividades navideñas. Tuvieron vasta resonancia con entusiastas artículos aparecidos en los diariosCorriere della sera, Gaceta del Popolo, La stampa, Italia y otros periódicos locales.

Al año siguiente, 1931, la iniciativa se tuvo que repetir, por pedido de la gente. La fantasía y la audacia de Don Orione eran impresionantes. Llegó a presentar un pedido a la Casa Real “para obtener algunos dromedarios, por pocos días, con el fin de dar al Pesebre viviente, único en Italia, una vida y un colorido más oriental” (Scritti 77, 122). Otra vez la manifestación resultó grandiosa y devota, con gran concurrencia de gente. Algo que da una idea de la repercusión popular de la iniciativa fue la concesión de la reducción del pasaje en tren “del 50%, desde las estaciones vecinas y desde las estaciones de Turín, Milán, Génova, Piacenza y Bolonia, con validez desde el 5 de enero hasta la medianoche del día 8” (Scritti 53, 129).Hay que destacar también que “con las ofrendas y colaboraciones recibidas para el Pesebre viviente se dará un almuerzo a 200 pobres. (...) El almuerzo, en el Colegio Dante, será servido por los ángeles y los pastores del Pesebre viviente” (Scritti 89, 126). Éste es el genio de Don Orione: “unir siempre a la obra de culto una obra de caridad”(Scritti 53, 39).En 1932, el Pesebre viviente, que Don Orione presentó como “una manifestación de fe y de arte verdaderamente grandiosa, única en Italia” (Scritti 62, 36), se realizó en la ciudad de Voghera.
A quienes trabajaban para la preparación del Pesebre viviente el santo sacerdote les recordaba la finalidad: “lograr, por medio del Pesebre viviente de Voghera, hacer un poco de bien, mucho bien. Que aquella multitud de población que vendrá a Voghera pueda sentir pasar sobre sus almas un soplo nuevo, un nuevo espíritu; aquella paz que los ángeles hicieron sentir a los pastores en la bella, misteriosa noche de Navidad. El pesebre viviente es, y debe ser, la escenificación de una página del Evangelio reproducida en vivo” (Parola Vb, 5-8).El éxito fue superior a las expectativas, como refiere un artículo aparecido en el diario La stampa del 28.XII.1932. “Ha sido un éxito grandioso, y lo demuestra la muchedumbre llegada en número impresionante, sobre todo desde más allá del río Po, y de la zona montañosa, con todos los medios, para ver el Pesebre viviente, y se calcula que otras 40.000 fueron las personas que asistieron a lo largo de la romana Vía Emilia”. El Corriere della sera, siempre del 28.XII.1932, hace referencia a Don Orione:“Este sacerdote de gran renombre es un típico ejemplo de la humana bondad sin reposo, sin ambiciones, sin orgullos. (...) Don Orione finalmente ha bendecido a la gente que elevó cantos e himnos religiosos, transmitiendo a la escena un significado de viva conmoción y de alta espiritualidad”.“El cortejo del Pesebre viviente fue abierto por dos trompetistas a caballo –como un resumen de la época– , por un ángel que indicaba la gruta y por otro ángel con la estrella; seguía enseguida la larguísima y multicolor procesión de los ángeles –doscientos– vestidos de seda y con sus alas, que cantaban con gracia celestial unas suavísimas melodías. Luego venían los típicos pastores, algunos tocaban la gaita, otros dejaban regalos al Niño: quesos, palomas, gallinas, pájaros. corderitos, ovejas, fruta; otros, en fin, guiaban dos numerosos rebaños. Y después los pastores simples y llenos de fe, los reyes magos que, guiados por la estrella, venían desde Oriente con su séquito en búsqueda del Niño Jesús. Y un grupo fastuoso de caballos y caballeros que pasa despertando la admiración del público, y va a la plaza de la Catedral, donde tiene lugar el simbólico ofrecimiento de los regalos: la parada en la Municipalidad , que representaba el palacio de Herodes. Aquí todo el cortejo se despliega y se dispone de modo tal que forma un cuadro imponente y estupendo, que tiene como contexto una inmensa muchedumbre, quizá 40.000 personas. Luego se reanuda la procesión y concluye en la gruta ubicada en el Oratorio festivo San Bovo. Aquí Don Orione habla breve, luego bendice a la gente con el Niño”.

En el 1933, la sacra representación se desarrolla en la ciudad de Novi Lígure el 26 de diciembre y el 6 de enero. Don Orione explicó a sus religiosos: “El Pesebre viviente lo hacemos para reavivar el sentimiento religioso de la gente, porque aquello que cae bajo los ojos permanece más vivamente impreso en la memoria, especialmente de los pequeños y del pueblo. El Pesebre viviente es un gasto, materialmente hablando, pero una ganancia, un activo en los balances del bien. Es una prédica hecha a 30-50 mil personas” (Parola VI, 8).Las dos manifestaciones fueron retomadas y reunidas en un documental del Instituto Cinematográfico “Luce”.Giuseppe Zambarbieri, por entonces estudiante del Colegio San Jorge de Novi Lígure y más tarde superior general, asistió a la representación del 6 de enero y comentó:“¡Qué director de escena, Don Orione, en los Pesebres vivientes!”.Un comentario similar hizo también el escritor y dramaturgo César Meano: “¡Oh qué director de escena aquel Don Orione! Director nato aquel sacerdote piamontés. Desde el ángel principal, que apuntaba la estrella a los pastores, hasta Gaspar, Baltasar y Melchor, yo modestamente hombre de teatro, sentía la mano segura que aquel hombre extraordinario había transmitido como una porción de su alma a todos. ¡No lo perdía de vista! Se destacaba por más de que buscaba confundirse con la masa, con aquella capa y los zapatos color barro, con aquel sombrero de bandido... bueno, tan bueno. ¡Pero los ojos! Llegaban ellos como lámina de luz en el justo tiempo de cada una de aquellas singulares escenas. Pero había un momento en el cual entraba en escena él, todo él. Aquel final, cuando al término de la encantadora parada se llegaba a la gruta, apenas terminada la entrega de los dones. Si bien no era alto de estatura, se elevaba entonces hacia lo alto, hacia lo alto, en la realidad y en la significación y, elevando los brazos, decía pocas palabras: “¡Y ahora los bendigo con el niño!” Así Don Orione elevaba sobre las cabezas del gentío al Cristo Infante, para bendecir y volver a bendecir” (Cart.Meano, ADO).¿Cuáles eran los secretos, los consejos de Don Orione director de los Pesebres vivientes? Sobre todo, sabía transmitir a todos la idea-mensaje de toda la representación sacra: “El Pesebre viviente debe ser una prédica sin palabras”. Este objetivo lograba inspirar y unificar interiormente los comportamientos de los actores, tan diversos como improvisados.“Primero: rezar, dar todo de sí mismos, no por vanagloria o por soberbia, sino para representar en vivo una página del Evangelio, y después, hacer un poco de bien. Segundo: quien haga de ángel, de caballero, de pastor, olvídese que es seminarista, y sea ángel, caballero o pastor: en síntesis, haga bien el oficio que hace. Los ángeles tengan los ojos bajos, cara serena, no se rían” (Parola Vb, 5-8).
El santo confiaba en que la preparación espiritual de los protagonistas, “modesto, educado, serio”, expresado en “fervor, intenso ardor y entusiasmo” (Parola Vb, 212), comunicaría a tantos espectadores algo de sagrado, algo de Dios. “El cortejo será dividido así: adelante estarán los ángeles y éstos darán la primera impresión. El éxito del Pesebre en gran parte depende de la primera buena impresión. Vendrán luego los pastores con el rebaño, y los flautistas. Al final la cabalgata de los Magos con su séquito. Habrá 200 ángeles” (Parola Vb, 7-8).Sobre los mismos principios se basaba también la evaluación de Don Orione, compartida con sus discípulos, acerca del éxito de la manifestación. “El Pesebre viviente es un gasto no pequeño de tiempo y de fuerzas. Días de preocupación en los que estamos obligados a dejar otros trabajos y responsabilidades. Pero, si se parte con el criterio más alto de una ganancia espiritual, vale la pena hacerlo y repetirlo varias veces. Si algo es bueno para los valores morales, entonces vale la pena hacerlo. Es una prédica hecha a 30 / 50 mil personas. Qué buenos frutos se obtuvieron de la jornada de San Esteban, en Novi Lígure. Cuántos hombres, que no besaban desde hacía 30 / 40 años al Niño Jesús, han venido para besarlo. Había más hombres que mujeres. Fue una emoción saludarlos” (Parola Vb, 8-9).El de Novi Lígure en 1933 fue el último gran Pesebre viviente organizado personalmente por Don Orione. En 1934 partió para América Latina y volvió a Italia en 1937. A su regreso, no pudo realizarlo más, si bien ese era su deseo.En la vigilia de la Navidad de 1937, animó a sus hijos espirituales a continuar esta manifestación popular de fe y recomendó: “El Pesebre viviente deberá convertirse en una institución de nuestra Congregación y deberemos propagarla en el mundo. Si Dios nos da vida, se lo realizará en Milán. Si yo no estuviese aquí en los próximos años, verán que lo realizaré en América. Sería maravilloso pasar con el Pesebre viviente delante de la Catedral de Buenos Aires: el gobierno tiene mucho aprecio por el Pesebre” (Parola VII, 166).La Congregación orionita ha permanecido sensible a la tradición de los Pesebres vivientes. Continuó organizándolos en todas partes. Entre los recientes vale la pena recordar, en Italia, el Pesebre de Fumo (Pavía), de Pescara, de Bérgamo, de Pietra Lígure, Seregno, Messina. Siempre, tanto en Boston como en Claypole (Buenos Aires) o en Santiago de Chile, como aseguraba Don Orione, “el Pesebre viviente hace un gran bien, y genera una emoción imborrable en el alma” (Parola VII, 166).

Autor Flavio Peloso Superior General 
Fuente: Padre Facundo Mela, fdp
 
 

lunes, 23 de marzo de 2020

EL APÓSTOL DE LA CARIDAD CAMINO DE SANTIDAD




El mismo Don Orione expresó en una de sus cartas: “Muchas veces he sentido a Jesucristo cerca de mí, muchas veces he visto a Jesús en los más rechazados y más infelices. Esta obra es tan querida por el Señor que parecería la Obra de su Corazón; ella vive en el nombre, en el espíritu y en la Fe de la Divina Providencia: el Señor no me ha mandado a los ricos, sino a los pobres y a los más pobres y al pueblo”.
En nuestro Fundador el acercamiento al pobre no es el fruto de una compasión sólo humana, sino la causa y efecto de una experiencia espiritual profunda. La experiencia mística de Don Orione constituye un don, una invitación y un compromiso: conocer el amor de Dios, de Jesucristo hacia nosotros y dejarse conducir por el Espíritu en la lógica del amor.
Don Orione quiso renovar todo en la caridad, con los ojos abiertos sobre las realidades, las miserias de los hermanos y sobre la misión confiada a él por Dios. Nos invita a mirar la realidad para transformarla con la caridad, vivir la verdad y la justicia en la caridad, haciendo de modo «que las letras, la ciencia, la virtud... vuelvan a parecer aquellas indisolubles hermanas que demasiados se empeñan tontamente en separar.
De este modo la caridad se realiza no como paliativo asistencial, sino como promoción de justicia, de dignidad humana y de salvación integral del hombre y de la sociedad. Santo de la sociedad y de lo cotidiano
Don Orione no es santo porque se lo canoniza, sino que se lo canoniza porque vivió como un santo y así lo han percibido la sociedad y las personas que tuvieron relación con él o recibieron los frutos de su opción y su trabajo, particularmente los más necesitados y excluidos de la sociedad: los enfermos, las personas con capacidades diferentes, los niños y todo aquel que tuviera un dolor o sufrimiento.
Lo que daba valor al encuentro con Don Orione, sobre todo en los últimos años de su vida, era su fama de santidad. En el barco que lo traía a la Argentina en 1934, el Cardenal Pacelli lo señalaba a la gente diciendo: “Besen la mano a Don Orione, que es un santo”. Los amigos, los bienhechores, los necesitados que hacían la fila en Milán, en Génova, en Buenos Aires, para hablar con Don Orione, buscaban en su mirada un reflejo del rostro paternal de Dios.
Toda la vida de Don Orione fue un camino de santidad, que lejos de quedar encerrada en el ámbito de la Iglesia, pretendió llegar hasta lo más profundo de la sociedad y sus estructuras: “Tenemos que ser santos, pero no tales que nuestra santidad pertenezca sólo al culto de los fieles o quede sólo en la Iglesia, sino que trascienda y proyecte sobre la sociedad tanto esplendor de luz, tanta vida de amor a Dios y a los hombres que más que ser santos de la Iglesia seamos santos del pueblo y de la salvación social ”.

Lo extraordinario de un santo es que vive en forma extraordinaria lo ordinario, la vida de todos los días. Sin dejar de reconocer en Don Orione características personales de excelencia, sobresale en él su humildad, su sencillez, su capacidad para escuchar los gemidos de la sociedad, su actitud compasiva para vincularse con el sufrimiento humano, su pasión y trabajo incansable, su audacia e iniciativa, su picardía para hacer mucho con poco, su generosidad. Fue padre, prójimo, amigo, protector.
En su acción por la justicia y los pobres fue un “santo rebelde” que desconcertó a propios y ajenos. Y fue un santo que confió siempre en la Divina Providencia.
Don Orione nos pide con su santidad que tengamos entrañas de misericordia ante el dolor y el sufrimiento

viernes, 20 de marzo de 2020

EN EPOCA DE PANDEMIA DON ORIONE NOS INSPIRA A.....


DON ORIONE NOS INSPIRA A VIVIR ESTE TIEMPO DE SALUD Y EMERGENCIA SOCIAL CON SERIEDAD,
en pleno cumplimiento de las normas e indicaciones públicas, pero también con la imaginación de la caridad: “¡ Arde y brilla con caridad! ". Por eso, es hora de que triunfe la caridad de los gestos
simples y pequeños que se hacen más grande como un signo de solidaridad efectiva, de cercanía
espiritual, apoyando a los más pobres y promoviendo el bien.
En medio de las muchas noticias tristes y preocupantes, es bueno recibir algunas "migajas".
Aquí hay algunas: un sacerdote, el único "pariente cercano" que bendice a un ataúd no
dejando de lado la oración de la Iglesia. Un médico, con todos sus diplomas, que se sube
para hacer el servicio más simple, como llevar a un residente anciano. Un empleado
que, en la imposibilidad de la presencia del sacerdote (todo en aislamiento obligatorio),
Él "bendice" los ataúdes colocando una pequeña imagen de San Luis Orione encima. Un párroco que, por la mañana, hace rondas de llamadas telefónicas entre sus feligreses, tratando de comunicarse especialmente con las personas mayores aisladas. Tantos laicos que "se encuentran" en los medios para rezar y apoyarse mutuamente La comunidad del santuario de Tortona, en cuarentena, en oración frente a la urna del Fundador. Los voluntarios que, a pesar del peligro, continúan preparándose  para distribuir comidas a las personas sin hogar. Los seminaristas y religiosos de Córdoba que se turnan para reemplazar parte de los empleados para ayudar a los residentes del Cottolengo. Los clérigos de teología que continúan prestando su servicio en las "duchas del Vaticano" para ayudar a las personas sin hogar.
Son actitudes de Orioninos que, ante una situación sin precedentes, reproducen el comportamiento y estilo del padre fundador.
Alguien recordó que Don Orione, ante la noticia de los terremotos, dejó todo y se fue a Messina y Avezzano. ¿Y nosotros? Debemos buscar qué espíritu movió a Don Orione a tales acciones. ¿Cómo le gustaría que nos comportáramos hoy?
DON ORIONE NOS INSPIRA... A LA COMPASIÓN
En el discurso a los capitulares (2016), el Papa Francisco nos dijo que " en ciertos lugares " nosotros, Orioninos, éramos conocidos como " los sacerdotes que corren, porque siempre fueron vistos en movimiento, entre personas, con el ritmo rápido de quienes se preocupan. "Por supuesto, ahora no podemos correr con nuestras piernas ( recomiendo #state en casa ), pero nadie tiene que aprovechar nuestro corazón De hecho, dice un dicho medieval, " Ubi amor, ibi oculus" (donde hay a mor, hay existe la capacidad de ver) . Para Don Orione, lo contrario también es cierto: " Ubi oculus, ibi amor ".
Entonces, frente al flujo continuo de noticias, no permanecer cerrado en una emoción
estéril, Don Orione nos invita a la compasión activa: “ Cuidar la salud, pero trabajar
siempre, con celo, con ardor por la causa de Dios, de la Iglesia, de las almas ". Quien no tiene bajo
los ojos la imagen de Don Orione quien, con un niño sobre su hombro, camina entre los escombros del Terremoto? O no recuerda el último "Sí" dicho unos momentos antes de morir porque ¿Sería aceptado un necesitado en el Cottolengo de Génova? En la vida de Don Orione son
muchas demostraciones concretas de su compasión y es él mismo quien nos invita a seguirlo en
este ministerio: “ Vístanse, por lo tanto, con compasión cariñosa por los pobres y, sobre todo,
de esa caridad que es el vínculo de la perfección. "
DON ORIONE NOS INSPIRA... A LA ORACIÓN
Sería fácil caer en el pietismo o el bienísmo, pero todos sabemos eso en Don Orione no existe nada que no pase por la oración. Solo se necesitan unas pocas palabras para tratar en fe esta situación: “ Ánimo, hijos míos, también tengan valor y apúrense adelante en piedad y trabajo por la gloria del Señor y su salud y la de muchos y muchas almas! Entiendo que los momentos de abandono y desánimo pueden llegar a todos (...), pero la oración, los santos sacramentos y la confianza en Dios deben elevarte y consolarte (...) .
Dado que nuestro apostolado concreto es bastante limitado, aprovechémoslo rezar y hacer rezar: el Señor nos liberará de todos los peligros y nos recomendaremos humildemente a Nuestra Señora, nuestra Madre, y toda la vida y alma fiel que pondremos a los pies de Jesús, su hijo. Jesús es el Dios de todo consuelo y el Padre de todo consuelo celestial, eso nos consolará en cada hora y desesperación de la vida. "
DON ORIONE NOS INSPIRA... A LA FANTASÍA DE LA CARIDAD
A lo largo de su vida, Don Orione ha enfrentado muchas dificultades y contingencias, pero las tiene
Siempre superado por el impulso con la fantasía de la caridad. Bastaría pensar en el joven Orione
con la mandolina debajo de las ventanas de la prisión; cuando se disfrazó de enfermera para darme dar sacramentos al Excmo. Alessandro Fortis, ex primer ministro del gobierno italiano, eludiendo la Vigilancia masónica colocada en la habitación del paciente, porque “ lamento verlo morir así "; o cuando tuvo el valor de pedirle al rey el auto para transportar a los huérfanos
del terremoto ¿Qué "fantasías" contaremos después de esta emergencia? Ahora que la gente no
puede venir directamente a nosotros, ahora que los niños no pueden jugar en el oratorio, ahora que no puedes celebrar en la iglesia o ir a bendecir las casas y visitar a los enfermos, resuenan más cierto que nunca las palabras del Fundador: " Presérvame, Dios mío, de la ilusión fatal, del
engaño diabólico de que el sacerdote debería cuidar solo de los que vienen a la iglesia ... ".
DON ORIONE NOS INSPIRA ... PARA PROTEGER A NUESTROS PATRONES
Los pobres son nuestros amos y cuidarlos es " cuidar a Jesús ". en nuestras estructuras tenemos muchas personas en situaciones de vulnerabilidad, por lo que es más importante que nunca encargarse de la organización y coordinación de todas aquellas iniciativas que pueden
protegerlos. Son " el tesoro de la Iglesia " y también es en su nombre que debemos asegurarnos que se han tomado todas las precauciones de seguridad. Don Orione dijo: " Ves que el momento en que se dieron las órdenes: ahora somos los sirvientes, y nuestros amos son Dios, la Iglesia y cuántos están hospitalizados en nuestros hogares. Hagámoslo por el amor de Dios, y lo ganaremos el cielo: ahora nos convertiremos en santos, si realmente podemos hacernos servidores de otros, y especialmente de quien vive con nosotros Mira, aquí hay un gran secreto para hacernos santos: hacernos sirvientes de quienes viven con nosotros”. El ejercicio de la autoridad y la buena gestión, en este momento, es el servicio más importante para personas frágiles para defenderlas y protegerlas.
DON ORIONE NOS INSPIRA... A LA VIDA FRATERNA EN COMUNIDAD
Solo para sonreír, cito una oración de Don Orione, obviamente dicho en un contexto  muy diferente a la de hoy: " Deseo que no salgamos de casa sin una necesidad real y sin contar con el permiso del Superior de la Cámara y que sepa a dónde ir y cuándo ir copias. "Tal vez le hemos dicho a muchas familias y a tantos niños, pero también se aplica a nosotros:
Este es un momento oportuno para redescubrir a los hermanos y fortalecer los lazos familiares con ellos. Dos de nuestros sacerdotes ancianos, colocados por su seguridad en aislamiento, me dijeron: " ¿Qué hacemos todo el día? Yo cuido de él y él me cuida. Nos animamos mutuamente
el uno al otro ". Si bien respetamos las reglas de seguridad, aprovechamos este momento para
orar juntos, tener algunas reuniones formativas, tener momentos de ocio, alentarnos  y cuidarnos  el uno al otro.
DON ORIONE NOS INSPIRA... PARA MANTENER LA CONFIANZA EN LA DIVINA PROVIDENCIA
"¡El futuro le pertenece a Cristo!" Hay muchas cartas de Don Orione en las que esto se destaca esta frase. Por otro lado, él mismo quería que nos llamáramos "Hijos de la Divina Providencia".
Esta sensibilidad de Don Orione es tan clara y fuerte que, nosotros sus hijos, frente a cualquier
dificultad, incluso inmensas, podemos consolarnos repitiendo sus palabras: " Si por lo tanto es
nuestra victoria es segura, no nos abandonemos a problemas o desánimo cuando vemos que no todo sale como debería. En los hijos de la Divina Providencia nunca debe entrar el desánimo ni tristeza: peleemos bajo tal maestro, tal Duce, que sería inconveniente no decir pusilenimidad para perder el coraje. Somos soldados de Cristo: ¡debemos tener confianza ilimitada en él! Somos hijos de la divina Providencia: debemos tener plena fe y confianza en Dios, que es nuestro padre. todos nuestros dolores y debilidades en él: a las almas que se confían a él, todo termina bien. Y donde no llegamos: donde ya no podemos, comienza, ¡el Señor! Estamos en las manos de la providencia. Sigue con amor no solo con las almas, sino contigo mismo ”.
DON ORIONE NOS INSPIRA... CON PEQUEÑOS GESTOS
Ya he informado algunas "buenas migas" al principio. Estamos aprendiendo que ellos son los pequeños. gestos para crear el día, para hacer nuestra vida sabrosa. Tal vez estamos acostumbrados a preguntarnos: ¿Cuánto hice hoy? No importa, sembramos el bien abundantemente y el Señor hará que fructifique tanto como desee. En la vida ordinaria podemos hacer gestos extraordinarios: " Cada la gota forma la corriente, y las corrientes nos dan los grandes ríos; los medios por los cuales una buena persona él puede deshacerse de muchas veces que pronto se agotan, no es así cuando hay cien, mil. "
DON ORIONE NOS INSPIRA... A UTILIZAR LOS MEDIOS DE C OMUNICACIÓN.
Estoy pensando en muchas iniciativas que han promovido en streaming para entrar alberga misa, oraciones, adoración, pero también a los muchos mensajes pequeños de esperanza
Facebook, WhatsApp, etc. ¿Recuerdas la pluma de don Orione? Siempre estaba en movimiento
para que quien no fuera accesible pudiera sentirlo cerca y apoyado por sus palabras  de fe y esperanza. Me atrevería, en este sentido, a proponer que no lo limite solo a reenviar o difundir los mensajes de otros, también para compartir sus historias y reflexiones sobre lo que está experimentando.
¡Pero prestemos atención a la comunicación de calidad
Don Orione, en su tiempo, con los medios disponibles, escribió: " Ve, pobre muchacho de la Divina Providencia, vuela alegremente a través de montañas y valles, y donde sea que llegues, el caminos de tierra y cielo de alegría y canto! Donde haya un alma para ser salvado, un dolor para calmar, una lágrima para secar, vuela como un ángel consolador o una hoja de papel  Providencia! Misericordioso con toda miseria, bálsamo para los afligidos, palabra de consuelo y esperanza.
¡en un día sin lágrimas que no tendrá puesta de sol! Como un soplo de amor divino, te extiendes
enciende, toca, convierte y levanta cada corazón de todos los corazones y levanta el himno de cada plato dulce de la divina caridad! ".
DON ORIONE NOS INSPIRA... A PENSAR EN EL MAÑANA
Muchos definen esta gran experiencia como una guerra. Si es así, habrá más tarde una guerra y debemos prepararnos para reconstruir, no tanto puentes o carreteras y ni siquiera hacer edificios renacidos o casas, pero personas; recuperar actitudes sociales de hermandad, de compartir, participar en las actividades de la Iglesia.
También hay quienes ven este período como una "ocasión propicia" para reaprender los valores.
como el uso del tiempo, estar en la familia, la sobriedad de la vida, etc. Después de la crisis, tendremos que correr a reiniciar la economía, restablecer escuelas, reprogramar eventos culturales y deportes y tal vez incluso recuperar todas esas "fiestas" que se han perdido. No es que por casualidad haya
¿Olvidaremos, una vez más, esos valores aprendidos a un precio elevado?
Depende de nosotros, Orioninos, trabajar para acompañar y capacitar a las conciencias.
en prioridades. Ya estamos empezando a construir mañana. Es bueno recordar cuánto el joven
Ignazio Silone, en un momento de desesperación, le escribió a Don Orione. Era el 29 de julio de 1918: " En ciertos casos de la vida, solo se salvan aquellos que tienen un hijo, que tienen un padre o que creen en una vida. Ventura. Recordé que un día que me escribiste me llamaste hijo y yo padre.
(...) Padre, mi salud está arruinada, mis estudios están arruinados, todavía quiero reconstruir,
reconstruir, reconstruir! Ayúdame! Repite las palabras de esperanza, tráeme de vuelta a
aguas vivas de la vida. "
Era como si alguien nos dijera hoy: ¡ Padre, dame un futuro! Una de las razones sigue creyendo! Un impulso para salir de este callejón oscuro y ciego. Despues de esto Prestado tan diferente y tan duro, ¡ ayúdame a celebrar la Pascua!
P. Tarcisio Vieira 20 marzo 2020