Una característica, suscitada por el Espíritu, que resalta en nuestro padre espiritual es su fuerte espíritu misionero. Esto se evidencia de manera concreta en este año que, recordando el envío de los primeros misioneros a Brasil celebramos el año misionero orionita. "¿Cuál debe ser nuestro espíritu misionero? Al proponerse esta pregunta Don Orione presenta el estatuto espiritual de todo cristiano, y sobre todo de todo hijo de la Divina Providencia que debe ser incontestablemente misionero: «... contentos de servir en todo al Señor y a los hermanos, los hombres, todos los hombres sin distinción y con diligencia, con fervor, con suave alegría...». Para servir como misionero del Señor entre los pueblos se hace necesario darse totalmente, haciendo la propia vida una oferta, despojándonos de todo y haciéndonos sembradores de la vida de Dios en el seno de la humanidad: «Amar siempre y dar la vida cantando al amor. ¡Despojándonos de todo y sembrar la caridad a lo largo de todos los senderos!»
A todos Don Orione les abre el corazón y los brazos. Don Orione es verdaderamente un corazón sin fronteras. Su caridad, su donación, su servicio no se contentan de un sector específico, más procuran un horizonte ilimitado."3 "Un corazón sin fronteras" y "un horizonte ilimitado" dos características de Don Orione, dos características que se tienen que hacer nuestras como hijos de este Santo. Características que se las tenemos que pedir al Espíritu Santo, el "salidor" por excelencia, ya que genera movimiento y salida en el seno de la Iglesia. Una buena expresión de cómo vivir pentecostés en clave orionita pueden ser algunos extractos de una carta que Don Orione escribiera a sus religiosos del Brasil, el 12 de diciembre de 1930: "Hay que actuar; hay que actuar bien; hay que hacer más. ¡Mucho, pero mucho más! ¡No quiero arrogantes ni soberbios, pero tampoco conejos miedosos..., no quiero gente débil; de mentalidad estrecha y pusilánime, carente de toda iniciativa sana, moderna, necesaria y buena, carente del coraje necesario!
Con la confianza puesta en Dios, -y no en nosotros- ¡adelante con ánimo levantado, con corazón grande y con gran decisión!"4 "Sin un lúcido espíritu de iniciativa ciertas obras no se hacen; sobreviene el estancamiento, y su vida ya no sería apostólica sino pura fosilización, ¡o muerte lenta! ¡Adelante, pues!
¡Es cierto que no se puede hacer todo en un solo día, pero no hay que morir encerrados en casa o en la sacristía: fuera de la sacristía!"5 ¡Fuera de la sacristía!...un grito que suena y resuena en nuestros oídos y en nuestro corazón. Don Orione nos llama a salir. El Espíirtu Santo nos lleva afuera. ¿Qué estamos esperando? ¡Feliz Pentecostés…Orionita!
Reflexión del Padre Edgardo Crotti ¡¡¡¡gracias padre !!!
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