domingo, 11 de abril de 2021

12 ABRIL 1903, APROBACIÓN EPISCOPAL DE LA OBRA

LA APROBACIÓN EPISCOPAL DE LA OBRA
Documento agregado el 20/01/2009
Tortona, 12 de abril de 1903. J.P.A.M. "Instaurare omnia in Christo" (San Pablo) A los queridísimos Aspirantes y Novicios de nuestra pequeñísima Congregación, a los queridísimos y venerados hermanos e hijos míos en el servicio de la Divina Providencia, Coadjutores, Ermitaños y Clérigos, y también a vosotros, veneradísimos Sacerdotes de la Obra, compañeros y hermanos dulcísimos en el divino servicio y en las entrañas del Corazón Sacratísimo del amado Señor y Padre Nuestro Jesucristo Crucificado, vida y misericordia de nuestras almas, y en María Santísima Inmaculada, dulce Madre nuestra: Pax vobis! La paz del Señor esté con vosotros, con todos vosotros, con vosotros ahora y siempre, queridísimos míos. Os anuncio un gran gozo. La Obra de la Divina Providencia ha sido aprobada canónicamente como Congregación religiosa, así como os escribió en mi nombre el hermano Gaspar Goggi; y hoy fiesta de la Santa Pascua de la Resurrección de Nuestro Señor y aniversario de mi primera Santa Misa tuve el grandísimo y verdaderamente santo y celestial consuelo de hacer los santos votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia en las manos de nuestro venerado Obispo. Sea por eso bendito el Nombre Santo del Señor ahora y por la eternidad, qui facit mirabilia solus. Sit Nomen Domini benedictum ! Sit Nomen Domini benedictum ! Sit Nomen Domini semper benedictum ! Os agradezco mucho por vuestras oraciones de siempre por mi pobre alma y especialmente por las de los días pasados de mis Ejercicios Espirituales en preparación a los Santos Votos, durante los cuales, por vuestras caritativas súplicas, el Señor, Pater misericordiarum et Deus totius consolationis, se dignó hacerme sentir toda la suavidad de su santo servicio. Trataré de recompensaros rezando siempre mucho por vosotros y ocupándome más, con la gracia divina, de vuestras almas y de las Casas de la Obra. Rezad aún más por mí ahora ― nunca como ahora siento mi nulidad, ― para que corresponda menos indignamente a las gracias de Nuestro Señor et gaudium maneat et sit plenum, para que Aquél que ha comenzado la obra de la perfección, ipse et perficiat. Confío muchísimo en vuestras oraciones. ¡Cómo hubiera querido que todos estuvierais presentes, si hubiera sido posible, y tener tiempo para poder escribiros! Pero apenas recibí el decreto, empecé enseguida los Santos Ejercicios. ¡Qué consuelo hubiera sido que estuvierais todos presentes, testigos de mi plena y total consagración al Señor, y qué gran consuelo también para vosotros, que tantas veces por desgracia habéis debido asistir a mis ingratitudes e indolencias a sus gracias! Y que consuelo hubiera sido también para nuestros queridos hermanos que ya han muerto: el piadosísimo Ottaggi, el piadosísimo Montagna y la hermosa alma de fray Igino y tantos otros que se entregaron a la Obra y murieron antes de ver este día. Ciertamente, desde el Paraíso, donde creemos que están, ellos han apurado este día y habrán bajado en espíritu junto con María Santísima, Madre nuestra, y nuestros ángeles y protectores de la Obra y de los demás clérigos que están, como esperamos, en el Paraíso. Yo os tenía presentes, así como he sentido que me teníais presente en vuestras oraciones en aquel momento solemne. Con todo, espero veros pronto, deseando encontrarme con vosotros lo antes que me sea posible. Mientras tanto bendigamos y agradezcamos juntos al Señor por la gracia que ha concedido a nuestras almas y a la Obra y pidámosle que olvide nuestras ingratitudes pasadas, por la intercesión de nuestra Madre del Paraíso, la Virgen Santísima; supliquémosle, con humildes e intensísimas oraciones, que las reciba en olor de suavidad, que fortalezca nuestra debilidad, anonadándonos ante Él y dándonos como muertos a Jesucristo, para vivir únicamente de Él y por Él, y que nos dé la gracia de permanecer fieles a la santa vocación, para que ninguna de las primeras piedras sea rechazada por el celestial constructor. Envío a cada una de las Casas copia del Decreto de aprobación con la traducción al italiano; será leído en la Iglesia, en latín y después en italiano, el 19 de abril por la mañana, domingo in Albis, después de la Misa, durante la cual en lo posible se recibirá la Comunión y se hará que la reciban los niños; y a la tarde, vísperas de la fiesta de San Inocencio, Obispo de Tortona; y se pedirá por la prosperidad del Santo Padre, por el Obispo, por la Obra y por mí, que por obediencia estoy encargado de la santificación de vuestras almas. Cántese el Te Deum. Y, en señal de obediencia, después de la lectura del Decreto hecha por el Sacerdote de la Casa, los Coadjutores, Ermitaños y Clérigos besen la mano del Sacerdote. ¡Feliz el hombre que renuncia a la propia voluntad y a todas las cosas por Jesucristo! ¡Feliz aquél que, por amor de Jesús, se hace niño! A esto, queridos hijos y hermanos, debemos dirigir toda nuestra atención y nuestros esfuerzos y nuestras oraciones: a empequeñecernos a los pies de Jesús y, por amor a Jesús hasta la obediencia de los niños, a renunciar a nuestra voluntad; entonces sentiremos cuán suave es servir al Señor y el corazón fiel probará la dulzura de Dios... Vuestro Amadísimo en el Señor y en la Virgen Santísima Don Luis Orione de la Divina Providencia

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