sábado, 9 de julio de 2016

¡¡¡¡ VIVA LA ARGENTINA !!! ORACIÓN DE DON ORIONE POR LA ARGENTINA

foto: fuente, DonOrione.Ar

¡Viva la Argentina!
En este 9 de Julio donde se celebra el bicentenario de nuestra Declaración de Independencia, compartimos el amor de Don Orione por “su segunda Patria”
Don Orione visitó por primera Argentina entre 1921 y 1922, oportunidad en la que funda la comunidad orionita de Victoria (Buenos Aires).
En 1934 regresa a la Argentina y durante tres años desarrolla una incansable tarea apostólica, pastoral y social. En 1935 funda el Pequeño Cottolengo Argentino en Claypole y la sociedad ya reconoce en él al "Apóstol de la caridad".
La admiración y el afecto que su figura despierta se ve correspondida por el profundo amor que Don Orione siente hacia nuestro país y su gente: "Ama Señor a la Argentina, porque la Argentina ama a tus pobres".
El amor recíproco entre Don Orione y el pueblo argentino se traduce en innumerables gestos de bondad y solidaridad que el mismo Don Orione y los suyos convierten en obras para los niños, los jóvenes y los más débiles de nuestra patria.
El mensaje de Don Orione es una invitación a mirar la realidad para transformarla con la caridad. Una caridad que se realiza no como paliativo asistencial, sino como promoción de justicia, de dignidad humana y de salvación integral del hombre y de la sociedad.
Fruto de ese amor y reconocimiento, Don Orione escribe en 1936 su Oración por la Argentina
¡Oh Jesús, que tanto has amado a tu patria
y consagraste el amor de patria
derramando lágrimas de sangre sobre Jerusalén,
mira con siempre mayor benignidad, oh Señor,
a ésta, mi segunda Patria, a este gran pueblo argentino,
que me hospeda; donde el soplo
de la más generosa y cristiana caridad
ha dado vida al "COTTOLENGO ARGENTINO",
que recibe a los pobres más infelices y desamparados
de toda nacionalidad y toda creencia!
¡Cuánta amabilidad,
cuánta inteligente bondad he hallado!
¡Cuánta virtud y cuánto bien he aprendido
de este clero y de este pueblo!
En todos, y entre los ricos, y entre los pobres obreros,
he hallado corazones de príncipes.
Ama, oh Señor, a la Argentina,
porque la Argentina ama a tus pobres.
La fe y la nobleza de corazón de esta nación
son tan grandes, que bien merece
todas las bendiciones del cielo.
Brillen luego para ella días siempre más bellos
de esperanza en la luz de Cristo, luz de la ciencia,
de la libertad y del trabajo,
días llenos de prosperidad y de gloria".
Don Orione de la Divina Providencia. Buenos Aires,
diciembre de 1936

SOLO LA CARIDAD SALVARÁ AL MUNDO




SOLO LA CARIDAD SALVARA AL MUNDO
“Debemos suponer que la intuición de Don Orione no fuese solamente la resolución de algunos problemas sociales: niños abandonados, marginación y abandono de discapacitados físico-mentales, adolescentes y jóvenes con necesidad de instrucción civil, moral y religiosa sólida sino, y fundamentalmente, el llamado de Dios a expresar “la caridad” bajo este aspecto de misericordia.
De aquí podríamos deducir que, su expresión de que: “sólo la caridad salvará al mundo”..., no se refería estrictamente al bien que sus hijos podrían realizar porque esto resultaría siempre,
aunque loable, poca cosa.
El mundo se salva por la caridad cuando, no sólo se alivia al hermano necesitado, sino que se opera una transformación interior en el que da. Cuando el que toma la iniciativa de amar se
reconoce incapaz por sí mismo y se experimenta “enviado”, acoge a su hermano tal como es, aprende de él, lo valora y —como en un tercer momento— lo sirve.
En verdad, estos tres momentos no existen como un proceso sino que son simultáneos. El error está en olvidarlos y caer en el riesgo de creernos o protagonistas de la Caridad o autosuficientes en el servicio.
Bajo esta luz, los religiosos (y también los laicos) que buscamos encarnar este carisma no debemos esforzarnos tanto en la perfección de nuestras obras, en su cantidad, en su eficiencia sino, en “dejarnos tocar” por Dios en el hermano. El hermano, según tantos escritos del Fundador, ¡es JESÚS!...
En el “espacio de la Caridad”, mientras procuramos socorrer y atender las necesidades del hermano pobre, debemos dejarnos tocar y atender por Dios en nuestras necesidades más profundas.
El “espacio de mi Caridad” es el lugar donde puede operarse la Caridad de Dios conmigo..."

Hna. Ma. Adriana Zbicajnik (PHMC